Capítulo 10. La batalla final se acerca

1.7K 172 10
                                    

Los cazadores de demonios han decidido no atacarme debido a la conexión que tenía con ___

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Los cazadores de demonios han decidido no atacarme debido a la conexión que tenía con ___. Si me mataban, también perjudicaba en asesinar a ella por estar nosotros vinculados, por ser Alfa y Omega. ___ me informó sobre la sangre de nuestros hijos. Koyuki era más demonio que su hermana. Daba igual. Ambos serían consumidos por ese hombre si no lo tratamos a tiempo. Me dijo también que una chica llamada Shinobu está buscando una “cura” para la bebé.

Se me hacía raro estar en un lugar lleno de cazadores. Puedo notar sus auras y son realmente peligrosas. En cualquier momento, uno de ellos pudiera aparecer para atacarme a la espalda. Ese joven llamado Kagaya les dio la orden de no tocarme. Ya no tenía ningún tipo de conexión con Muzan. Se me hacía raro no escuchar su voz susurrar cerca de mi oído y pedirme que hiciera tales actos.

Ahora me encontraba en el cuarto de ___ con mis hijos. Hakuji era el más espabilado y se ponía a patalear o a balbucear cosas sin sentido. Él quería coger mi mano y yo se lo entregué sin ningún tipo de problema. Luego estaba Koyuki que me alzaba los brazos o pegaba con suavidad su hermano queriendo atención. Tal para cual. Lo más lógico era tomar a ambos a cada lado y que por lo menos no sintieran celos uno del otro.

Son tan pequeños. Yo los protegería con mi vida. Yo veía a Koyuki con bastante fuerza que antes. Creo que se estaba acostumbrando a esta vida que la condenó. Los abracé con mucho cuidado para que sepan que no me iré de ahí. Tengo la obligación de cuidarlos. Son mis hijos. No permitiré que Muzan les ponga un dedo encima.

Peonía. Tú estabas entrando en la habitación porque fuiste a donde Shinobu para comunicarte sobre la medicina. Aún ese olor tan característico de ti está presente. Nunca se irá. Te acercaste para comprobar que todo iba bien. Una sonrisa formaste a ver que los pequeños estaban entretenidos.

—Saben que eres su papá —susurraste.

—Porque mi aroma está presente en ti —dije, devolviendo su sonrisa—. Entonces me reconocen perfectamente.

—¿Eso significa que son…?

—No, aún son pequeños. Sin embargo, tengo la duda si Koyuki será una Alfa o una Omega por tener más ADN de demonio.

—¿Es probable que salgan Betas? —cuestionaste.

Todo era posible. No iba a negar esa posibilidad. Poco a poco vi a ambos hermanos cerrar los ojos porque se estaban quedando dormidos en mis brazos. Yo no transmitía calor como su madre, pero sus rostros de relajación lo decían todo. Tú me ayudaste a coger a Koyuki para colocar a ambos hermanos en el futón. Tengo el presentimientos de que los dos serán buenos niños, si se les cría bien.

—¿Estaremos seguros acá?

Esa duda causó que te mirase directamente a los ojos. Sí, esa mirada me indicaba que tenías miedo. Miedo a que ese hombre nos encuentre e intente hacernos daño. Ni yo mismo estoy seguro si lo estamos. Muzan no se atrevía a pisar este lugar. Y si lo hace, es que ya está harto de jugar al gato y al ratón. Quiere que su objetivo se cumpla y no parará hasta conseguirlo.

Eres mía, humana (Akaza X Reader)Onde histórias criam vida. Descubra agora