Soy...Sakazuki Akainu?!

13

Los meses pasaron y por fin luego de muchos intentos lograron recuperar las pertenencias de sakazuki pero las encontraron totalmente destrozadas, al menos su cuchillo y diario seguían intactos y eso era lo único que importaba.

En esos días sakazuki leía una o dos veces al día su diario para estar al tanto de algunas cosas, también cuando issho salía por algo ella entrenaba su cuerpo hasta el límite por eso se bañaba tanto.

También notó que issho ahora estaba asistiendo a un entrenamiento de espadachín que quedaba a dos horas en barco de la isla, no le dijo nada después de todo es la vida de su amigo no la suya.

Y así ambos a su propia manera seguían mejorando para lograr sus propios objetivos. Y antes de que incluso se dieran cuenta ya habían pasado los años en los cuales simplemente su amistad se volvió más fuerte.

Actualmente sakazuki cumplió los veinte y era una joven de una belleza comparable con la de alguna diosa, mientras issho había cumplido los diecinueve en los cuales ya era considerado un gran espadachín. Pero todo lo bueno tiene un final y esta no sería la excepción.

Ahora ambos amigos estaban en el muelle de la isla en el cual sakazuki se iría de la isla.

—este es un ¿adiós? —preguntó algo triste mientras miraba a su amiga

—más bien es un, hasta la próxima—respondió, poniendo su mano en el hombro ajeno—además si nuestra amistad es tan fuerte, esta distancia no será ningún problema—dijo con voz serena

Issho ya se había acostumbrado a ese lado dulce, gentil, divertido y tan exótico de sakazuki sin duda él nunca se arrepentiria, de haberla conocido.

—tienes razón—algunas lágrimas escaparon de sus ojos

—hey—con su mano secó las lágrimas mientras tenía una sonrisa dulce y triste como la que das en una despedida que durará mucho tiempo—tranquilo, todo estará bien—su mirada y su voz eran bastante tranquilizantes

—aún me pregunto—pronunció algo nostálgico, llamando la atención de la contraria—¿como la niña tan problemática y agresiva término siendo la persona más amable y honesta que haya conocido en mi vida? —más que una pregunta fue una afirmación

—no deberías juzgar a un libro por su portada—se le escapó una pequeña risita para luego retirar su mano del hombro—bueno ya debo irme—informó

Cuando sakazuki estaba apuntó de tomar sus cosas dos brazos la rodearon en un fuerte abrazo de oso, el cual no tardo en corresponder ambos sabían que en todo ese tiempo ambos más que amigos se habían convertido en familia.

Sin más sakazuki tomó sus cosas y subió al barco, desde la baranda se despedía de issho el cual igual le estaba deseando buena suerte. Cuando ya no pudo ver la isla la joven decidió ir a la habitación que le habían asignado y colocó sus cosas después de todo sería un viaje de uno o dos meses, después de todo este barco era para salir de la Grand Line.

—él tiempo pasa tan rápido—pensó mientras acomodaba su ropa en los cajones—pero... Los recuerdos amargos no se van—hizo una mueca por eso

Cuando término de ordenar todo se dejó caer en la cama para luego mirar el techo.

—¿cuando voy a lograr olvidar esos días? —preguntó a la nada esperando una respuesta

No importa que viviera, cuantos años pasarán, cuánto tiempo hubiera estado queriendo olvidar todo, las marcas que estaban en su cabeza seguían vigentes, no lograba entender como ese hombre la había llegado a marcar de tal manera de que ni siquiera habiendo renacido pudiera olvidar los maltratos que sufrió en su vida pasada.

Aún recordaba esos cigarrillos quemando le la piel, esas navajas cortándole las piernas, esas sogas aorcandola hasta el punto de dejarla inconsciente, de como ese hombre se aprovechaba de su cuerpo para satisfacer sus necesidades carnales, de como la azotaba, como la obligaba a comer ratas y beber agua sucia para poder vivir, sin duda esos recuerdos aún seguían vivos en si mente.
Pero tampoco esta se quedaba atrás, unos piratas destruyeron su hogar, Xebec había matado a sus padres, había sido vendida como esclava, vio morir a sus amigos, volvió a ser capturada y tratada como una sirvienta y por último mucha gente la quería usar por su supuesta "belleza". En términos simples tuvo una vida de mierda.

Pero tampoco podía descartar los buenos momentos que hubieron. Los momentos que pasó con su hijo, las noches de series que tenían esos fueron los únicos días en los que su pareja la dejaba ser algo feliz, también de sus noches de disfraces, cuando comían palomitas momentos muy divertidos y lindos que adoraba con todo su corazón. También había buenos momentos en este lugar sus padres fueron buenos, locos y muy apasionados pero buenos de todos modos, también cuando veía como los Piratas rocks estaban borrachos era divertido verlos haciendo tonterías, también cuando los esclavos le empezaron a hablar le agrado mucho, también conocer a issho igual fue algo de los mejores momentos también pasar el tiempo con él y como olvidar a Borselino el fue su primer amigo o eso quería creer.

Tantos momentos buenos y malos en ambos momentos de su vida esta y la anterior, eran tan parecidas pero tan iguales a la vez.

Se levantó de la cama y fue a sacar su diario cuando lo encontró buscó entre las páginas de este, hasta que se detuvo en una para luego sentarse en la cama.

—me alegró de haber escrito las canciones me gustaban de mi mundo anterior—comentó con una sonrisa de nostalgia y alegría

Sin más mientras leía las palabras escritas en esas hojas tan antiguas también cantaba mientras el barco en su completo silencio le dejaba escuchar mejor la letra que salía de su voz.

♩♫hijo del corazón♩♫
♩♫deja ya de llorar♩♫
♩♫junto a tí yo voy a estar♩♫
♩♫y nunca más te han de hacer mal♩♫
♩♫tus ojitos de luz, el llanto no a de nublar♩♫

Y así siguió hasta que calló dormida sosteniendo el libro el cual era sin duda su única pertenencia que le permitía recordar su vida pasada, lo que aún la ataba a su antigua personalidad, de la cual venían su capacidad de perdonar, si alguien llegará a destruir ese diario no sólo se perderían hojas y tinta sino también el único legado y rastro de lo que alguna vez fue la persona que actualmente se llama "Sakazuki".

Continuará...