...Capítulo 19: Atardecer en el muelle...

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PoV Narrador Omnipresente

Camus se sentía extraño
Todo era tan nuevo y a la vez tan familiar para el
Agradeció a Roselle por haberlo guiado y haber compartido sus gustos con el
El día fue agradable, a pesar de las interrupciones fue agradable.
Cuando se acercaron hacia la multitud danzante, Camus observaba a las parejas bailar
El no era mucho de esas cosas sociales
Sólo le gustaba verlas de vez en cuando
Llegó un momento en que el observó a Roselle moverse de un lado a otro siguiendo la música
Pensó en algo bastante descabellado
Después, la perdió de vista
Hubo un empujón, luego un disturbio de dos borrachos al lado contrario
Camus se distrajo tan sólo unos segundos y después, Roselle ya no estaba con el
La busco con la mirada entre todas las personas presentes
Busco el vestido azul y la cabellera chocolate de la chica
Pasaron pocos segundos hasta que la encontró
Ella estaba siendo prácticamente llevada por la fuerza al centro del baile por el chico pelirojo que era el aprendiz del León Aioria.
Notaba como ella se resistía levemente y buscaba a alguien entre tantas personas, tal vez a el.
A Camus le molestó esto un poco
Observó como el chico bailaba con su alumna
Por la exprecion de ella, se notaba que le divertía pero a la vez se veía incómoda y preocupada.
No se quedo todo el tiempo con el
Después bailó con otras personas, entre ellos, el aprendiz de Saga.
Aun no se aprendía todos los nombres de los reclutas por completo
El único que sabía a la perfección era el de la suya propia. Roselle Altobelli
Le molestó verla danzar con el azabache de ojos zafiro
Verlos reírse de si mismos y ver su coordinación al moverse.
Pero era un enojo irracional, ni el mismo sabia por que se molestaba
Camus observó con cautela que a la lejanía, Saga observaba a su disipulo
El geminiano parecía tranquilo, sereno, igual que el.
Minutos después, observó a Roselle seguir bailando con diferentes personas
Incluso contempló a un anciano y a un niño danzar con ella.
Quería acercarse y hablarle, pero no tenía idea de como; entonces, lo supo.
Camus se encaminó hacia la plaza donde se llevaba a cabo el baile
Esquivo a algunas cuántas personas
Parecía que nadie lo notaba caminar directamente hacia la chica de vestido azul.
Aprovecho el cambio de ritmo y la indicación del cambio de pareja para acercarse
Roselle bailaba con el hombre mayor, su turno había terminado.
Cuando Roselle aun estaba despidiendo a su antiguo acompañante, Camus no se limitó a tener un contacto con ella.
Sólo llegó, la tomó de la cintura y cogió su mano para que se diera vuelta y quedará emparejada con el.
Noto en el rostro de Roselle la sorpresa y el pánico de estar frente a el a una distancia tan corta y con un contacto más cercano
El acuariano no pudo evitar sentir una muy leve y extraña sensación en su piel
Algo así como un hormigueo o un escalofrío
Roselle trató de gesticular varias palabras a la vez pero nada salio de sus labios
Su cuerpo se tenso

-Relájate.-
Le dijo el en un tono de voz tranquilizador
Ella asintió
Poco a poco su cuerpo volvió a la normalidad y sólo así, empezaron a moverse a un ritmo lento y fluido
Era un baile muy básico
Donde sólo te movias en círculos.
Dando vueltas sobre el eje que formaban las dos persona involucradas y también girando al rededor de toda la plaza recorriendola de a poco.
Parecía un baile de salón
Un baile muy antiguo y formal
El silencio comenzaba a tornarse incómodo
Era demaciado incomodo
Roselle agachaba su cabeza constantemente cuando se daba cuenta que Camus la miraba
El no entendía por que
El estaba como si nada
¿Por que ella estaba tan avergonzada?
Camus estaba a punto de decirle algo hasta que ella se le adelantó y decidió hablarle primero

-Yo... lo lamento maestro
Seguramente pensará que soy una desobligada rebelde y que faltó a mis promesas
Que no soy fiel a mis palabras.-

Dijo ella con un tono triste en su voz
A Camus le irritó un poco esto pero a la vez, le pareció tierno
Muy inocente por parte de la chica
En verdad que sonaba apenada
Camus fruncio el seño confundido un poco por el comportamiento de Roselle.
Debía de enseñarle que no es malo cometer errores
Al contrario, cometerlos nos vuelven más humanos
Camus se lo diría de la única manera que el conocía para hacerla entender
Suave, firme y directa

Corazón De Hielo, Voluntad De Hierro 《Camus De Acuario》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora