Soy...Sakazuki Akainu?!

23

Era otro día normal como siempre no había mucha novedad, salvo por que ahora sakazuki y borsalino estaban sentados en uno de los tantos techos que había en Marineford.

——volviste a dormir mal ¿verdad? ——cuestionó el hombre mientras prendía un cigarrillo

—¿tu que crees? ——contestó mientras veía su katana, estaba molesta

——¿siempre has tenido pesadillas de ese tipo? ——volvió a preguntar mientras soltaba un poco de humo y dejaba que la nicotina siguiera su curso por su sistema

——tanto tiempo, como me odio a mi misma——le respondió mientras apretaba más fuerte la empuñadura de la katana

——¿por qué te odias? ——volvió a preguntar

——¿por que no lo haría?, sería mejor pregunta——comentó mientras clavaba la katana en el techo (como la espada en la piedra para que se entienda mejor)

——Saka–chan, te conozco se que no eres así——pronunció esperando poder ayudar mejor a su "hermanita"

Pero eso causó un efecto contrario, sakazuki acomodó su gorra de la marina de forma en la que no se vieran sus ojos y apretó sus manos volviendo las puños.

——sabes mi nombre pero no mi historia——empezó a hablar con un tono casi de odio——has oído lo que e hecho pero no porque lo e pasado, sabes donde estoy pero no de donde vengo, deja de fingir, el hecho de saber mi nombre no implica ¡conocerme! ——gritó lo último mientras se marcaban sus venas por casi todo su cuerpo

Borsalino se quedó callado nunca en todo lo que conoce a sakazuki, la había visto estallar así con nadie menos con él, pensó que fue su culpa por preguntar tanto pero mantenía su cara de despreocupación. Mientras sakazuki tenía una expresión de enojo aún si no podía ver sus ojos.

——perdón... ——pronunció Kizaru mientras miraba para otro lado

——creo que no puedo dejar, de lastimar a las personas——pensó mientras secaba rápidamente sus lágrimas que salían por haberle gritado a Kizaru

Los dos se quedaron en un silencio sepulcral ninguno de los dos quería empezar una conversación, tenían miedo de que el otro no le respondiera o que eso se convirtiera en una discusión.

——lo lamento... ——dijo, eso hizo que Kizaru se volverá a verla——tú estabas tratando de ayudarme y yo te grite, que buena amiga soy ¿no? ——lo último lo dijo con un muy notorio sarcasmo y algo de culpa

——yo te estaba preguntando mucho——agregó Kizaru mientras se paraba y se sentaba al lado de sakazuki

——yo me odio, porque lastimó a la gente——aún sus ojos eran cubiertos por su gorra——siempre, que alguien se acerca a mi sale lastimado ya sea físicamente o psicológicamente——una que otra lágrima ahora estaba recorriendo su rostro

——ese monstruo——interrumpió mientras secaba algunas lágrimas del rostro ajeno——es tu miedo, culpa, arrepentimiento, ira y preocupación ¿no? ——la chica solo asintió mientras su labio temblaba por las ganas de llorar——ya no estas sola sakazuki——pronunció

Y con eso Akainu se derrumbó y empezó a llorar Kizaru la abrazo para que al menos ese dolor se apaciguara un poco, sakazuki tenía razón el no la conoce bien pero si lo suficiente.

Sakazuki empezó a llorar en el hombro de borsalino mientras este le daba algunas palmaditas en la espalda, se quedaron en esa posición mucho tiempo tanto que hasta el sol ya se estaba ocultando.

——vaya que te desahogaste——comentó Kizaru tratando de animar el ambiente

——esto se queda entre tu y yo——dijo/ordenó mientras se ponía de pie, sacaba su katana de donde la dejó clavada y la puso en su espalda

——y ya volvió——dijo bastante tranquilo mientras se ponía de pie pero por dentro estaba aliviado de haber podido ayudar a su amiga/hermana

——no le comentes nada de esto a Aokiji——

——¿por? ——

——no me dejara de molestar por esto——fue lo último que dijo antes de bajar del techo

——bien——respondió——si kuzan y sakazuki terminan siendo pareja, ¿como serían? Na para que pienso eso si nunca va a suceder——

Sin más después de eso la tarde y noche transcurrieron de lo más normal, y una que otra pelea entre Aokiji y Akainu mientras Kizaru disfrutaba el espectáculo.
Después de todo aunque nunca lo iba a admitir o gritar sakazuki sentía que Kizaru era la persona más cercana que nunca estuvo a su lado, era su amigo, consejero, hermano y guardián ya que siempre sabía cuando debía protegerla. Internamente le agradecía a más no poder.

Continuará...