RB| donde los jóvenes pertenecientes a la elite desafían las normas y se enfrentan a la adolescencia en su estadía en el internado más prestigioso del país.
O
donde Nina Martinelli intenta sobrevivir su adolescencia entre amores, musica y rebeldía...
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────・:✧∙✦∙✧:・──── Ambiciones y Amistades ────・:✧∙✦∙✧:・────
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—Ok, si, si, lo que hacen es bueno —admitió Roberta.
Nina y José Luján la seguían de cerca por el corredor de los cuartos de las niñas. Ambas compartieron una mirada de resignación y luego la miraron sin poder creer que sea tan cabeza dura.
—Bueno, si, está bien, muy bueno, pero... ¡ay por dios! Tampoco es algo del otro mundo o sea —continuó, sacando un paquete de cigarros que tenía escondido en una planta.
Intento encender uno, pero Jose Luján la detuvo.
—¡¿Que haces, wey?! Aquí no se puede fumar —arrojó el cigarrillo al suelo—. Aparte eso te hace daño. Neta, Roberta, están cañonas ya las viste.
—Mira, si yo fuera jurado, las echaría a patadas por descalificación de rostro nada más, ¿que no has visto la cara que pone Mía de idiota? Así de Laa, laa —Roberta de burló, poniendo voz de niña—. ¿Saben que? Yo me tengo fe, chavas. Y ustedes también deberían tenérsela.
—¡No! Conmigo no cuentes, es inútil —se negó Luján.
—Luján, tú estás en esto tanto como nosotras —la acorralo contra la pared.
—Yo ya no estoy tan segura... —Nina comenzó a dudar.
—No, no, tú tampoco te vas a rendir —Roberta volteó a verla.
Luján se soltó del agarre de Roberta—. Pues es que no las habíamos visto, Roberta.
Se dirigió hacia la habitación que compartían, siendo rápidamente seguida por las otras dos.
—Tu me prometiste que no me ibas a dejar sola en esto del grupo de baile —le reclamo.
—Pues sola así sola como quien dice, pues no vas a estar —se sentó en su cama.
—La neta que poca, eh —hizo que la voltease a ver—. Que mala onda, Luján, tú me dijiste que si.
Aburrida, Nina se dirigió también hacia la cama de Luján para desplomarse en ella y cubrir su rostro con una almohada.
