Capítulo 7

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¿La piel de sus labios es eterna o por qué sigue mordiéndosela una y otra vez? La hora de salida se aproxima y TaeMin no sabe qué hacer, no en la parte en que sí irá al parque Sowol-ro, eso lo tiene bastante claro. Es todo lo demás.

El boleto para la exposición del barroco está un poco húmedo debido al sudor de sus manos, el Choi escrito en un costado se ha corrido ligeramente, y todo parece que se derrumbará en cualquier segundo.

     —TaeMin, no tienes que ir si no quieres —dijo Moon Kyu, repitiéndole las palabras escritas en la última parte de la carta—. Siento que te vas a morir si sigues así.

Probablemente.

     —Yo puedo ir a hablar con él, si eso te deja más tranquilo —JongIn le acarició la espalda y le dedicó una de sus brillantes sonrisas—. ¿Verdad Moon Kyu? Los dos iremos, le diremos que al final quieres ser su amigo y-

     —Es que no quiero ser su amigo, él realmente me gusta —soltó finalmente TaeMin—. Es tan tonto, pero me gusta mucho, y no sé qué debería hacer... No me digan nada, me siento idiota. Soy un idiota.

JongIn chilló y después se rio torpemente, Moon Kyu le palmeó en el hombro y simplemente sonrió a su dirección. Ninguno de los dos se veía sorprendido, no al grado de no haber esperado aquella respuesta.

     —Pues, lo que sigue es que se conozcan, salgan y comiencen una relación.

     —Besos, más besos, algunas metidas de mano quizás —JongIn se ganó un golpe en el centro del pecho por sus palabras—. ¿¡Qué!? No me vayas a decir que piensas que tener una pareja solo consiste en tomarse de las manos, Taem. Y tú no me veas así, TaeMin no es tan inocente como quiere verse —le dijo a Moon Kyu.

TaeMin apenas procesaba el hecho de conocer a M, de grabarse su cara y conectar a la persona con las cartas y las frases. JongIn no gateaba, él se aventaba por una maratón sin mirar atrás. No todos pueden seguirle el ritmo, mucho menos él.

Así sus amigos le insistieran en que su admirador es alguien atractivo y con una buena personalidad, TaeMin no podía ejemplificar al prospecto de hombre que lo esperaría en el parque. Es curioso, porque sabe de varias de sus características físicas, pero cuando quiere hacer un conjunto de ellas, en su imaginación solo aparece un adefesio.

     —Quiero conocerlo primero, deja de imaginarme en situaciones extrañas JongIn. No sé si él querrá seguir en contacto conmigo...

     —¿En serio crees que eso va a pasar? Deja esa inseguridad de lado TaeMin. Sabes que te estoy molestando, no pienso en que en serio vas a ir y correr a sus brazos como una película.

     —¿Y entonces qué voy a hacer? ¿Llego ahí y le digo: hola?

Moon Kyu le hizo sentarse a su lado y en conjunto con JongIn, dieron rienda suelta a su imaginación y a más planes de qué es lo que TaeMin debería hacer para enfrentarse a MinHo.


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     —Te dijimos que podría esperar un poco más, pero ahora mírate. Deja de morderte las uñas —espetó Jonghyun.

     —No seas tan duro con él, yo también estaría así de nervioso si tuviera que enfrentarme a mi amor platónico supremo.

     —¿Acaso tienes uno? —preguntó Jonghyun.

     —¿Tú no? —contestó KiBum.

MinHo se quedó en silencio y se dedicó a observar la tensión que pasaba entre sus amigos, nunca quería decir nada porque a él no le correspondía arreglar sus enredos. No pudo desayunar nada, un extraño nudo se estableció en su estómago y le impidió pasar bocado sin sentir que la comida se le regresaría.

Cartas para el Joven Lee [2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora