ADRENALINE [+18]

ADRENALINE 13

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- Que mierda es esto – esperaba alguna explicación lógica de su parte para no quebrarle el cuello, porque ganas no me faltaban. Me coloco unas esposas.

- Masashi me pidió que te secuestre como parte de la iniciación – trato de acariciarme la cara, pero le empuje la mano rápidamente.

- Tuviste que contratar a dos hombres por miedo a que siga siendo mejor en el combate – le sonreí – como dice la frase – simule estar pensando – el segundo es siempre el primero de los perdedores - Raiden siempre fue el segundo mejor de la clase, de la familia y de todo. Podría haber llegado a ser el mejor, lástima que ese puesto es mío desde el momento en que nací.

No le dirigí mas la palabra y el viaje en el auto por suerte fue corto. Me preocupe al ver a donde nos estábamos dirigiendo, ~Death Town~ me susurre a mí misma. Entrar en este terreno solo podía significar una sola cosa. ~ Alguien va a morir hoy ~, el nombre del lugar era en honor a los sucesos que sucedían ahí a diario.

- Estas listas para mostrarle al patético de tu novio quien eres en verdad – dirigí mi mirada hacia él para demostrarle mi claro enojo a lo que me dio una sonrisa ladeada.

- Date por muerto – murmure volviendo mi vista al edificio.

Una vez dentro, me hicieron bajar del auto, me empujaron para que camine y sus manos sostenían mi hombro para que no intentase escaparme, uno de los mastodontes se acercó a mí para ponerme una especie de correa para humano para después darle la tira a Raiden.

- Se una buena perra y no ladres ni muerdas – hablo sarcásticamente mientras tiraba de la cuerda al caminar.

Me sentía humillada, sabía que esto lo hacía para vengarse de mí y estaba decidida a no darle el gusto. Si no fuese por los dos hombres de 2 metros que todavía seguían con nosotros lo hubiese ahorcado, tiro de la correa por última vez para dejarme en frente de los representantes de la mafia, saco mi correa y se retiró del lugar.

Todos los líderes se encontraban sentados en sus respectivos tronos formando un semicírculo, estaban vestidos de traje, joyas de oro y diamante adornaban sus dedos y muñecas. Raiden soltó la correa, pero no las esposas de mis manos, Masashi que se encontraba sentado en el medio de los lideres me indico que me acercase al centro, camine decidida y tratando de no demostrar ningún ápice de miedo. Segundos más tarde Ares y Emily fueron traídos a mi lado.

- Rebecca Blair, Emily Caratti y Ares Puccio – dijo en alto el padre de Theo presentándonos, los tres nos inclinamos para hacer una reverencia como signo de respeto.

- A pedido del líder esta vez vamos a hacer una iniciación más tradicional – un hombre muy parecido a Scott se paró a hablar – Las reglas son simples, van a pelar hasta que uno de los dos se rinda – el resto de los presentes en la habitación se pararon.