CAPITULO 23🥃

45.2K 4.2K 1.4K
                                    

Elena.

No sabía cómo sentirme. Extrañamente no tenía ni idea de a qué se debía la confusión que seguramente Edward notaba reflejada en mis ojos.

Inesperadamente, no fue sorpresa en su rostro lo que detecté ante mi notoria renuencia a soltar palabra alguna, sino una mirada cargada de calidez que me desestabilizó por un par de segundos.

—¿Estás molesta conmigo? —preguntó, temeroso. ¿Qué demonios estaba diciendo?—. Elena.

—No —respondí, pensativa.

¿De verdad estaba celosa? Por lo general, me daba igual si se le lanzaban a mis novios y solo me reía; pero no me gustó en lo absoluto ver a esa mujer rozando la mano de Edward, mucho menos lo insistente que parecía estar para que se quedara con ella.

—¿No qué?

—No estoy molesta contigo.

—¿Estás molesta con ella?

—Extrañamente no lo estoy.

—¿Entonces?

Por primera vez desde que entramos a nuestra habitación, me atreví a mirarlo a los ojos, los cuales casi se reían de mí.

¿Me estaba jodiendo?

—¡¿Qué tipo de amarre me hiciste, Edward Brown?! —exploté—. Yo no soy así. Yo no siento celos ni rabia por cosas tan tontas como estas.

—¿Te parece tonto que quieran salir conmigo?

—Me parece tonto que me afecte cuando sé perfectamente que no te irás con ella —respondí a la defensiva—. Ni siquiera es tu tipo.

Guardó silencio llamando mi atención. No dijo nada con su boca, pero sus ojos se tornaron serios.

—¿Es tu tipo?

—Tú eres mi tipo —contestó para desviar mi atención de lo importante—. Elena...

—No saldrás de esta habitación, ¿Me entendiste? —Lo apunté con mi dedo, ocultando mi sonrisa al ver la suya. Solo quería dejar el tema de lado—. Carajo, te odio.

—No creo que esa sea la palabra que buscas, Williams.

Se acercó, riendo. Sus brazos me abordaron dejándome sin escapatoria cuando a manera de broma intenté alejarme.

—Claro que era la palabra. Te odio.

—Busca un antónimo —refutó, apretándome sin lastimarme—. Esa es la palabra que buscas.

—Me parece una falta de respeto que te burles de mí, Edward.

—Yo no me estoy burlando. —Se encogió de hombros—. Solo busco la forma de que te olvides de todo y te quites la ropa en su lugar.

—¿Te ganaste la lotería esta mañana?

Sacudió la cabeza, confundido.

—¿Entonces que te hace creer que tienes tanta suerte?

Rápidamente, me aproximé a sus labios, intentando dejar un suave beso en ellos, pero su mano se aferró a mi cuello, impidiéndome alejarme, intensificando el beso que sabía que si no detenía, terminaría conmigo de rodillas primero porque me encantaba verlo perder el control cuando lo tomaba entre mis labios, me gustaba ver como me miraba, como si le estuviese quitando el aliento y devolviéndoselo en instantes. 

Yo era la única que debía verlo así. 

—Edward, tenemos que hablar. —Posé mis manos en su pecho, riendo cuando un extraño puchero terminó en una mueca—. Lo sabes. 

FUMBLE (Kings of the game #2.5)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon