Soy...Sakazuki Akainu?!

06

—okey ahora si voy a decir que la mala suerte me persigue—pensó mientras chocaba su cabeza con las barras de metal

Si sakazuki había vuelto a ser atrapada por Piratas los cuales ahora la iban a tener como su sirvienta personal.

La obligaron a hacer la limpieza completa de el barco, y si no lo hacia bien pues la colocaban contra una pared y la azotaban.

En las noche ella simplemente buscaba consuelo viendo el cielo nocturno, el cual le daba una gran paz que espera nunca perder.

Conforme pasaban los días se acostumbraba a los insultos, coqueteos e incluso los claros intentos de llevarla a algún lado, solo Oe importaba hacer bien sus que haceres después de todo era eso o sino la iban a lastimar.

Muy en el fondo entendía perfectamente porque Akainu le tenía un gran odio a los piratas, ya que estos la estaban a obligar a ser su sirvienta en muchos sentidos.

Pero algo que aún no logra entender, ¿porque todo el mundo le dice bonita? ¿Estan ciegos o qué?, ella en ningún punto se consideró hermosa o linda ella solo es una mujer nada más, todo el que la veía le decía lo mismo.

Sakazuki no era consiente de que tenía una belleza tan natural y su personalidad la hacían ver muy atractiva a los ojos de casi cualquiera.

Hasta que un día, otro barco atacó en el cuál iba sakazuki, era un enfrentamiento pirata y no podía creer lo que veía era Gol D. Roger el que había atacado el barco con su tripulación.

Ella simplemente al ver tal alboroto decidió que era mejor pasar al otro barco, lo hizo y se escondió en uno de los barriles y tapándose los oídos para escuchar la batalla. Luego de unos instantes ya no escucho nada solo los gritos de victoria de los piratas de Roger.

Ella siguió escondida hasta que sintió el movimiento del barco lo que indicaba que ya habían trazado un nuevo rumbo, así que simplemente cerro sus ojos para tratar de distraerse.

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Se podía ver la lluvia caer asiendo una hermosa melodía.

—mamá me puedes ¿cantar algo? —preguntó con un brillo especial en sus ojos

—no lo sé *cof*—tocio mientras se tapaba la boca

—mejor acuestate—le recomendó mientras alistaba el sofá

La mujer se recosto en el sofá mientras la niña se ganaba a su lado sosteniendole la mano, como si eso fuera lo último que haría con ella.

—mi niña ve a jugar—le dijo la mujer

—no quiero dejarte sola—le respondió

—no fue una sugerencia, fue una orden soldado—esta vez su voz si sonaba autoritaria

—bueno, capitán—le contestó, con un ligero puchero

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—sí, mi capitán—pronunció con algo de nostalgia

Hace un buen rato había notado que iban a ir a una isla en el North Blue, así que aprovecharía y en el primer muelle en el que embarquen ella se bajaría y se alejaría lo más posible de los piratas por un tiempo.

Pero encerio no podía creer su mala suerte de que todo le fue arrebatado por unos piratas, todo cambio por ellos, y aunque también los nobles le hicieron mucho daño los piratas le hicieron cosas peores. Sin duda dentro de ella algo le decía que los piratas tenían la culpa de todo lo malo que le había pasado pero ella también sabía que piratas hay muchos y de distintos tipos, no podía colocarlos a todos en el mismo sacó por lo que ella pasó, eso solo la haría igual o peor que los piratas que le arruinaron la vida.

Para pasar el rato decidió mejor leer su diario para poder entretenerse un poco, después aparte de tener información su diario, también tenía todo lo bueno que lograba acordarse de su antigua vida, como las frases, canciones y momentos que la hicieron reír, pero también en esas páginas estaban escritas todas las cosas malas que vivió en esta y en su antigua vida.

Aún se seguía preguntando como había logrado aguantar tanto siendo joven, en la época que debías vivir la vida al máximo, y en esta ahora de infante tener una hermosa imaginación la cual sin duda ya no pudo tener.

Bueno no le podía pedir la destino que la ayudará después de todo no siempre las cosas pasan por que esta escrito, sino también por las decisiones que uno llega a tomar en la vida.

Pero algo que agradecía poder conservar es su pasado era su personalidad y sus memorias.

Continuará...