CAPÍTULO 37

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-Ese nombre estaba horrible y ni me lo recuerdes porque te pego-
-Bueno chicos es hora de ir a dormir, Leo ya está cansado y quiere que Aila le cuente algo antes de dormir- interrumpió Santiago
-Ya voy, muchas gracias- le sonrió dulcemente que Santiago se sonrojó, algo que Nathan no pasó por alto

15 de octubre, año 2036

Habían pasado ya dos meses de aquellos sucesos tanto malos como buenos: Evander y Evelyn estaban más felices que nunca, aunque tenían sus discusiones como todas las parejas pero sabían resolverlo hablando, por otro lado algo nuevo en Aila comenzaba a surgir: era un sentimiento que creía había muerto hace muchos años pero se negaba a aceptarlo. Cómo era de esperarse los niveles de radiación fueron bajando hasta que ya no eran peligrosos, podría decirse que ya ni existían; sólo que las personas tardaron en recuperarse tanto económica como psicológicamente.

-Estoy muy nervioso y no se el porque- les decía Trevor a los chicos que estaban preparando sus maletas

-¡YO ESTOY EMOCIONADA!- gritó Aila

-Y como no, si tu vas a ir solamente a golpear- Santiago no se lograba mantener serio, porque aunque sea algo malo a ella le emocionaba y no era quién para negarle esa felicidad

-¡EVAN AYÚDAME!-

-Parece que tenemos un soldado caído- le susurró Nathan a Santiago

-Los estoy escuchando par de subnormales-

-¡RETIRADAAAA!- Aila tomó la mano de los dos chicos y bajaron corriendo las escaleras -Les digo retirada y se quedan parados como dos idiotas- se quejó

-Hombres tenían que ser- Evelyn bajaba tranquilamente las escaleras y se paró a un lado de Aila quién le dió toda la razón

-No tarda en llegar el carro- anunció Aila, justo cuando terminó de hablar una camioneta negra se estacionó enfrente de ellos -¿Que carajos hacen aquí?-

-¿Qué está pasando? contexto por favor- pidió Santiago,

-Hija, ¿Cómo has estado?- una mujer con ropa de marca bajó de aquel lujoso auto

-Eso no te importa en absoluto- contestó ella cortantemente -No puedo atenderlos, váyanse-

-¡OLIVER!- Nathan no estaba de humor para soportar a esa señora -¡VEN POR FAVOR!- el mencionado apareció y se le dió la orden de retirar al carro

-No me voy a mover de aquí- sentenció la mujer

-Claro que te vas a mover de aquí, ustedes decidieron su camino; ahora déjenme seguir con el mío- dijo y se alejó de aquella mujer que decía ser su madre

-Aila...¿todo bien?- cuestionó Santiago

-Si, está todo bien- le sonrió para que no se alarmara

-Hemos llegado- avisó Trevor

-Les ayudaremos con las maletas- se ofreció Ignatenko siendo ayudado por Oliver

-Okey, nacimos más que listos y esto es pan comido- animó Evan

-Muy cierto Inglaterra allá vamos- Evelyn también estaba emocionada

17 de octubre, año 2036

-¿Todo quedó claro?- Trevor estaba asegurándose de los chicos habían entendido su plan

-Más claro que el agua- Evander confirmó que todo estaba bien

-Ok, es hora...VAMOOSSS- gritó y todos corrieron a sus posiciones

-Vamos Santiago, no te atrases- Aila sonaba muy emocionada. Tanto ella como Santiago eran los encargados de que el papá de Melissa supiera a toda costa que Trevor estaba en la ciudad, para Evelyn y Evan su misión era traer a Melissa al hotel donde se estaban hospedando, Nathan tenía la sencilla orden de acudir a la estación de policía para llevar todas las pruebas de los delitos del padre de Melissa y Trevor sólo iría a esperar en supuesto lugar donde en realidad era una trampa 

Luego de haber seguido al hombre a todos lados el día anterior y según ellos meterse en cosas chuecas ya sabían dónde encontrarlo y aquí Aila se luciría con su gran habilidad para la actuación

-Disculpe señor una pregunta, buenas tardes antes que todo- habló dulcemente aunque por dentro estaba que se moría de risa -Sabe dónde puedo encontrar este lugar- dijo para después mostrarle su télefono al hombre y curiosamente Trevor estaba en aquella foto

-No les recomiendo ir es muy peligroso- él ya estaba algo inquieto por quitárselos de encima

-¿Enserio? pero nuestro amigo dijo que era un lugar muy atractivo para turistas- fingió tristeza y Santiago solo quería reír

-Cambien de ruta eso es algo muy común, rompan las reglas- decía para por fin irse corriendo

-Aila hazlo ahora- mencionó Santiago en español pues tenía entendido que el sujeto no hablaba el idioma y lo confirmó luego de ver su cara de confusión

-¿Qué dices?-

-Mi amigo dice que si podemos usar su teléfono para contactar a nuestro otro amigo y así buscar otro lugar, por favor- se aplaudía a sí misma por parecer muy natural -No conocemos la numeración aquí-

-Esta bien dime el número de tu amigo- sacó su teléfono para anotar los números que la chica le decía

-Bueno ¿quién habla?- Trevor contestó con una duda bastante fingida pues sabía quién era

-Trevor soy yo Aila oye no podremos ir, disculpa- en el fondo ya sabía que todo era parte de un plan bastante elaborado

-uhmm ok, entonces los veré en el hotel cuando anochezca mientras tanto vayan a comer yo voy a quedarme aquí unas horas para terminar unos asuntos que tengo pendientes cuidense mucho- dijo y terminó la llamada para después prender la ubicación de su teléfono, ese hombre era tan predecible pues no pasaron ni cinco minutos y su móvil le avisó que lo estaban rastreando y lo mejor: era él hombre -Nos vemos en media hora maldito-

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