Tu Presencia es un Sueño en Esta Pesadilla Olvidada por Dios

Capítulo 11: Toque de Esperanza

Resumen: Izuku recibe un poco de ayuda de un sitio inesperado. El plan continúa.

NOTAS DE LA AUTORA:

Advertencia: ligeras menciones de tortura, disociación.

El Doctor realizó más pruebas en las siguientes tres horas. Para cuando terminaron, Izuku estaba cubierto de sangre, sudor, vómito y lágrimas. Estaba acarreando nuevas quemaduras – uno de los guardias aparentemente tenía un quirk de manipulación de fuego. Izuku no fue capaz de detener la mayoría de los ataques a tiempo. Pensó que querían probar su control sobre Erasure, ver si de verdad se unió a su cuerpo o no. Desafortunadamente, Izuku no fue capaz de pensar mucho sobre ello esquivando el flujo de fuego que lo perseguía

Finalmente, cuando Izuku estaba a segundos de desmayarse, el Doctor llamó a sus dos asistentes para que lo limpien, por orden de Overhaul. Un grueso collar supresor de quirk de metal fue ajustado fuertemente alrededor de su cuello, apenas lo suficientemente suelto como para ser capaz de respirar, antes de ser escoltado a los baños. Todo el proceso tomó más de lo que debería haber tomado, pero Izuku estaba tropezando con cada paso que daba y las dos mujeres debían ser más precavidas al limpiar las aún expuestas heridas.

Izuku estaba exhausto. Todo le dolía. Su ojo le ardía horriblemente, su cabeza se sentía como si estuviera siendo destrozada con un martillo y apenas podía moverse de puro agotamiento. Curiosamente, las quemaduras no dolían tanto. Las explosiones de Bakugou dolían mucho, mucho más.

No tenía ni la fuerza para oponerse cuando ambas mujeres, las mismas que lo habían limpiado la primera vez, le empezaron a quitar su ropa. Tuvieron que romper su camisa en pedazos, la tela pegad aa su sangrante piel. Izuku sólo vio con sus ojos medio abiertos mientras comenzaban a lavar su pelo, quitando toda la ceniza y suciedad que había acumulado con manos firmes y gentiles. Tallaron su cuerpo y limpiaron sus heridas, eventualmente lo secaron y lo vistieron en cálidas ropas de algodón. Podía sentir sus párpados cada vez más pesados, comenzó a cabecear y el sueño estaba tan, tan cerca-

"No puedes dormirte aún, niño."

Los ojos de Izuku se abrieron de golpe y levantó su cabeza. Miró a las dos mujeres con incredulidad; nunca habían hablado con él antes. Era Kasshoku, la de cabello café, la que había hablado. Estaba demasiado cansado para pensar o decir algo, así que las miró en silencio con sus cejas fruncidas mientras la mujer más alta se arrodillaba gentilmente frente a él. Akai se encontraba envolviendo sus brazos en vendas, escuchando en silencio mientras Kasshoku continuaba.

"Necesitas irte antes de que Overhaul regrese mañana. Si no lo haces, hay una alta probabilidad de que tu héroe sea asesinado."

La respiración de Izuku se atoró en su garganta. No entendía que era lo que estaba pasando. No entendía por qué estaba hablando con él. El pensar en Aizawa... Abrió la boca para preguntar por qué, cómo, pero Kasshoku sólo negó con su cabeza rápidamente.