•°•2•°• ¡Dios Mío!

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Mi cabeza da vueltas, o es que tengo la cabeza colgada. Era lo segundo, abro mis ojos lentamente las cortinas de Gaza permiten que entre una luz natural. ¿Qué? ¿Dónde estoy? Lo primero que me cuestiono, estoy de cabeza, no no, mi cabeza está de cabeza ¡Dios mío! No coordino, estoy consiente de un peso en mi estómago. Me levanto suavemente ¡Sorpresa! Tengo una cabeza descansando en mi estómago y un brazo sujetando mi cintura, pero ese brazo no corresponde con la cabeza.

¡Dios Mío!

¡No puede ser! Los recuerdos me golpean, y lo peor no lo justifica ni las drogas ni el alcohol, fue mi calentura y las ganas de follar las responsables.

Me retiro lentamente de la cama, intentando no despertar a ninguno de los dos, me llevo las manos al cabello en un intento de procesar lo que aconteció en la madrugada del día de hoy, mi vista se dirige a la ventana el sol está en lo alto, debe ser medio día.

Voy colectando todo del suelo; mi ropa interior, vestido y tacos.

No puedo darme una ducha, despertarán en cualquier momento, me dirijo a la puerta principal después de vestirme rápidamente y sujetar los tacos contra mis pechos para salir de la habitación.

Creo que estoy en un hotel 5 estrellas y no es de menos, los sujetos con los que estuve anoche son empresarios mínimo. Es decir, tienen un panteón de oro dónde caer muertos.

Recorro el pasillo hasta que una campana llama mi atención, del ascensor baja un botones llevando maletas.

-Disculpe, buenas tardes- Me ofrece una sonrisa de cortesía y yo no sé la devuelvo, mi cara a de ser de susto.

Me dirigí al ascensor y marqué planta rápidamente, al abrirse las puertas casi atropello a alguien que se encontraba en recepción, pero solo pude formular disculpas atropelladas y salir a la calle aún sin calzado en mis pies. Me alejé del edificio lo más que pude.

Después de colocar me el calzado y no andar como loca viendo hacia los lados, abordé un taxi rápidamente.
Creo que mi bolso quedó en la zona Vip o en el hotel, que bueno que solo llevé un lápiz labial y efectivo, nada de teléfono, licencia o DNI.

Le doy mi dirección al taxista prometiendole que subiría a mi piso a buscar su pago con una excelente propina.

Así pude llegar al apartamento tipo estudio que rento, me encanta es un piso 8 con balcón y la sala/cocina están en el piso inferior y la recamara junto al baño privado/vestidor en la superior unidas por una hermosa escalera de caracol.

Mientras tomo una ducha, puedo rememorar como el agua que me cae asemeja al sudor cuando los dos cuerpos junto al mío se movían al compás de la música, después de estar muy tensa pasé a disfrutar de los movimientos de mis acompañantes, me relajé y seguí sus sexys movimientos que lograron sacarme más de un gemido de satisfacción.

Dentro de la burbuja escuché que el que estaba al frente de mi, me besaba el cuello y me proponía irnos a un Hotel que me iba a hacer gozar como nunca lo he hecho.

Solo pude entrecerrar los ojos, y sentir/gemir cuando paso su lengua por mi oreja enviando electricidad por todo mi cuerpo.

Fue la gota que derramó mi vaso, cuando pude procesarlo, estaba en la parte tracera de un automóvil último modelo besándome con el ojos verdes, carismático que tenía la habilidad más exitante en las manos, mi trasero era masajeado y apretado a más no poder.

Mientras que mi otro acompañante era el conductor designado, pero sentía su pesada mirada por el espejo retrovisor. Su hermano no esperó a llegar a un lugar más íntimo, bajó la parte delantera del vestido llevando mis senos a su boca y mano para darme más placer, era un manojo de nervios, temblaba y gemía.

¿Qué hice? Pues, me acosté con dos hombres que a la vez son hermanos, <<unos completos desconocidos>>, además que me mantuvieron entre sus brazos hasta que salió el sol de ese día.

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Where stories live. Discover now