all this time, i kept it from you

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Jo Haseul se recostó de la pared del ascensor y deslizo su cuerpo hasta que tocó suelo, viendo como los números sumaban a cada subida de piso.

La joven jefa estaba agotada, física como emocionalmente. Tomó una respiración profunda intentando llenar el sofoco que sentía, sus dedos peinando de su corta cabellera en frustración.

La reunión había tardado más de lo que ella se anticipaba, y las horas se hicieron eternas al escuchar al visitante socio, Ahn Hyungpyo, hablando sobre las finanzas de los proyectos que se estaban trabajando en el momento. Sus proyecciones en ganancias, pérdidas, y de los inversionistas que iban a seguir fundando de ellas.

Para Haseul, las palabras le entraban en un oído y le salían por el otro sin tener chance de que su cerebro analizara y asociara la información, estaba ida. Asentía y tarareaba para fingir completa atención, para por lo menos darle el respeto que el Sr. Ahn se merecía. Por suerte de ella, no tuvo que hablar en ningún momento, exceptuando la bienvenidas y despedidas cordiales de sus socios.

Era la temprana noche y lo único que ella quería hacer era ir a su hogar para ducharse con el agua más fría, así entumecer su cuerpo humeante por un buen rato. Olvidar de todo y que sus tibias lágrimas se mezclaran con las gotas. Luego de eso, desplomarse en la cama y quedarse ahí todo el fin de semana, consumiendo horas de entretenimiento para ver si por lo menos le sacan alguna risa para sanar su dolorido corazón.

Iba a obviar el romance, por su puesto.

Cuando el ascensor llegó al piso doce, esta se abrió con un fugaz sonido de indicativo. Había llegado a su destino.

Haseul suspiró antes de tomar un impulso para levantarse, arrastrando sus pies hacia su bendita oficina. Solo quería recoger sus pertenencias y largarse a su hogar, anhelaba no estar en público. Cuando se movía, todo daba eco por lo vacío que estaba el área de trabajo.

Se sentía como la única persona existiendo en el mundo, viendo como ningún alma se colaba en este lugar.

Agarró la perilla de su puerta y abrió con pesadez, cabizbaja, sin alguna energía con que elevar sus ánimos. Era una perdedora, y lo estaba aceptando. Ese inaudito insulto tallándolo en las profundidades de su subconsciente.

Necesitaba un cigarrillo y una botella de alcohol. Necesitaba sentirse liviana y ávida al instante. Necesitaba no estar en sus sentidos en este momento.

-Por fin regresa, Señorita Jo-

Haseul inquietó por el susto que se dio, poniendo una mano encima de su pecho al no venir la repentina voz en un ambiente de rotundo silencio. Subió la mirada para encontrarse con Wong Kahei, sentada ahí en su asiento, lentes puestos y manos encima del teclado de su computadora. La jefa agrandó sus ojos al ver a la no esperada presencia de su secretaria.

-¿Señorita Wong?- Haseul tragó en seco, cerrando y apretando sus párpados pensando que sus contactos le estaban jugando trucos. Después de repetir el proceso un par de veces, Kahei todavía seguía ahí con cabeza ladeada -Pe-pe-pe... pero...-

-Estaba finalizando el reporte y Power Point del proyecto de la cadena de KBS que habías empezado- la mayor le respondió ya sabiendo lo que iba a preguntar la menor -El de Music Bank y su aprobado set de bocinas Dolby Atmos para sus nuevas transmisiones-

-Pe... Pero...-

-No tenía planes, así que me quedé terminándolo en lo que regresaba de su reunión-

-Pero- -

-Recuerda que debes presentar esto para el viernes que viene con los de ingeniería de sonido. Para instalarlos y probarlos con los idols que estarán en sus ensayos-

🚺 ...love me until you get me pregnant || ViSeulWhere stories live. Discover now