Segunda parte de "Nada es Gratis". Tienes que leer primero la primera parte para entender está secuela.
los personajes no son de mi autoría. Pertenecen al juego "Genshin Impact".
Crédito de la portada a /Chalseu_D en Twitter.
La historia es +18, a...
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- Mi Childe, que feliz me hace volver a verte. - Zhongli, que le costaba aún controlar algunos sentimientos de los humanos, no podía parar de llorar. - Cada día temía por tu vida.
Tartaglia continuaba en los brazos del Arconte, con los ojos cerrados, totalmente agotado.
- ¿X-xiangsheng, cuántos años pasaron desde el día que me fui? - Pregunto Tartaglia en voz baja, casi susurrando.
- Han pasado dos años, Ásther ya cumplió los seis años de edad y se encuentra muy bien.
- Ya lo sé, se que mientras esté contigo ella estará bien.
Tartaglia se alejo de los brazos del Arconte, dispuesto a ingresar a su hogar para por fin reencontrarse con su amada hija.
Al ver dentro de su residencia, vio a Xiao parado en el medio del salón, cruzado de brazos. Recibía una mirada sería por parte del Adeptus, pero no era una mirada fría como la de siempre.
Tartaglia pudo divisar que Ásther se escondía detrás del Adeptus, ya que podía ver sus manitos aferrarse de las piernas de Xiao.
Se acercó y se agachó para estar a la altura de ella.
El ex Fatui moría de ganas de saltar a ella y abrazarla como nunca, pero era conciente de que este era un momento muy importante para ella y no la quería asustar. Y más sabiendo que estaba totalmente herido y con la ropa manchada con su propia sangre.
- Ásther, alguien que te quiere mucho vino a verte. - Xiao le hablo cariñosamente a la niña y se corrió lentamente para que Ásther deje de esconderse.
Ásther, aún detrás del Yaksha, acercó su rostro para por fin ver de quién se trataba.
Y al reconocerlo, Ásther le dedicó a su padre la sonrisa más linda de todo el mundo. Los ojos azules de la niña reflejaban una completa felicidad.
- ¡Papi, de verdad volviste! - la pequeña corrió a abrazarlo.
Tartaglia le sonrió y abrió sus brazos para recibirla. Fue el abrazo más lindo y tierno que puedan haberse imaginado.
El ex Fatui apretaba el abrazo con fuerza, y acariciaba con sus dedos los rubios cabellos de su hija, que eran igual de sedosos que los de la mujer de su vida. Aún tenía la muñeca quebrada y le dolia, pero poco le importaba en ese momento.
- Acá estoy princesita, acá estoy. Te extrañe todos los días. - Tartaglia apretaba los ojos, era una cascada de lágrimas.
- El abuelo simpre me decía que ibas a volver, que la paciencia es virtud.
Tartaglia se rió al escuchar el léxico de su hija, evidentemente fue educada por Zhongli.
- ¿Te portaste bien? ¿No le diste muchos problemas, verdad? - Tartaglia alejo su rostro para mirarla a la cara y acariciarle las mejillas.
