Capítulo 69

223 5 4
                                    


Liliana

Veinticuatro largas horas después, Alonso todavía no despertaba, me turné con Charlotte para dormir. Pero no descansé nada, porque solo pensaba en él, en quería que abriera los ojos y me viera ahí, a su lado, dónde quería permanecer. Pero no pude ya que Charlotte prácticamente me echó de la habitación para que viniera a casa a bañarme y cambiarme de ropa.

Le hice caso y me vine lo más rápido que pude a mi departamento con la intención de no tardar mucho. Para mí sorpresa, cuando llegué la puerta estaba abierta, ingresé con cautela, pero bajé la guardia cuando ví que se trataba de Nate.

—¡Lily! ¿Dónde estabas? —Inquirió atrapandome en un abrazo. —Casi me muero del susto. La puerta estaba abierta, había desorden y comida regada en la cocina, creí que algo te había pasado. —Se separó para mirarme a los ojos.

—Lamento haberte asustado.

—¿No me dirás dónde estuviste?

—Algo que me dice que ya lo sabes.

Guardó silencio un momento y endureció su expresión. —Estabas con Alonso.

—Sí. —Admití sincera. —Sufrió un atentado, casi pierde la vida. Solo vine a cambiarne de ropa para volver a hospital.

—Entiendo. —Bajó la mirada. —Entonces yo me voy. —Forzó una sonrisa. —Nos vemos cuando estés desocupada. —Dijo caminando a la salida.

—Espera, Nate. —Se detuvo y me miró, se veía bien, pero sabía que no lo estaba. —Tenemos que hablar.

—Ahora no tengo tiempo bebé, debo... asistir una reunión de negocios. Nos vemos en otro momento. —Me sonrió una vez más y se fué sin mirar atrás.

Se me estrujó el corazón, me dolía pensar en confesarle lo que sentía porque no quería lastimarlo. Pero ese momento tenía que llegar tarde o temprano.

Llegué al hospital casi corriendo

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.


Llegué al hospital casi corriendo. No soportaba estar lejos de Alonso, quería estar con él y quería que lo supiera.

Entré a la habitación Charlotte estaba acostada en él sofá, se había quedado dormida, no la culpaba, la pobre tampoco pudo dormir bien anoche.

Me acerque a él, mi corazón saltaba en mi pecho mientras admiraba su bello rostro que lucía muy tierno cuando dormía. Estiré mi mano y acaricié su mejilla.

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
Eres mía [En Emisión]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin