...Capítulo 18: Prudencia y euforia...

972 74 18
                                    

PoV ~ROSELLE~

Guíe a Camus por todo el puerto mostrándole cada negocio y cada sitio que solía frecuentar cada martes
Quería guardar lo mejor para el último
En todo el recorrido el pareció interesado en lo que le mostraba.
Escucho con atención mis explicaciones, lo cual agradecí, y nunca me interrumpió salvo para hacerme una que otra pregunta referente al tema.
En verdad que se portó muy atento y caballeroso conmigo
Era un detalle que en verdad se aprecia procediendo de un hombre
Note que Camus tenía modales muy bien establecidos
Además de decir el típico por favor y gracias, siempre hablaba con un tono bastante respetuoso
Serio, pero respetuoso.
Mientras seguíamos con el recorrido, comi una manzana empalada con cubierta de chile agridulce
Me fascinan
El prefirió camarones fritos empalados
Una de las especialidades del puerto de El Pireo.
Parecía que todo iba bien
Las charlas entre Camus y yo eran cortas
Más que nada eran preguntas de la ciudad por parte de el y explicaciones mías.
Así de simple.
En nuestro paseo, pude contemplar muy levemente a unos cuantos más de los dorados paseando junto con sus aprendices.
Mu con Abayomi, Milo con Bartok y Aioros con Pollux
Me preocupo no haber visto a Aaron mi a James pero supuse que estaban bien
Las malas noticias corren rápido y más si te encuentras en una festividad tan grande en medio de un lugar tan pequeño como esto.
Al final creo que mi instinto decía la verdad
Ellos, los dorados, decidieron que nosotros, sus aprendices, les mostraramos el puerto.
Me entristece un poco
Me había hecho ideas falsas en la cabeza pero ¿Qué más da?
Se vale soñar
Estaba ese día tan especial para mi con una persona que en verdad me gusta, que admiro, que me importa.
Eso era lo esencial
Camus y yo caminamos a lo largo de todo el puerto en silencio hasta llegar al barco más lejano de todos.
Aquel que se encontraba en el ultimo embarcadero.
El más solitario, el más tenebroso y el más genial a mi parecer.
Al llegar sólo entre como si nada.
Ya estaba acostumbrada a entrar así con Aaron
Camus se quedo afuera observando el aspecto del barco que obviamente deja mucho que desear
Supongo que desconfío y seguramente estaría pensando en que clase de piratas mal olientes se encontrarían dentro del navío.
No lo culparia
Las apariencias influyen en la opinion de alguien, sin embargo, son engañosas en muchos aspectos.
Al final, Camus accedió a entrar
Camino hasta quedar al lado mio para luego seguirme
Recorrimos cada uno de los pasillos donde encontré alguna que otra cosa nueva que llamaba mi atención, pero no lo suficiente para adquirirla
Iba tan rápido viendo las cosas que perdí de la vista a mi maestros unos pasillos atrás.
No me preocupe mucho.
Seguí caminando hasta llegar al pasillo donde meses atrás había encontrado el objeto el cual adquirí junto con Aaron.
Aun no podía sacarme de la cabeza la imagen de esa daga
Al principio me gustaba pero ahora la veo muy rara y... helada.
Siento que es mejor alejarse de esa arma
Camine unos cuantos pasos más hasta el final de los pasillos divididos por estantes de metal y madera
Ahí, choce de espaldas con alguien y al ver quien era, me quedé más que sorprendida, muda.
Nunca esperé encontrarmelo ahí, así, justo en ese momento.
El llevaba puesto pantalón de vestir negro, zapatos negros lustrados, camisa blanca con los tres primeros botones sin abrochar y tirantes a juego
Abri la boca y los ojos como platos
Yo no me imaginaba verlo vestido de esa manera.
El al darse cuenta de con quien había chocado, me miro de arriba a abajo y tuvo las mismas reacciones que yo tuve.
El y yo estábamos mudos con la boca cubierta por nuestras manos, impactados.
Mi amigo y yo comenzamos a balbucear

-¿Aaron?-
-¿Roselle?-
-Pero...-
-¿Qué te...-
-Tu...-
-Te vez...-
-Estas...-
-Te pusiste vestido...-
-Vaya, que observador.-
-¡No!
No te lo tomes a mal, me refiero a que...
Pensé que odiabas los vestidos.-
-No los odio...
Sólo... no me siento muy cómoda con algunos..-
-Pero si te vez muy.... bien...-
-Gracias... supongo.
¿Pero que me dices de ti?
¿Por que tan elegante?-
-No estoy elegante...-
-¿No?
Aaron tu nunca usas pantalones así a menos que sea en el uniforme.-
-Bueno quería quedar bien con Saga..
Me pidió que lo guiara hoy y no pude negarme
Perdón por no buscarte pero..-
-No te preocupes
Camus me pidió lo mismo.-
-¿En serio?-
-Si.-
-Y yo que ya me estaba sintiendo especial..-
-Créeme... puedo decirte lo mismo...-
-Y... ¿Vienes sola?-
-No.
Camus esta... estaba conmigo hace unos minutos.-
-¡¿Lo hiciste entrar al barco?!-
-Si. ¿Y Saga?-
-También esta aquí, solo que el quiso ver otras cosas y yo me estaba aburriendo entonces sólo me aleje y me puse a recorrer el barco y choque contigo.-
-Oh.. ¿Y no has encontrado nada interesante?-
-No. Aun no pero...-

Corazón De Hielo, Voluntad De Hierro 《Camus De Acuario》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora