Soy...Sakazuki Akainu?!

09

—encerio mi suerte o mi destino no se sinceramente si es buena o mala—pensó con algo de ironía

Resulta que el barco que había tomado iba en dirección a la Grand Line, también noto que en la isla que habían embarcado era un poco más "tradicional" por decirlo de una manera.

El paisaje era bastante lindo, las casas eran japonesas antiguas también había muchos árboles de distintos tipos, realmente un paisaje hermoso a la vista de cualquiera, por un segundo ella creyó que estaba en Wano.

Lo que estaba incomodando un poco a sakazuki era que la gente no la dejaba de mirar se sentía demasiado incómoda.

—pero que niña más hermosa—una señora comentó mientras la agarraba del brazo—serás una hermosa adquisición en mi casa—una pequeña sonrisa maliciosa apareció en su rostro

—a que viene eso ¡yo la ví primero! —grito otra mujer, tomando el otro brazo de la niña jalandola a su lado

—¡¿por que ustedes se pelean por esa niña?! ¡Cuando claramente es mía!

Y así empezó una disputa en media plaza por las patronas y patrones de algunas casas de "entretenimiento" los cuales solo querían a la niña, la cual gracias a que alguien la tomó de la mano logró salir de ese lugar.

—¿te encuentras bien? —preguntó el chico mientras paraban su andar

—¿como te sentirias si casi murieras axficiada? —le preguntó con un muy notorio sarcasmo

—perdón—se disculpo mientras un aura triste se formaba a su alrededor

—pero gracias por salvarme—dijo, la oji–ámbar mientras se cruzaba de brazos

—no fue nada—respondió ya más calmado y con una sonrisa en el rostro

Sakazuki recién se fijó en la apariencia de su "salvador", era unos centímetros más bajo que ella, era de pelo negro y corto, piel blanca y ojos color negro como la noche, realmente le parecía algo atractivo pero también le resultaba ligeramente familiar como si ya lo hubiera visto en algún lugar pero no sabía exactamente donde.

—¿como te llamas? —preguntó mientras se acercaba un poco al rostro ajeno

—eh–... y–yo...s–oy—estaba tartamudeando mientras un leve sonrojo pasaba desapercibido por su rostro—¡esta demasiado cerca! —pensó mientras no podía dejar de ver los ojos de la chica

—acaso ¿el gato te comió la lengua? —preguntó con algo de burla por como estaba tartamudeando—kawaii—pensó internamente

—i–ish—issho—respondió algo entrecortado, mientras ponía un poco de distancia entre sus rostros

—sakazuki, un placer issho—le extendió la mano

—es un gusto conocerte—también le extendió la mano

Y ambos se dieron un fuerte apretón de manos, para luego notar que el sol ya se estaba ocultando.

—¿tienes donde dormir? —preguntó el oji–negro

—¿no seré una molestia? —cuestionó mientras miraba el atardecer

—no descuida, no es ningún problema—le contestó con una pequeña sonrisa

—entonces, aceptó tú invitación—respondió, mientras le agarro la mano—entonces corramos antes de que se haga más tarde—le dijo con una mirada bastante linda

Y así issho corrió enfrente de sakazuki la cual le seguía el paso los dos corrían mientras iban agarrados de la mano para no perderse, lo que para la vista de cualquiera se vería como un acto romántico.

Cuando llegaron a la casa de issho, esta estaba totalmente vacía realmente se sentía como si nadie hubiera estado hay en años.

—lamento el desorden—se disculpo mientras encendía algunas velas para que pudiéramos ver

—descuida—le dijo—he estado en situaciones más deplorables que esta—argumentó

—eso ¿debería hacerme sentir mejor? —cuestionó con una gota estilo anime detrás de su cabeza

—de que en comparación, no esta nada mal tu casa—argumentó mientras veía de arriba a bajo cada rincón que podía ver

—¿gracias? —dijo algo dudoso en realidad el no sabía si lo estaba halagando o insultando

—de nada—contestó—y bueno ¿donde voy a dormir? —preguntó mientras miraba el techo

—¡ah! Si espera ya l–—cuando iba a salir no pudo avanzar

Ambos notaron que en todo ese tiempo no se había soltado de las manos, así que rápidamente los dos las separaron.

—perdón—pronunció algo sería mientras desviaba la mirada hacia otro lado

—descuida, fue un accidente—trato de sonar los más calmado posible—ya vuelvo—dijo antes de correr por unos de los pasillos de la casa

Cuando ya no pudo ver la silueta de su acompañante soltó un largo suspiro mientras se ponía las manos en la cara, la cual estaba un poco roja.

—¡¿por qué me siento así?! —grito para sus adentros—tal vez solo es mi imaginación tengo que tener la mente fija en la meta que me propuse—se auto regaño mientras miraba de nuevo el techo—odio no tener el control de mis emociones—pensó algo enojada, para luego mirar de nuevo su mano con la que había estado entrelazada con issho—se sentía cálido—pensó algo más calmada

—saka–Chan ¿te encuentras bien? —preguntó issho el cual tenía algunas mantas en sus manos

—¡AH! —grito, mientras daba un salto para luego mirar con algo de molestia al chico—no me vuelvas a asustar ¿oíste? —le lanzó una mirada bastante amenazante

—entendido—dijo mientras unas gotas de sudor bajaban por su rostro—es más aterradora de lo que parece—pensó, mientras tenía una sonrisa algo nerviosa

—¿para que son estas cosas? —preguntó mientras señalaba las mantas que traía issho

—son futones—le respondió mientras los colocaba en el suelo—serán nuestras camas ¿nunca has usado uno? —preguntó mientras acomodaba los dos

—nunca dormí en nada parecido desde hace mucho tiempo—contestó algo fría y cortante

Ambos luego de eso decidieron guardar silencio, para luego acostarse en los dos futones mientras la vela seguía encendida, la cual luego se apagó dejando a la Luna, como la única fuente de luz que mostraba como ambos jóvenes dormían.

Continuará...