Capítulo 15: ¿Desde cuándo soy padre?

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Resumen: Aizawa se reúne con Hizashi.



NOTAS DE LA AUTORA:

Advertencias: Flashbacks de tortura y menciones de intento de suicidio





Hizashi no sabía que esperar cuando llegó con el grupo ensamblado de héroes al sitio donde habían rastreado a Izuku. Sabía que no sería agradable- de la que Izuku describió por el teléfono, Shouta estaba en mala forma. Se esperaba eso, al menos. Incluso estaba preparado para alguna clase de conflicto, en caso de que los dos hubieran sido seguidos. Pero ¿encontrar a Izuku desangrándose en la tierra, cubierto de quemaduras que iban desde primer hasta tercer grado en severidad, con un tobillo roto y lo que quedaba de un pie, con un agujero enorme en su estómago?



Eso no se lo esperaban. Ni en lo más mínimo.



Ni el cuerpo inconsciente de Overhaul, yaciendo tirado en el suelo a metros de Izuku. Golpeado y ensangrentado. O el maldito helicóptero.



Era un desastre, por decir lo menos. Los héroes se pusieron a trabajar de inmediato; considerando la severidad de las heridas de Izuku y Aizawa, no era seguro ni moverlo al jet. Recovery Girl sería capaz de usar su quirk para curarlos de inmediato, pero le asustaba que el esfuerzo los matara en el proceso. Hizashi se había apresurado a ir hacia su esposo en el momento que pudo, listo para cargarlo y llevarlo a una camilla, llevarlo hacia un lugar seguro, y él-



Se congeló. No podía respirar, su corazón parecía tartamudear en su pecho. Aterrizó su mirada en su esposo por primera vez en siete meses desde su desaparición. Y no se podía siquiera mover.



Hizashi nunca olvidará el día en que Aizawa Shouta fue declarado muerto para el mundo.



El detective Tsukauchi, junto con otros dos oficiales aparecieron en su casa temprano por la mañana de un lunes. Hizashi se había estado arreglando para el trabajo cuando el timbre de la puerta sonó. Con una burla, se apresuró a abrir, esperando a ver un agotado Shouta regresar de su turno, habiendo perdido sus llaves en una pelea por la undécima vez en ese mes. Estaba totalmente preparado para molestarlo con el tema sin piedad antes de abrazarlo gentilmente y ahuyentar al hombre cansado a la cama.



No estaba preparado para las caras oscurecidas del detective y sus subordinados, llevando los restos andrajosos y destrozados de la bufanda de captura de Shouta en sus brazos.



Hizashi miró la bufanda, y luego al rostro del detective. Los ojos del hombre estaban oscurecidos, las bolsas debajo eran más prominentes de lo usual. La pequeña sonrisa que Hizashi había estado vistiendo había desaparecido hace mucho. Un agujero negro de emociones se arremolinaba en su pecho. Todo era confuso. Vagamente recordaba haberlos invitado a entrar a tomar algo, su voz era distante, su corazón estaba acelerado. Al final no hizo nada para tomar, pero si se sentaron en la sala juntos, tensos y sin expresión.

Tu Presencia es un Sueño en Esta Pesadilla Olvidada por DiosWhere stories live. Discover now