RB| donde los jóvenes pertenecientes a la elite desafían las normas y se enfrentan a la adolescencia en su estadía en el internado más prestigioso del país.
O
donde Nina Martinelli intenta sobrevivir su adolescencia entre amores, musica y rebeldía...
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────・:✧∙✦∙✧:・──── ¡Se Ve, Se Siente! ────・:✧∙✦∙✧:・────
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—Me van a correr, estoy segurísima de que me van a correr —afirmó Lupita, cruzándose de brazos.
Mirándola con pena, Nina puso una mano en su hombro, sin saber cómo reconfortarla. Y es que la verdad estaban en una situación complicada, con la psicóloga descubriendo que Roberta la había engañado todo este tiempo, siendo que había enviado a Lupita a las sesiones. Fue Alma Rey quien confirmó que Lupe no era su hija, al presentarse en la sesión que debían tener ese día y pues, como era de esperarse, ni la profesional ni el director estaban contentos con la noticia.
—No, tranquila, Lupe —habló Roberta—. Además, la neta si te corren, te harían un favor. Lo que diera por salirme de aquí.
—No, pues es que yo no me quiero ir —confesó—. O sea, no quiero irme porque es la primera vez en mi vida que tengo amigas.
Ante eso, José Luján la observo, incrédula.
—Ah si, pero amigas ricas, ¿no? Como Mía —sonrió sarcásticamente.
—Ya, Luján —bufo Nina—. Déjala tranquila, ¿si?
Roberta simplemente rodó sus ojos.
—No, José, como ustedes —negó—, como todas.
—Si, si —asintió sin creerle una palabra, luego señaló las botas que traía puestas—. Oye, nunca te había visto esas botas, ¿qué? ¿También te las regalo la mamila esa?
Lupe bajo sus pies de la cama, avergonzada.
—A ver, maestra, ya bájale, ¿no? —le pidió Roberta, harta de sus comentarios—. O sea, ya hay bastante relajito, como para que le eches más leña al fuego, la neta.
En eso, la puerta de la habitación fue abierta y nuevas voces se escucharon, que resultaron ser de Alma Rey y algunas de sus admiradoras. Luego Alma cerró la puerta y quedó ella sola con las dueñas del cuarto.
