𝐗𝐗𝐕𝐈

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Al llegar el sol, al entrar por las ventanas ellos sabían lo que estaba pasando... Ellos entendían como sus corazones ya no serían uno, nunca más.

-Eleonor, despierta.- Daiana entra a la habitación de Eleonor y la mira sentada frente a la ventana con lágrimas caer por sus mejillas.- ¿Que paso?

-Necesitamos irnos, pide que preparen todo para irnos.- Eleonor mira fijamente a la ventana, al sol y pronto baja la mirada al gran jardín.

El jardín con ese gran y maravilloso césped verde, dos figuras se encontraban ahí, la de Anthony y August, ambos tomaban el té.

-El visconde Bridgerton te espera para desayunar.-

-No bajaré, bajaré hasta que el carruaje esté listo.

-Eleonor no creo que estés decidiendo bien.-

-Daiana no eres más que mi dama, por favor has lo que se te ordenó

-Por supuesto, señorita campbell.- Y sin más, Daiana sale de la habitación dejando a eleonor sola, como un día su hermano se lo dijo.

Después de una hora eleonor está lista, su cabello atado y su vestido rosa cálido están impecables.

Su rostro refleja felicidad pero su alma refleja otra cosa.

Al bajar las escaleras divisa a Anthony con August en brazos, ambos esperándola, al llegar al final de las escaleras toma a August en brazos.

-Buenos días.- Dice eleonor y sigue su camino afuera de la casa.

-Buenos días.- Escucha susurrar a Anthony.

El viaje era algo largo pero claro, como dijo Anthony el día anterior llegarían a medio día, Eleonor evadía las miradas de Anthony y este solo intentaba hablar.

-¿Estás bien?

-Excelente

-¿Te pasa algo?

-No

-Eleonor...

-No Anthony, somos familia por August pero no más

-Bien

-Bien

El viaje si bien fue cansado, fue doloroso. Al llegar a Hasting la primera en bajar fue Eleonor seguida de Anthony quién cargaba a August.

La casa se sentía solitaria y triste, eleonor sube rápido las escaleras y se encierra en su habitación.

El sol empieza a bajar y ni Anthony ni eleonor se habían buscado, ambos se consumían en pensamiento y se buscaban en recuerdos, recuerdos que podrían revivir si dejaran el miedo.

Anthony estaba en el despacho haciendo un papeleo cuando escucha pasos provenientes de la escalera. De esta bajaba Eleonor, en un vestido verde pastel, un collar con una piedra y aretes a juego, su cabello iba suelto pero con un bonito listón.

Anthony la observa desde su lugar y Eleonor voltea, ambos conectan miradas y intentan no sonreír se, Eleonor suspira y mira a sus pies.

Ahí es cuando Anthony se da cuenta que no hay futuro próximo desde la perspectiva de Eleonor.

La joven sube su mirada y le sonríe a Anthony, sus labios que tienen un toque de rosa susurran un "hasta luego" y camina hacia la salida.

Eleonor observa el carruaje y la vista desde la ventana, los grandes campos verdes de Londres eran sus favoritos.

-¿Cómo les fue a ti y a Anthony?.- Pregunta Demian

-Bien... Excelente de echo.-

-¿Segura? Te noto algo rara

-Por supuesto, ¿Por qué no estaría bien?, Anthony y yo ahora somos buenos amigos

-Ustedes no están destinados a ser amigos

-Pues lo somos.- Y la charla es finalizada, sin embargo al llegar al baile Demian toma la mano de su hermana.

-Te quiero, Sophie.- Ambos se miran a los ojos y se sonríen, eleonor muestra lágrimas pero en ningún momento las deja salir.

-Te quiero Alessandro.- Ambos entran al salón de la mano y ahí encuentran a tanta gente como es posible.

Eleonor observa a las parejas bailando y coqueteando, damas disfrutando la velada y se imagina bailando con Anthony.

-Señorita Campbell, me preguntaba si podría bailar conmigo.- Dice un joven, ella lo conocía, Adrien Lauvier

-Lord Lauvier.- Eleonor hace una reverencia y asiente.- Sería un honor

Lauvier toma la mano de Eleonor y ambos caminan al centro, las miradas los siguen y se saludan con una reverencia.

La música suave empieza a sonar y ambos se sostienen la mirada.- Tengo entendido que usted estuvo a punto de casarse

-Bueno, no es secreto

-Me sorprende que no esté casada, es una mujer muy hermosa

-Gracias, aún que no considero que mi cualidad sea ser hermosa

-¿Entonces cuál sería?, Usted tendría hermosos hijos

-No me interesa tener hijos si serán irrespetuosos con una mujer.- Louvier se acerca y eleonor pone una de sus manos en sus mejillas

-Supongo que usted los educaría

-Bueno, si, tienen que aprender valores, el piano, a leer, ser inteligentes y bondadosos.

-Muchos principios

-Pocos si lo considera.

-Bueno, nuestros hijos tendrán riqueza, por supuesto que no los necesitan

-¿Nuestros?

-Claro, soy su única salida de... La pobreza y ojos despreciables que le dan

-¿Disculpe?

-¿Que más quiere? Tengo todo, soy atractivo, riquezas y pronto seré un gran barón, ¿Que más busca?

-Bueno, busco un hombre que sepa lo que valgo, que despierte por las madrugadas para escucharme tocar el piano, uno que me compré peonías por montones, que me lleve al campo y me deje ver el mundo sola, experimentar y su primera conversación conmigo no sea sobre hijos. Que le guste mi risa y me pida que jamás me aleje, pasar por tantas cosas juntos, malos y buenos momentos

-¿Y existe?

-Por supuesto que existe... Y lo estoy dejando ir, por un hombre que por supuesto no vale la pena, hasta luego.-

Eleonor sale del salón y busca el carruaje con la mirada, al verlo sonríe y corre a este.- Lléveme a Hasting, ahora.-

-Pero señorita

-Ella dijo que la llevara.- Habla alguien detrás de eleonor y está voltea, Demian le sonreía desde la entrada y asiente

Las puertas del carruaje se abren y eleonor entra en este, después de unos minutos llegan a Hasting y eleonor baja del carruaje de prisa.

Al entrar en la casa Eleonor suspira y se habla a si misma, sube rápido las escaleras hasta llegar a la habitación de Anthony.

𝐋𝐢𝐬𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥?, 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐚𝐝𝐦𝐢𝐭𝐢𝐫𝐥𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐲𝐨 𝐧𝐨:(

𝒀𝒐𝒖 𝑩𝒆𝒍𝒐𝒏𝒈 𝑾𝒉𝒊𝒕 𝑴𝒆// 𝓐𝓷𝓽𝓱𝓸𝓷𝔂 𝓑𝓻𝓲𝓭𝓰𝓮𝓻𝓽𝓸𝓷Where stories live. Discover now