-Digame visconde, ¿Que busca en una dama?.- El visconde mira a la señorita con la que bailaba y sonríe
El visconde pensó y pensó en su respuesta pero no la encontraba, entonces dijo lo que siempre se había callado.- Que sea un poco menos alta que yo...
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-¿Le gustaría rosas o tulipanes? Aún que creo que le gustarán más las peonías.- Eleonor sonríe y recuerda a Anthony, Daiana seguía hablando de la boda y Eleonor solo asentía, bajilla, flores, vestido, colores, decoración, música todo debía ser perfecto, y ella solo quería regresar el tiempo y decir no.
-Daiana, quiero que dejes las muestras de todo en el salón de eventos y iré ahí pronto para escoger.- Eleonor no espera respuesta y camina escaleras arriba, entra a su habitación y se acuesta en la cama.
Abraza sus piernas y llora contra ellas, ¿Cuando se había equivocado? ¿Cuando se había convertido en aquella pintura que tanto amo?.
La puerta es tocada por fuera y Eleonor se arregla el maquillaje, Daiana entra a la habitación con cuatro cartas y se las entrega a la futura princesa.
Después entran dos hombres a la habitación y dejan un gran paquete dejándolo recargado en la pared, Daiana le da una nota y salen todos de la habitación.
Eleonor deja las cartas en la cama y abre la nota.
Eleonor mira el paquete y se acerca, rompe el papel en el que venía y ve la pintura que le fascinó. Había cometido un grabé error.
Se sienta en el suelo a observar la pintura y lágrimas caen de sus mejillas, la puerta es abierta por Anne y ella corre a abrazarla.
-¡Me e equivocado Anne!.- Eleonor se esconde en los brazos de su amiga y está acaricia despacio su cabello
-Respira, déjalo salir, cariño.- Anne sonríe triste al cuadro y niega, quien fuera que allá mandado ese cuadro era una persona que odiaba a su amiga.
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-Quiero delias blancas con lilas en la iglesia, en la recepción quiero peonías y rosas blancas con capullos bien abiertos.- Eleonor veía las flores y caminaba de mesa en mesa buscando algo de su agrado.
-La vajilla, majestad.- Daiana y Eleonor se tenían gran apoyo mutuo pero Eleonor no me había confiado ese gran secreto a Daiana.
-Me gustaría blanca con flores y copas lisas, también los cubiertos platas.- Daiana mira su relog de bolsillo y niega.
-Vamos tarde, majestad, tenemos que ir a su encuentro con el príncipe friedrich, eligirán fechas y lugar.- Eleonor niega
-Esto es importante, te pediría que fueras tu y le pidieras que veniera conmigo a elegir todo esto.- Daiana asiente y se retira dejando a Eleonor sola mirando todas las opciones.
-Debes estar muy ocupada.- Eleonor no voltea al escuchar la voz del visconde y se queda paralizada observando la vajilla.- ¿No responderás?
-¿Que quieres que te responda después de lo que enviaste?.- Eleonor toma una copa y la observa de cerca, se ve el reflejo de Anthony acercándose.
-¿Fuí malo con usted?, Lo siento, tal vez debí considerar que herí sus sentimientos. Pero claro, como lo haría si usted a echo lo mismo conmigo.- Anthony está a dos pasos de Eleonor y se podía escuchar en su voz enojo y tristeza... Decepción.
-No hice algo malo, usted eligió a alguien más, yo tenía la misma opción y cuando tomo mi desición, ¿Soy la mala?.- Anthony niega y ríe, se acerca completamente y sus cuerpos se juntan.
-Usted está sola, se casará con un príncipe pero mirese, ¿Cómo se siente dejar al amor de su vida por un príncipe que no la conoce?.- Eleonor voltea molesta y lo confronta
-¿Y usted si me conoce?.- Y eso ofendió mucho al visconde.
-Lo suficiente como para decir que usted no quiere esto, por lo menos no con el, yo estaría con usted eligiendo hasta el más minimo detalle.- Anthony y Eleonor se miran mal y la tensión empieza a crecer.
-La primera vez que casi me caso fue de echo con usted, pero me trato como una persona cualquiera, y eso duele, por qué yo jamás lo habría tratado así apesar de la circunstancia.- Anthony se ríe y Eleonor suspira cansada.- Lo odio por qué vive en mis pensamientos y es horrible.-
Eleonor besa al visconde y el visconde no se queja. Se besan con pasión y el hace a un lado la vajilla, pone ahí a Eleonor y ella desabotona la camisa del visconde.
El por su parte sube cada vez más la falda de Eleonor y llegan sus manos hasta la parte de sus muslos, los aprieta y la pega más a el, su mano explora a la joven haciéndola gemir alto, el le pone una mano en la boca callando la y sigue dándole placer.
Eleonor curvea su espalda y muerde sus labios intentando no gemir, mira a los ojos a Anthony y lo besa con desesperación, baja sus manos hasta su cinturón y lo desabrocha. Prosigue con el pantalón.
Ya abajo los pantalones del visconde el se acomoda y empieza a entrar en Eleonor, ella gime bajo y se sostiene de los hombros de Anthony.
Los dos alcanzan después de un rato el límite y Anthony se aparta, Eleonor se recuesta sobre la mesa y respira agitada. Anthony se recuesta junto a ella haciendo a un lado los cubiertos.
-No te cases, Eleonor.- Eleonor mira a Anthony y le sonríe
-¿Tu me quieres?.- Anthony asiente y se acerca besándola delicadamente.
Los dos se querían y ninguno podía negarlo, ni siguiéndolo ocultando.
-Te amo Anthony.- Eleonor toma la mano de anthony y le sonríe. La puerta de la casa se escucha y también la voz de Daiana y el príncipe friedrich.- Mierda.
Anthony entra en pánico y ninguno sabe que hacer, al final deciden que Anthony se esconda bajo la mesa y ella recoje rápido el desastre, por lo menos lo más que puede, se arregla un poco el cabello y actúa como si observará las flores.
-Hola querida.- La puerta se escucha y el príncipe friedrich se acerca a Eleonor, besa su mejilla y los dos se sonríen.
