🚺 ...love me until you get me pregnant || ViSeul

the boss' new look

Recientemente, Wong Kahei a estado bastante pensativa por Jo Haseul. La verdad era, que ella no sabía el por qué de su cavilación.

Porque Haseul estaba actuando normalmente.

Y de ahí viene el problema de todo esto, la joven estaba actuando como una persona normal. La mujer no sabía a que dimensión había brincado ni cuál rama de la ciencia podía explicar estos sucesos fenomenales, pero ella sabía paladinamente que el cambio que había dado la otra fue bastante notorio.

Bastante notorio para Kahei, por lo menos.

Su forma de hablar había mejorado de la noche a la mañana, ahora cuando se hablaban, Haseul no cometía ningún error y añadía de palabras complejas que hacían que Kahei le mirara extrañada al no entender a lo que se refería. Caminaba con más porte, pecho al frente y pasos firmes, ahora todos estaban pendientes de ella. Se le veía con más confianza.

Su estilo de moda también había cambiado, usaba sus trajes de trabajo pero siempre solían estar demasiado regio. Muy planchado al punto de parecer que estaba vestida en cortinas, con los botones que ahorcaban de su cuello, lazos de colores muy vibrantes y complementando ese atuendo con esos espejuelos anticuados que no le halagaban la forma de su rostro. Parecía haber salido de los 1920’s después de estar atascada en la depresión económica de los Estados Unidos por su tediosa duración.

De loser a winner. Típica transformación de nerd a hot.

Ahora se veía más relajada, más moderna. Los colores eran más opacos, esto siendo una muy buena decisión ya que esta paleta combinaba con cualquier tonalidad. Tenía unos botones sueltos, por fin parecía que podía respirar. Ya no usaba de esos infames espejuelos, usaba contactos que le daban un brillo encantador a sus ojos color avellana. Se vio reflejada el fluir y el espíritu de Jo Hankyung en ella, y era impresionante porque la joven agarró la confianza que tanto necesitaba.

Kahei se vio robándole miradas hacia Haseul más seguido, porque tenía que admitir que este cambio le hizo favores milagrosos a su aspecto en general.

Haseul ahora se veía tan atractiva que era hasta inconcebible. Y a Kahei se le iba a perder la cabeza si continuaba echándole esas miraditas no tan inocentes. Aunque debía de admitir que extrañaba de las bobadas que su jefa solía hacer, era su punto carismático. Ya que cuando mencionó del cambio en su vocabulario, ya no daba esos lindos tropiezos ni tampoco hacía de sus chistes.

Ese toque que le hacía única.

Ahora Jo Haseul era una mujer cambiada, y todo en tan solo un corto periodo de tiempo. Era como la magia negra, o algo así, no sabía cómo explicarlo. Mejor dicho, ella nunca supo explicar a esa joven, siempre había algo que le intrigada de ella. Una atracción.

No, no es para tanto. Somos amigas, y las amigas tenemos esos intereses todo el tiempo.

Kahei se quiso convencer, y eso que cuando buscó de ejemplos las cuales podían justificar este impetuoso sentimiento hacia su jefa, no pudo encontrar nada. Porque ella no sentía eso por ninguna de sus amigas, solo un amor de amistad con pizca maternal. Y ese debería ser el caso con Haseul, porque era otra amiga menor que ella. Incluso aun más joven que su corillo de revoltosas amigas.

¡Era una bebé!

Pero no, ella estaba aquí pensando en como Jo Haseul era una mujer súper atractiva la cuál le hacía sentir….

—…¿y tú qué piensas, Vivi?—

Kahei se quedó mirando a la nada con los brazos cruzados. La pregunta ni le entró al oído, no prestando nada de atención. Tampoco se dio cuenta que estaban refiriendo de ella para proveer un opinión de una conversación que ni ella estaba al pendiente. Un silencio incómodo desplazó por esa mesa de la cafetería, todas sus mejores amigas mirando de la mayor fijamente esperando alguna reacción. Cualquier reacción.