10.

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Después de aquella última reunión con Walter, Felicia no lo había vuelto a ver. Debían mantener la apariencia de que todo se encontraba bien y tranquilo, pero Lance no era el mejor en ello. Nunca en todos sus años de trabajar juntos lo había visto tan devastado; Incluso estaba fallando en pequeñas y simples misiones.

Walter se mantenía oculto en la agencia y solo salía de vez en cuando para buscar algunas cosas del laboratorio o de la cafetería, siempre escondido durante la noche y tratando de pasar desapercibido.

Había pasado poco mas de un mes desde que Walter había dejado la casa de Lance y cada día que pasaba, los dos se extrañaban cada vez más. Lance se pasaba las tardes buscando por la ciudad al científico, también había encontrado una camisa de Walter que se encontraba sin lavar y la había guardado para no perder su esencia aunque cada noche dormía abrazado a ella. Incluso sus compañeros aves intentaban animar a su líder, pero nada parecía levantar su ánimo.

En la agencia, Marcy se había compadecido de él y trató de animarlo como una amiga, pero nada parecía mejorar la actitud decaída del agente.

Lance se la pasaba maldiciéndose a sí mismo por no haber sido claro con Walter respecto a sus sentimientos y siempre que podía tomaba las fotos de él. Estaba seguro de que eran un gran tesoro para Walter así que las guardó en su habitación y las trataba con mucho cuidado.

Una tarde mientras veía el nuevo capítulo de "Corazones en Seúl" rodeado de helado y unas cuantas cervezas, escuchó un extraño sonido en la ventana de la cocina. Lance tomó su arma y se asomó. El ruido seguía y al enfocar bien su mirada, encontró a Lovey; ella era quien estaba tocando la ventana con su pico.

Las otras palomas volaron hacia ella cuando la vieron, alegres de ver a su amiga.

- ¿Lovey? ¡Lovey!

Lance reaccionó un poco más tarde, pero apenas pudo corrió a abrir la ventana para tomar al ave con mucho cuidado.

- ¿Está Walter contigo?

Ella negó con su cabeza.

- ¿Sabes dónde está?

Ella asintió.

Lance cerró la ventana y se dirigió a la puerta con el ave entre sus manos, pero el resto de las aves lo detuvo.

- ¿Qué les pasa? -les preguntó molesto.

Las aves hicieron sus característicos sonidos y se giraron hacia el espejo. Lance no llevaba pantalones.

Después de cinco minutos más y un par de pantalones en sus piernas, Lance tomó a Lovey nuevamente y se fue en su carro. Lovey voló y Lance la siguió, pero no tardó mucho en darse cuenta de que se dirigían hacia la agencia.

- ¿Qué hacemos aquí? -le preguntó a Lovey mientras ella lo esperaba sobre el auto - ¿Walter está aquí?

Ella asintió.

Lance trató de buscar a su compañero, moría de ganas por encontrarlo, pero no tuvo que buscar mucho pues lo encontró saliendo de la agencia. A esa hora no había mucha luz, pues la entrada, a parte de ser secreta se mantenía discreta, pero Lance pudo identificar la silueta de su compañero. Ahí estaba él, caminando en la oscuridad y evitando las luces de las lámparas y Walter no tardó en verlo también.

- ¿Lance? ¿Eres tú?

- Walter -susurró, incrédulo por estar hablando otra vez con él.

Lance trató de acercarse a él, quería abrazarlo, quería tocarlo, quería besarlo.

- ¡No te acerques! -le gritó Walter, preocupando más al agente.

- Walter, está bien, no estamos en ningún peligro aquí, yo necesito hablar contigo.

Amor entre espías (Walance)Where stories live. Discover now