...Capítulo 79: Augurio tropical...

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PoV ~ROSELLE~

Ni en mis peores momentos como aprendiz de caballero me había sentido tan nerviosa y con tanto miedo por arruinar algo como en el instante que tuve que caminar hacia el altar.
Estaba sola, apretando con fuerza el pequeño ramo entre mis manos, con todas las miradas sobre mí antes de dirigirse hacia la persona a la que escoltaba.

De entre todo el cortejo nupcial que me interesaba, Hikaru y Lara caminaron delante mío, mientras que Amira y Ashraf estaban a mis espaldas lanzando pétalos de flores, marcando el camino de la novia.
Por último, Zully iba acompañada del señor Solo, su futuro suegro, y estoy segura de que lucía radiante, con una amplia sonrisa y un brillo inigualable en su mirar.

Me concentré en Ansgar y en su madre, y me percaté de que en ellos sólo existía la felicidad y el orgullo en sus rostros; el novio estaba despampanante, con los ojos humedecidos y las piernas temblándole.  No pude evitar sentirme extraña, como si mi alma reconociera que había cometido un error al juzgarlos.

Respiré profundo.
Los flashes de las cámaras me irritaban, pero no tenía más opción que soportarlos y poner buena cara. Algo que me ayudó fue el ver a todos mis amigos en primera fila, apoyándonos mutuamente sólo con una mirada silenciosa.

Cuando por fin tomé posición, el tiempo pareció detenerse y casi ni me di cuenta del momento en el que Zully y Ansgar compartieron sus votos y pronunciaron el “acepto” que los declaraba marido y mujer. Puede que no guarde muchos recuerdos de la ceremonia, pero lo que estoy segura nunca podré olvidar en mi vida es la luz de la sonrisa en ambos y la energía que desprendieron en cuanto se besaron.

Parecía que de ambos salían chispas mágicas similares a luces de bengala, pero esa solo era una expresión metafísica de la emoción que ambos expresaban.
Mi orgullo obstinado podría estar herido por darse cuenta de su error, pero el resto de mi se encontraba en una etapa de aceptación, en donde lentamente podía relajar cada músculo que se tensó durante estos días, sospechando de la familia Solo y buscando explicaciones a lo inexplicable.

Honestamente, me siento feliz de haberme equivocado y de no verme obligada a arruinar tanta dicha; sin embargo, aún había algo que me inquietaba y me frustra no poder saberlo.
Pero eso sí, mis amigos y yo mantendríamos una vigilancia extrema en esta pareja el resto de la noche y tal vez, también de sus vidas, porque ninguno podría permitirse bajar la guardia ante un potencial adversario.

El sonido de los aplausos me hizo concentrarme en los novios que mantenían amplias sonrisas y frentes juntas, y tras sostenerse de las manos, yo sólo pude mirar a mi amiga, dichosa y plena como nunca antes imaginé, convertida tan de repente en una mujer. 
Casi parecía imposible que una pareja pudiera reír tanto, lo que incluso para el más escéptico significaría un buen augurio dentro del matrimonio.

Mi cuerpo reaccionó solo y por mero reflejo, porque mi mente seguía en cierto estado de shock. 
Los recién casados avanzaron y se fueron juntos, siendo ellos los que ahora encabezaban el cortejo.
El protocolo me forzaba a ser la última en salir, una vez más, completamente sola, lo cual me dio el tiempo suficiente para observar como todos los invitados parecían ser en extremo dichosos sin pensar en nada más que el amor.

Estaba tensa, sin saber exactamente qué estaba pasándome. 
¿Me sentía feliz? ¿Ansiosa? ¿Melancólica? O tal vez sólo veía mi vida entera pasar frente a mis ojos, sin poder comprender completamente que las cosas estaban cambiando, yo incluida entre todas ellas.
Era una sensación horrible…

Puede que estuviera a punto de experimentar una crisis emocional porque nunca me había puesto a pensar detenidamente en este tipo de situaciones; pero afortunadamente, Aaron apareció justo a mi lado, tomando mi hombro y ofreciéndome una de sus miradas que siempre me tranquilizaban.

Corazón De Hielo, Voluntad De Hierro 《Camus De Acuario》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora