Capítulo 53

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Liliana

La noche de ayer jamás la olvidaré, mi mente me mostraba las imágenes de lo que me imaginé mientras leía y escuchaba todo lo que Alonso me contaba.

Pensar en todo lo que sufrió la señora Louisa apretaba mi pecho, ella vivió un infierno solo por haber tenido la mala suerte de parecerse físicamente a la que fue la madre de Alexander

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Pensar en todo lo que sufrió la señora Louisa apretaba mi pecho, ella vivió un infierno solo por haber tenido la mala suerte de parecerse físicamente a la que fue la madre de Alexander.

Todo eso me dejó reflexionando por horas. ¿como podían haber personas así? Tan egoístas, tan crueles e inhumanas. Capaces de hacerle daño a inocentes solo por placer o venganza. ¿qué está mal en el mundo? No, en realidad, ¿que está mal con las personas?

Lo peor es que ese tipo de seres despreciables abundan en todas partes, podría ser cualquiera y eso es lo que más me da miedo, porque ya lo he vivido, fuí traicionada por mis propios padres, quienes se suponen deben protegerme y amarme por encima de cualquier cosa. ¿Y si no podía confiar en ni ellos, en quien lo haría? Ya no quiero confiar y que vuelva a pasarme lo mismo.

Si tan solo supiera exactamente que debo hacer.

Alonso me dijo que me ama y todavía lo estoy procesando, sus palabras lograron tocar mi alma, me conmoví, jamás hubiera pensado que escucharía tales palabras de amor de su parte, pero así fue, y le creo.

Así como también creo que estoy condenada a que no me deje ir, a estar encerrada por el tiempo a él le plazca, porque si, me ama, pero de una forma egoísta que para nada me incita a corresponder.

Así que no me queda de otra que resignarme. Él es millonario, tiene influencia, poder, personas que lo admiran y le son leales ¿Qué es lo que yo tengo? Nada, no tengo nada, lo único que tenía era mi carrera y ya nisiquiera la puedo ejercer, nada... nisiquiera una persona con la que pueda hablar.

Aunque Alonso pueda entender mi soledad y yo pueda entender la suya; no significa que por eso debamos acompañarnos, no está bien, yo no estoy bien, esta no es la manera, y cuando pienso en los sentimientos que dice tener por mi, todo se vuelve confuso.

Aunque Alonso pueda entender mi soledad y yo pueda entender la suya; no significa que por eso debamos acompañarnos, no está bien, yo no estoy bien, esta no es la manera, y cuando pienso en los sentimientos que dice tener por mi, todo se vuelve con...

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Bajé las escaleras y me fuí hasta el patio para sentarme en algún lugar del inmenso jardín. Respiré aire fresco mientras el viento alborotaba mi cabello suelto. A lo lejos había hombres de traje negro que como siempre vigilaban los alrededores de la casa.

Eres mía [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora