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Las horas habían pasado en un abrir y cerrar de ojos. Jimin no se había dado cuenta de las horas que había estado sentado haciendo los anuncios que iba a repartir en la ciudad la tarde de esa misma madrugada. El rubio estaba tan entusiasmado con la idea, que nunca se dio cuenta que eran más de las tres de la mañana y que su hermano no había llegado a casa aún. Se dió cuenta de la hora que era gracias que bajó a la cocina a cenar un sándwich que el mismo se preparó. Si no fuera por su estómago que gruñó por hambre, no se hubiera despegado de su escritorio para descansar.

Jimin estaba tan centrado en su mente, recargado en la isla de la cocina, que apenas y escuchó el azote de la puerta principal hizo que saltara en su lugar con el corazón en la mano.

―¡Jimin! ¡¿Dónde carajos estás Jimin?! ―escuchó a su hermano gritar más que cabreado.

Al principio, el rubio se asustó porque no había visto a Yoongi de esa manera desde hacía muchos años atrás, pero se recordó a sí mismo que tenía que ser fuerte ante todos. Además, el estaba mucho más enojado que él y sí tenía verdaderos motivos por cuál odiarlo en ese momento.

Segundos después, la puerta de la cocina se abrió y entró un peligris con el rostro rojo de enojo, las venas marcándose en su cuello y sus ojos oscuros. Jimin actuó como si no le importara, pero al tener a Yoongi en cara, su rostro cambió a una tranquila a una retadora.

―¡¿Dónde diablos estabas?! ¡Eh! ¡Por qué diablos saliste de la fiesta sin avisar! ―Jimin guardó silencio ―¡Contesta, carajo!

Entonces el mayor le quitó de las manos el plato con la mitad de su sandwich y lo tiró al suelo, haciendo que el plato se rompiera y provocara un desastre en la cocina.

―Ahora si te preocupas por mí ¿No? ―dijo Jimin muy molesto.

―¡Siempre me he preocupado por ti! ¡¿Sabes?! ―Jimin rodó los ojos y miró a cualquier lado menos al peligris ― ¡Cualquier loco te pudo haber raptado en la carretera, en el autobús que tomaste regreso a casa! ¡Un ladrón pudo estar en la casa y tú estás solo! ¡No tuviste ni la decencia de avisarme que te ibas a ir!

―¡¿Para qué?! ―respondió el contrario ―¡Si tan siquiera notaron mi presencia cuando estaba atrás de usted! ¿Sabes? Me fui de la fiesta desde hace muchas horas atrás ¡Y tú apenas estás notando que me había ido por estar de noviecito con el chico que me gusta!

La expresión de Yoongi cambió de una histérica, a uno de pena y vergüenza. Sabía que tarde o temprano Jimin se lo iba a echar en cara y tenían que aclararlo si no quería perder a su único hermano. No intentó retomar el tema anterior porque sabía que en parte que era su culpa. Supo tres horas después que su hermano estaba en ningún lado de la casa, y si no fuera por un par de chicos que lo vieron tomar el bus, ahora mismo estaría en la estación de policía levantando un reporte de desaparición.

―Perdón Jimin... Yo... ―suspiró, mirando a su hermano con los brazos cruzados y mirándolo directamente. ―Tienes razón de molestarte conmigo. Fuí un pésimo hermano y amigo. Debo de admitirlo. Pero hay algo que no sabes... Yo...

Quería que la tierra se lo tragara en ese instante, pero si quería que si relación tanto con su hermano con su novio fuera sana, tenía que enfrentar con aquel secreto que había prometido llevarse a la tumba (bueno, ya no tan secreto). Pero antes de que pudiera seguir, el menor de ambos lo interrumpió.

―¡No quiero escucharte! ¡No quiero escuchar tus tontas excusas! ¡Solo eres un gran hijo de puta egoísta, que no sabe que es la hermandad, que no sabe respetar los sentimientos de otros y un maldito idiota!

―¡Jimin! ¡Cálmate! ―exclamó el peligris, pero este lo empujó y siguió haciendolo, pensando que tal vez así podía desquitar si enojo.

