18|| Contra las Cuerdas

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Contra las Cuerdas
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Nina quito su antifaz para dormir de sus ojos cuando escuchó a Roberta abrir la ventana de la habitación

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Nina quito su antifaz para dormir de sus ojos cuando escuchó a Roberta abrir la ventana de la habitación. Generalmente, Nina era la primera en acostarse cuando llegaba la noche, porque era la más holgazana de las cuatro amigas. Debido a eso, no fue una sorpresa que ella haya sido la última en levantarse cuando las dueñas de la habitación vieron su silencio perturbado por un ruido fuera de la ventana. Somnolienta y con ganas de matar a alguien, se paró de la cama para acercarse a donde estaban las demás y ladeó la cabeza confundida cuando vio a Marcelino.

—¿Qué haces aquí, escuincle piojoso? —le cuestionó molesta Roberta, tomándolo del brazo para meterlo a la habitación— ¿eh? ¿Me quieres matar o qué?

La ventana se tranco y fue difícil cerrarla.

—Ya hombre —le reprochó Luján—, déjalo, es de noche.

Nina rodó sus ojos ante la calidez de Luján hacia el niño. Si, tenía razón y probablemente no deberían dejar al niño a la deriva en medio de la noche, pero habían interrumpido su sueño y en ese momento creía que todos eran sus enemigos.

—Justamente porque es de noche no entiendo porque viene a molestar mi sueño, mis neuronas necesitan descansar un poco, ¿sabes? —farfulló, siendo ignorada.

—De día o de noche es igual de peligroso —le recordó Roberta a Luján.

—Con cuidado, con cuidado para que no lo vayan a ver —Lupita se preocupó por el niño.

Marcelino se echó en el sofá junto a la ventana, cayendo sobre su espalda y luego al piso.

—¿Qué haces aquí, eh? —lo interrogó Roberta.

—Estas todo manchado, ¿qué te paso? —Luján soltó una risita sorprendida.

—Te quiero decir algo —le dijo Marcelino a Roberta.

—No, yo te quiero decir algo a ti —lo interrumpió—. ¿Cómo te tengo que explicar las cosas, Niño? Si alguien te ve, ¿que hacemos?

Roberta se cruzó de brazos, mientras Nina se sentaba en el sofá, recargándose en su mano y trataba de mantener los ojos abiertos. Marcelino volteó y caminó hacia el sillón y se paró encima de él.

rebel beauty | rbdWhere stories live. Discover now