Capítulo 1. Olor a peonía

3.9K 357 189
                                    

Cuando un ser humano es transformado en demonio, uno olvida su pasado completamente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando un ser humano es transformado en demonio, uno olvida su pasado completamente. Yo solamente veo fantasmas a mi alrededor. Personas que susurran en mi oído y yo los ignoraba completamente porque eran débiles. Yo soy el demonio perfecto creado por ese hombre a quien no debemos pronunciar su nombre, solamente cuando estaba presente en una reunión importante.

Mis ojos visualizan desde una altura considerable a mis futuras víctimas. Ninguno me llamaba la atención. Todo este lugar estaba lleno de Betas, criaturas inferiores incapaces de procrear con los Alfas y con los Omegas. Oh, si ese hombre le daba su sangre a un Beta y este lo acepta, definitivamente tenía la capacidad de convertirlo en un demonio Alfa, aunque han habido casos de demonios que son convertidos en Omegas.

Yo soy la Luna Superior Tres. Mi nombre es Akaza.

Ese hombre, llamado Kibutsuji Muzan, me dio la orden de observar este pueblo absurdo en busca de aquella flor que tanto ansiaba tener. Muchos siglos en su búsqueda para dominar el sol y no había indicios. ¿Qué pasará cuando la encontremos? ¿Nosotros también seremos inmunes? La sangre de ese hombre recorre nuestras venas. Sería lo más lógico, sin embargo, no estaba seguro de ello.

Yo no era amigable del resto de Kizuki, sobre todo, de ese estúpido llamado Douma. Me dio rabia cuando me ganó en aquella pelea de sangre para subir de rango. Apreté los puños con rabia recordando ese momento. Ese idiota era débil y cobarde. ¿Por qué? No perdonaba el hecho de que este tipo se comiera a las mujeres por puro capricho diciendo estupideces, como: «Las mujeres tienen una carne y una sanre deliciosa». Ojalá que la próxima batalla de sangre la gane yo porque yo merezco estar en su posición y luego pelear con Kokushibo. Un demonio muy poderoso.

Me estaba aburriendo desde mi posición. Necesitaba moverme un poco. Desde las sombras me movía para no ser detectado. A estas horas los humanos entran en sus casas porque oyeron rumores de una criatura capaz de comer humanos. En este caso, nosotros. Patético. Todos eran débiles. Pero ¿por qué yo no podía atacar o comer a las mujeres? Será por mi orgullo o una voz de un fantasma femenino que me susurraba al oído por la cual ignoraba. Tuve que pedir permiso a ese hombre para no hacer tal acto. Me costó, pero lo conseguí.

Este lugar es un pueblo fantasma. Los olores se mezclaban entre sí. Niños comer y jugar. Mujeres echándose perfume para ligar con sus maridos o amantes. Personas follando como si no hubiera un mañana. ¿Hace cuánto pasó desde mi último encuentro sexual? Muchos siglos. Estaba un poco oxidado. No toqué a ninguna mujer desde que me convertí en demonio. Será porque quería evitar hacerles daño. Soy un monstruo definitivamente.

Mis pasos se detuvieron cuando noté olor a sangre arriba en la montaña. Presas descuartizadas y devoradas por uno de los nuestros. Debería revisar a ver si dejó algún resto para mí. De cinco saltos grandes llegué a mi destino. Una pequeña cabaña abandonada en medio de la montaña y apartada del pueblo. Extraño, ¿no? No dudé en entrar en aquella casa y ver con mis propios ojos sangre esparcida por todos lados y partes de los cuerpos aún sin devorar.

Eres mía, humana (Akaza X Reader)Where stories live. Discover now