―¡No digas que me calme! ―atacó ―¡Lo único que haces es lastimar a las personas! ¡Tú ni siquiera eres gay! ¡Tú no tuviste que salir del clóset! ¡Tú no viviste lo mismo que Hoseok y yo! ¡Yo estuve siempre para él y aún así te escogió a ti! ¡Qué diablos le hiciste!

Jimin había empezado a llorar y a gritar. No le importaba que toda la cuadra lo escuchará o que de verdad estaba lastimando a Yoongi con cada golpe que le daba. Ya nada le importaba porque Hoseok ya no estaba con él. Su corazón se sentía destrozado y no quería más que romper todo lo que tenía frente a el.

Yoongi no hizo nada para defenderse. Sabía que Jimin tenía que sacar todo lo que tenía adentro porque al final, tenía un corazón roto. Pero como toda persona, todos tienen un límite, límite que Jimin tocó peligrosamente.

―¡Eres un idiota! ¡Te odio! ¡Eres un maldito egoísta! ¡Eres igual que tu madre! ¡No sabes que es la palabra 'familia' porque si no, no me hubieras quitado a Ho-

De repente, su delgado cuerpo chocó con el refrigerador, haciendo que todos los imanes de los viajes de sus padres cayeran al suelo y Jimin se lastimara la espalda. Sus muñecas eran sujetadas por las manos fuertes de su hermano y su rostro estaba a centímetros del suyo. Era igual o peor de cuando llegó a casa reclamándole de que se había ido antes de la fiesta sin avisar. Si, era mucho peor.

Fue ahí, cuando Jimin se dió cuenta que había mencionado a la madre de Yoongi, una persona que él no le gustaba recordar y tampoco le alegraba escuchar. Odiaba cada segundo que la mencionaban y él, lo había dicho. Peor. Me había dicho que era igual a ella.

―Número uno: ―Su voz era realmente profunda, su mirada daba miedo y cada microsegundo que pasaba, la fuerza que aplicaba sobre el era mayor. ―Nunca la menciones. ¡Sabes que odio escuchar de ella y más si viene de tu puta boca! Número dos: Lo que pase con mi sexualidad ¡Te vale una mierda! ¡No soy gay, no soy bisexual y tampoco sé que soy realmente, pero eso no me importa realmente! Solo sé que me gusta Hoseok y ya. ¡Número tres! ¡Hoseok me ha gustado desde mucho antes de que tú me confesaras tu enamoramiento, pero no te lo dije porque respeté tus sentimientos!. Lo hice hasta el último segundo que pensé que no iba ser correspondido, pero ¡Oh sorpresa! Hoseok gusta de mí y ambos estamos en busca de algo serio. Tal vez lo sabrías ¡Si por un maldito segundo pensaras en los demás y no solo en ti! ¡Piensa que los demás también tienen sentimientos y que no siempre serás correspondido! Así qué, ¿Quién es el verdadero egoísta?

Yoongi soltó al menor, quien ya se encontraba temblando y llorando silenciosamente mientras resbalaba su espalda por las puertas del refrigerador, hasta llegar a sentarse al suelo.

Se sintió un poco mal el mayor de los hermanastros después de ver al rubio, pero no se iba a disculpar después de unos días. Quiso que el rubio recapacitara sobre lo que dijo y asimilara lo que ahora sus vidas serían con su nueva relación con Hoseok.

Sí, había hecho mal, pero lo que sentía por su novio era lo más fuerte que había sentido por alguien más.

Antes de irse a dormir, volteó a ver a Jimin por una última vez antes de salir de la cocina y dejarlo solo llorando.

Jimin comprendió en ese momento, que no podía seguir siendo amigo de Hoseok. Nunca más. Necesitaba buscar a su nuevo confidente, su nuevo mejor amigo con cuál desahogarse como en ese momento.

Necesitaba su complemento.

•°•°•°• Faltas de ortografía y gramática las corrijo durante el día

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Faltas de ortografía y gramática las corrijo durante el día. C:

¡Buscando Nuevo Mejor Amigo! | ᴠᴍɪɴWhere stories live. Discover now