Llegamos a la dicha habitación, era algo tétrica habían, las paredes eran negras y solo una luz roja la iluminaba, los chicos examinaron el lugar y yo me acerqué a una mesa donde parecían haber algunas fotos.
Eran algo extrañas, fotos de lugares peculiarmente familiares, personas de espalda y lo que parecían algunos artículos personales. Encontré otras que parecían ser capturas de mensajes, por lo que tomé algunas partes y las intente juntar.
"¿Conseguíste lo que te pedí?" "Por supuesto, su próximo viaje es en dos semanas a Hawai."
¿Qué mierda? Eran mensajes de Giselle con otra persona.
"Yio te amo, eres lo mejor que me pasó en la vida." "Hoonie, yo también te amo demasiado cariño<3"
Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos, aunque no lo pareciera saber que Sunghoon y yo fuimos algo, me dolía. Me dolía no recordarlo, no poder abrazarlo y decirle cuanto lo amaba.
En una de las paredes había miles de fotos mias pegadas, parecían fotos tomadas desde la distancia, claramente sin yo darme cuenta.
Dejé los mensajes a un lado y tomé una de las fotos, eran personas en una azotea, parecían estar discutiendo. Me asomé por la ventana y vi que era la misma azotea del lugar.
Sentí una presión en el pecho y un pitido muy fuerte empezó a sonar en mis oídos mientras mi vista se volvía blanca.
En ella aparecieron las imágenes de algunos recuerdos borrosos, pero esta vez, veia la cara de todos ellos, eran mis recuerdos completos.
Abrí los ojos y me acerque de nuevo a la mesa, vi las imágenes que ahora reconocía perfectamente. Las ordene como recordaba y todo encajó.
Estaba recreando la fiesta.
Retrocedí pues de nuevo mi cabeza comenzó a dar vueltas y los chicos se acercaron a mi.
-Hyori ¿Te sientes bien?- Sunghoon me sujetó de la cintura para evitar que me cayera.
Jake se acercó a la mesa y abrió la boca al ver que había acomodado los mensajes y fotos a la perfección.
Me separé de Sunghoon y los miré a todos. Ellos sabían que lo había descubierto. Aún con la foto de la azotea en mano los miré con detalle y noté sus expresiones de sorpresa.
-Ustedes lo sabían todo ¿No?- Apreté los puños fuertemente mientras aguantaba las lágrimas.
-Hyo, por favor escúchanos.- Sunghoon intentó tomarme de la mano pero lo empujé hacia atrás.
-¡No! ¿¡Saben lo difícil que fue para mí estar casi un año entero sin recordar quien era?! ¡Sin poder recordar tan siquiera a mi puta familia!- Esta vez no evite mi llanto.
Mire a Giselle quien también estaba llorando. -Tú. No me vuelvas a hablar en tu vida.-
Escuché los gritos de algunos de los chicos llamándome.
Pero salí del lugar atravesando a la multitud mientras tomaba mis cosas y me dirigía a mi coche.
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