my decision is final

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Wong Kahei ya había cumplido sus 40 años de edad, y se rindió completamente en sus sueños.

Yizhuo tuvo a su hija, Kim Minjeong, para la alegría de todos, en especial la de Namjoon. Era una niña hermosa, y cuando Kahei le cargó, lo único que deseo fue que la pequeña Minjeongie tuviera fortaleza para vivir una vida plena. La cual no dudaba porque ella era todo un preciado angelito.  

Ting-yan sorprendió a todos ya que después de cinco años, volvió a quedar embarazada por Yixing. Su hijo Zhang Dejun nació un mes después que Minjeong, trayendo otra estrella más en este universo. Kahei también llegó a cargar de él, y ya sabía que iba a ser todo un campeón.

Yuqi y Xiaoting decidieron permanentemente en cerrar sus fábricas fértiles, porque sinceramente estaba más que bien con los hijos que tenían. Yuqi quiso concentrarse solamente de sus tres hijas, la cual Lucas apoyó ya que esas tres diablillas consumían todas sus energías. Yongguk era tremendo agoto para Xiaoting, y Chan estaba entrenando de su sucesor para que se volviera un tremendo rapero, así que la pareja estaban conformes con su hijo único. Kahei pensó que esa decisión que sus amigas compartían fue la más sabia para ellas.

Kahei aceptó, después de un largo proceso de negación por la cual pasó por cada una de las fases, que el ser una esposa y madre no estaban forjados en su destino. Simplemente ya no veía eso como una posibilidad para ella.

Le dolía mucho pero había que seguir adelante, había mucho más en la vida que tener a una familia. Habían amistades para pasarla bien, trabajo para ser productivos, actividades extracurriculares para la recreación, estaba la naturaleza para estar conectada a ella, y un montón de otras cosas más que están por ser exploradas.

Cuando Kahei se dio cuenta que su físico se estaba ablandando por la edad, ella decidió en subscribirse a un gimnasio, que estaba en el corazón de la ciudad, para mantener su tonalidad y cuidar de su cuerpo. Darle más energías para hacer más cosas en su día a día. En verdad no esperaba mucho de esta agotadora actividad, pero fue sorprendida al ver todos los cambios positivos que esta le daba.

El más evidente, y la razón por la cual empezó todo esto, era su físico. Había bajado unas libras extras, se sentía más liviana. El porcentaje de grasa bajó, mostrando así sus rasgos curvilíneos. Los músculos crecieron, dándole fuerza para continuar. Su motivación incrementó, lo único en lo que se enfocaba era en vivir una vida balanceada. Su sentido de la moda había cambiado, mejor cuerpo significaba mejores opciones. Y su estado de salud mental había cambiado para lo mejor, solo se sentía más feliz, sonreía más y poseía de una buena autoestima.

Kahei estaba empezando a vivir nuevamente, sentía que podía contra todo.

Eso sí, algo que no se esperó fue la atención que estaba recibiendo por parte de todos. En el gimnasio, por redes sociales, por la calles y hasta en el trabajo. Es que nadie se había esperado que la conservada secretaria Wong se transformara en una MILF, no literalmente, pero caía en la categoría.

Simplemente la secretaria está bien buena.

Saludos, halagos, coqueteos y aceptación; todo eso le vino en un solo paquete. La mujer siempre recordaba esos tiempos donde ella perseguía por la atención, y ahora que no lo quiere, de repente el mundo decidio que ahora merecía de su atención la cual era demasiado contradictorio. No lo entendía para nada en verdad, era extraño como esto funcionaba.

No se quejaba, pero tampoco lo aceptaba. Simplemente no quería ilusionarse, caer en la trampa de sus desilusiones.

Kahei no le seguía el jueguito a nada. No era grosera, pero había puesto sus límites. Cualquier hombre confianzudo que se le acercara con intenciones de ese algo que era subido de tono, era, iba y sería rechazado rotundamente. Ella no iba a lidiar con esa mierda, no se iba a faltar el respeto de esa manera otra vez.

Ni se imaginan cuantas veces comía de un emparedado para que cuando mordiera del primer mordisco, la lechuga resultara ser un maldito papel con un número de teléfono de alguien que ni conocía. Algo que sí le enfurecía porque joder… ¡era su emparedado! Con la comida no se puede jugar por una simple calentura de polla. Eso es una falta del respeto hacia el prójimo. Pecado.

Sus amigas, que obvio estaban orgullosas del cambio que su mayor dio, siempre le cuestionaban el por qué de su extrema decisión. Ting-yan le decía que estaba perdiendo de grandes oportunidades. Yuqi le decía que debería relajar ese culo grande autoritario de dictadura para dejarse querer. Xiaoting le decía que habían hombres riquísimos detrás de ella, probable había uno con un pene misil para formar guerra en la cama. Yizhuo le decía que tenía que abrir su corazón porque se lo merecía, que no se tratara de una forma dura por no sentirse que era lo suficiente como para no merecer de amor.

Aunque agradecida por las preocupaciones, Kahei había impuesto su decisión de quedarse como una mujer independiente. Porque ese era su destino, o eso podría asumir al ver como el universo le había tratado.

Se iba a quedar sola y se iba a forzar en amar esa forma de vivir.

Nadie me va a cambiar de opini-

—Señorita Wong—

Al ser mencionada, Kahei automáticamente dejó de teclear el documento de admisión de su computadora y alzó su mirada para encontrarse con su joven jefa en frente de ella. Bajó sus espejuelos a mitad de la puente de su nariz sin pensarlo mucho, estaba despistada ante la presencia de la otra. No se le podía culpar, es que ella era indescifrable.

—Dígame, señorita Jo— Kahei le respondió amablemente —¿Qué se le puede ofrecer?—

Jo se rascó la nuca y rio un poco —Nada… solo quería desearle unos buenos días porque no lo pude hacer cuando llegué. Estaba ocupada con unos asuntos—

Kahei pestañeó un par de veces y miró el reloj que estaba en la esquina de la pantalla de su computadora. Eran las 13:34PM. —Ah… gracias. Tenga unos buenos días también—

Jo chasqueó sus dedos y prosiguió en poner pulgadas arriba con una sonrisa boba. Wong le sonrío genuinamente de vuelta, porque en verdad fue un lindo gesto de su parte. Sin más preámbulos, la jefa se fue directamente hacia su despacho y la secretaria suspiró antes de seguir con su trabajo pensando en toda la información que tenía que llenar. Iba a hacer un documento con contenido denso, eso lo aseguraba pero era a estándares de la compañía y ella no iba a chapucear su ética para salir de sus responsabilidades.

Por eso ella es la leal secretaria mayor de la compañía por doce años corridos.

🚺 ...love me until you get me pregnant || ViSeulWhere stories live. Discover now