🦶Capítulo 12🦶

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Auston miró tranquilamente a Ruan Tang en la oscuridad, el aroma especial, esa fragancia de orquídea y ciruela de Ruan Tang permaneció cerca de su nariz.

 El olor de la feromona era tan delicioso.

Pero, por el contrario, no había el más mínimo indicio de deseo o seducción en el.

La coincidencia de más del 95% hizo que a Auston le picaran un poco los dientes, queriendo dejar su propio aroma de feromonas para seducir y poseer a Ruan Tang.

Pero al sentir la rigidez y la tensión en el  cuerpo del hombre, optó por no hacerlo, podía sentir que Ruan Tang no estaba tan dispuesto a acostarse con él.

Ruan Tang sabía lo que iba a pasar entre los dos, y aunque su mente seguía la corriente, su cuerpo seguía involuntariamente tenso hasta el punto de volverse rígido, incluso su cuello estaba tenso.

Nunca había sido mordido en su glándula.

No sabía si iba a dolerle mucho.

Al sentir que el Alfa se acercaba a él en la oscuridad, la fría máscara rozaba su cuello.

Ruan Tang no pudo evitar cerrar los ojos.

"Así que..." la mano de Auston descansaba en su espalda, y en la oscuridad, se acercó a su oído y exhaló, "quería echar un buen vistazo a tu piel, y si saber si tus glándulas qué serán mis perfumes están intactas."

Olió las glándulas de Ruan Tang que desprendían un aroma delicioso, y que lo embriagaban, mientras acariciaba a Ruan Tang, "Mmm, hueles tan bien."

La sensación de oler de cerca el aroma es muy satisfactoria, ese fragancia tan especial y de su agrado.

    Ruan Tang: "...."

Ruan Tang no esperaba este tipo de desarrollo, de repente toda la persona se puso más rígida.

Claro, como persona normal no debería haber intentado adivinar los circuitos cerebrales de un loco, todo fue culpa suya.

Su cuerpo se puso rígido al permitir que Auston lo tocara y lo oliera, sintiéndose como si se hubiera convertido en una prenda perfumada.

Hasta que Auston lo tocó y lo olió lo suficiente, lo soltó, apartó su silla de ruedas y se fue de su habitación.

 

    ........................

 

    Hacia las ocho de la mañana, el criado llamado Seth reapareció en su habitación y comenzó a vestirlo y a lavarlo.

El joven sirviente, con la espalda recta, como otros innumerables sirvientes ordinarios, estaba medio arrodillado frente a Ruan Tang, sujetando suavemente sus pies y poniéndole los calcetines y los zapatos.

Tenía la cabeza agachada, Ruan Tang no podía ver sus emociones, sólo podía ver sus finos labios fruncidos y sus pestañas moviéndose ligeramente.

Auston sostuvo los pies de Ruan Tang pensando para sí mismo, que eran muy bonitos.

No había una sola parte de esta Omega que no fuera hermosa, desde su cabello hasta las puntas de los dedos de los pies, e incluso los dedos de los pies eran suaves y encantadores, lo que hacía que fuera un placer tocarlos.

Cada parte de su cuerpo es un tesoro que que valía la pena atesorar.

Después de vestir cuidadosamente los pies, poner los zapatos y los calcetines de Ruan Tang, Auston fue al baño y se lavó las manos con cuidado, e inmediatamente le llevó a Ruan Tang el desayuno y una tetera con té negro.

Después de casarme, los que me traicionaron renacieronWhere stories live. Discover now