Capítulo 4. El siguiente paso

3.2K 278 112
                                    

___ estaba durmiendo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

___ estaba durmiendo. Anoche no pude contenerme porque el dulce aroma de su celo despertó mi lado salvaje. No he parado de mirarla durante un buen rato. Ella era tan hermosa, desnuda. Y yo, en cambio, vestido. No podía creer que ella se entregó a mí. Un demonio que obedecía las órdenes de su superior. ___ no me temía. Mi mano acarició sutilmente su cabeza viendo que ella fruncía un poco el ceño, pero luego volvía a su estado normal y tranquila. Yo no puedo tener sentimientos hacia ella. Eso demostraría que era débil.

Me levanté del futón para ir al patio de la casa observando detenidamente la luz de la luna. La brisa del viento golpeaba mi rostro queriendo despertar de este dulce sueño. Cerré los ojos disfrutando de ese momento, dejando que el olor de peonías impregnada mis fosas nasales. Su perfume natural me maravilla, me enloquecía.

Un sonido de una biwa llamó mi atención. Mis párpados se abrieron de golpe viendo que no estaba en la cabaña. El castillo infinito. Y no era el único presente. Todas las lunas superiores estábamos ahí un tanto confundidos. Yo aún más porque hace unas semanas tuvimos una reunión con Muzan-sama. Mi cuerpo se estremeció al notar la presencia de ese hombre. Él estaba tranquilo en su sitio experimentando como siempre. Yo me incliné ante él a modo de respeto.

—Muzan-sama —lo llamó Gyokko—, es raro que nos llame tan seguidamente.

El rey de los demonios no dijo nada tan solo se centraba en sus experimentos. No había que molestarlo. Sin embargo, el hombre dejó lo que estaba haciendo para mirarnos fijamente. Creo que sus ojos rojos se centraron en mí.

—Akaza, acércate.

Todo mi cuerpo se tensó cuando me llamó. Yo lo obedecí cual perro sin atreverme a mirarlo. No quería faltar el respeto. Todos los demonios estaban mirando con cierta intriga. Entonces noté unas leves palmadas en mi cabeza provocando cierta incomodidad en mi ser.

—Buen trabajo. Te felicito por tu gran labor. Ahora solo falta que esa Omega quede preñada.

—¡¿O-Omega?! —exclamó Hantengu.

—¡Ah! ¡Akaza-dono! No habías comentado que encontraste a una Omega. ¡No es justo! —Douma puso un puchero. Me daba asco este tipo.

—Era un secreto que manteníamos entre él y yo —respondió Muzan calmando al resto—. No te preocupes, Douma. Si él no hubiera conseguido crear el nudo con ella, serías el siguiente de marcarla. Pero veo que esa joven sentía ganas de estar con nuestro querido demonio. Que sentimiento tan débil, ¿verdad?

Yo no dije nada. Solo me callé, escuchando las palabras del Super Alfa de nuestra manada. De verdad todavía estaba absorto con todo lo que pasó en esa noche. Sentía miradas de envidia en mi cuerpo menos Daki. Yo notaba un gran celo en ella.

—¡¿Cómo es posible que hayas creado un vínculo con esa Omega?! ¡No puede ser más hermosa que yo! ¡Es injusto, onii-chan!

—Te recuerdo que Muzan-sama nos prohibió tocarte —habló Kokushibo.

Eres mía, humana (Akaza X Reader)Where stories live. Discover now