7|| De Regreso al Elite Way

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De Regreso al Elite Way
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Había pasado un mes desde la aparición del último anónimo y ahora todos ya estaban devuelta en la ciudad

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Había pasado un mes desde la aparición del último anónimo y ahora todos ya estaban devuelta en la ciudad. En breve comenzarían las clases y lejos quedarían los recuerdos de las vacaciones.

Luego de que la historia de la guitarra apareciera en un anónimo, Roberta había escapado inventándole a Pascual Gandia que tenía asma, por otro lado, Nina se había quedado allí, sin inmutarse por las miradas amenazantes que le dirigían tanto Diego como el escuincle de su primo. Lo que duró el resto de su estadía allí, ninguno se atrevió a hacerle nada y José Luján no la dejó sola ni un minuto, incluso cuando ella le aseguró que no tenía miedo.

Ahora, las paredes de su hogar parecían volverse cada vez más extensas siempre que ponía un pie allí. La casa era demasiado grande y ella estaba demasiado sola, su padre se la pasaba encerrado en su oficina y cuando hablaban jamás lo hacían por más de dos minutos. Apreciaba a su papá, por lo menos se quedaba con ella, pero aún así no era suficiente compañía para una adolescente.

—Tu madre volverá de Argentina en unos días, quiere verte —escuchó la voz de su papá y giro a ver la puerta de su habitación. Ahí estaba él, vestido de traje y mirándola seriamente.

—Que raro —murmuro para si misma, pero la escucho de todos modos.

—Solo compórtate, ¿si?

—¿Cuando no lo hago, pa? —le sonrío con inocencia.

—Nina. . . —advirtió.

—Está bien, está bien. No te esponjes, viejito.

Aaron soltó un suspiro, resignado por la actitud de su hija menor. Acomodando su traje, volvió a hablar: —Tus maletas ya están en el coche, Alonzo te espera para llevarte de regreso al colegio.

—¿Tan pronto te quieres deshacer de mi?

—Nina.

—Ya entendí —se cruzó de brazos y bajo un poco la mirada—. Nos vemos pronto, papá.

rebel beauty | rbdWhere stories live. Discover now