¿No es más fácil simplemente decirme todo sin rodeos?
Min Hyori... Las cosas faciles no valen la pena.
Hyori solo leyó el mensaje y bloqueo su celular. A decir verdad se encontraba muy nerviosa pero no lo quería demostrar, no iba a dejar que nadie la venciera.
Tomó sus cosas y se dispuso a salir.
-Buenos días princesa, siéntate a desayunar.- Su padre extendió la silla para dejarle espacio a su hija.
-Oh, lo siento no almorzaré aquí.- Habló mientras jugaba con sus dedos. La familia Min siempre solía desayunar juntos ya que por las tardes y noches los señores estaban repletos de trabajo.
Sus padres y su hermano la miraron extrañados, pero antes de que dijeran algo más Hyori se despidió de ellos y salió en busca de su chófer.
~
La chica entró a toda velocidad a la escuela, tratando de no verse sospechosa o nerviosa, pero sus manos temblorosas la delataban.
Se dispuso a abrir su casillero cuando una voz la distrajo.
-¡Hyo!- La chica bajó rápidamente sus manos escondiendolas en el saco de su uniforme y volteó a ver de donde provenía la voz.
-¡Ah! Hola Gigi.- Mientras le daba una mirada nerviosa.
Su amiga la inspeccionó de arriba abajo y cuestionó. -¿Estás bien? Te ves muy palida.
-Si, solo no desayune bien.
-Mmh. Te espero en el salón.- Giselle le dio una palmada en la cabeza a su amiga y empezó a caminar.
Llegó a su destino.
Perfecto, la parte dos inicia ya.
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