El timbre anunciando el fin del recreo sonó, Sunghoon se despidió de la chica y se dirigió a su salón de clases.
En su lugar Hyori subió a la azotea de la escuela, le gustaba es lugar pues no llegaba el ruido y había una vista muy linda. Se acercó a los límites del edificio y se sentó, sintiendo el viento golpear su cara.
Se sentía extraña, desconcertada, como el día en el que despertó. En miles de ocasiones pensó que hubiera pasado si no hubiera perdido la memoria, si recordará todo y si ese accidente jamás hubiera sucedido.
Sabía lo básico de su vida, su nombre y un poco de su infancia, pero nadie le contó más sobre su pasado y nunca se atrevió a preguntar. Por eso le interesaba tanto quien era la persona detrás de los mensajes y como sabía tanto sobre ella.
Las horas pasaron mientras Hyori seguia en el mismo lugar sumergida en sus profundos pensamientos, después de un largo tiempo tomó su teléfono y vió la hora.
2:30 pm.
Se levantó del suelo limpiando su uniforme y emprendió su camino hacia la cancha. La escuela estaba completamente vacía lo que le generaba algo de escalofríos, al llegar los chicos y Giselle se encontraban sentados en las gradas, los saludó y se sentó en un lugar algo alejada de ellos.
"The Truth"
TheTruthUntold: Bienvenidos.
Hyori acércate más a los demás.
¿Dónde está Sunoo?
Heeseung: No lo sabemos, venía con nosotros pero lo perdimos.
TheTruthUntold: Como sea.
Encuentren el primer regalo, Hyori los conoce.
Suerte.
Todos se miraron entre sí y asintieron con la cabeza.
Por lo menos en estos momentos jamás se dejarían el uno al otro.
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