•°•41•°• Amor Eterno

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Un pequeño camping a última hora nos hace reunirnos en el patio trasero de nuestro hogar.

Mis hombres están a nuestro alrededor sirviendo el almuerzo en los platos. Mera está prendida en mi pecho comiendo por tercera vez en el día, cuando termina de comer procedo a golpear su pequeña espalda para expulsar los gases.

- Abre la boca - Aiden me alimenta con su mano, para masticar la ensalada de papas y zanahorias.

- Mera se durmió presiosa - Alex se lleva a la bebé a su cuna portátil.
Alec me lleva a sus piernas y me arrecuesto en su pecho; Aiden sigue con su tarea de alimentarme.

- Quiero que compartan conmigo lo que harán - Musito con decisión.

- Aún no tenemos nada - Habla Alec a mis espaldas.

Me giro para verlo a los ojos - Pues quiero que me compartan lo que van a hacer, me compete - Toco su pecho - No nos mantendrás a salvo si soy una ignorante - Sus ojos se cierran.

- Lo sé muñeca - Murmura con pesar - La opción que tenemos es que viaje a Italia nuevamente - Alec abre sus ojos y observa en mi reacción.

- Pues no lo creo prudente, se arriesgaron y fallaron; no volverá a suceder créeme, está vez no será sutil sino letal - Exclamó con una ceja alzada.

- Es lo que suponemos, abordaremos a los líderes - Aiden toma mi rostro y hace que lo mire.

- ¿Me dejarán aquí? - Pregunto.

- Si - Hablan a la vez.

Me guardo mis comentarios, desde que sé lo que sucede un sentimiento de angustia no abandona mi cuerpo, no soy tonta nosotras somos el punto débil de ellos, estamos en el ojo de la mira.

Finalizamos el almuerzo al aire libre para adentrarnos a la casa, que está más resguardadas con seguridad que nunca.

Al día siguiente

Veo el techo de la habitación mientras suspiro, hace una hora Mera se despertó y la tengo a mi lado, los chicos se fueron a la empresa. Mi licencia de maternidad me la impuso Aiden, yo quería asistir aunque sea tres días a la semana con mi hija en su coche, pero no.

Voy con ella a la tina, dónde instalamos un bañador con seguros para tomar baños, así que nos desvestimos y procedemos juntas a tomar un relajante baño.

Me visto con un camisón, shorts y sandalias de tacón, en cuanto a mi princesa le coloco un cintillo de flores celestes y un enteriso del mismo color con rosas bordadas, con sus manoplas y zapatitos regalo de su abuela.

Salgo de la habitación hacia la cocina para preparar los biberones y cremitas con el fin de salir un rato.

Llegamos a la entrada de la casa y la camioneta blindada nos espera con cinco guardaespaldas; Abordamos la misma.

- Señora ¿Cuál dirección tomo? - El chófer habla.

- Al centro comercial por favor - Asiente y emprende la marcha. No son ni dos kilómetros y dos camionetas nos siguen, la seguridad adicional. Veo el camino con calma, Mera está tranquila en su silla para el auto entretenida con su móvil de nubes.

Transcurrido unos treinta minutos, llegamos al centro de la ciudad; y por ende al centro comercial.

Bajamos del auto e instalan el coche para Mera, la acomodo dentro e iniciamos la caminata al interior del resinto.

- ¿Deben estar rodeandome siempre? - Le pregunto a Nicolás, me encuentro como centro de exposición de cuatro hombres de traje y todos los que están en el smoll nos quedan viéndo a la distancia.

- Si es necesario su reguardo - Nicolás me dirige a una tienda de bebés. Al entrar me deslumbró todos los trajecitos disponibles para bebés.

- Este te quedaría hermoso - Un vestido de tull rosa - ¿No crees? - Miro a Nicolás con su expresión sería.

- Si - Sus monosílabos iniciaron hace una hora de recorrer tiendas.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo, lo saco y veo que es una llamada de Aiden.

- ¿Amor? - Sonrió al contestar.

- Muñeca, veo que estás haciendo cosas productivas en el centro comercial - Veo hacia Nicolás y con mis labios gesticulé silenciosamente <<Chismoso>>.

- Si Mera necesitaba algunas cosas - Menciona dándole un beso en su frente.

- Usa la tarjeta que te dará Nicolás para lo que quieras - Menciona con voz neutra.

- Tengo mi dinero también Aiden, no necesito depender de nadie - Me frustro por su forma de ayudar.

- Muñeca estamos en esto juntos, no todo lo debes tomas mal - Usa su tono conciliador.

- Bien la pasaré un millón de veces - Acepto.

- Compra algo que uses tu y disfrutemos nosotros - Su insinuación logra excitarme en un sante amén.

- Okey los amo - Me voy despidiendo.
- Bella, Nicolás te traerá a la empresa y saldremos a almorzar - Me informa y sé que no tengo porqué refutar.

- Está bien bye - Cuelgo la llamada y continuamos recorriendo las tiendas. Es tanto la libertad que siento al gastar que ingreso para comprar zapatos nuevos y algunos conjuntos de lencería, vestidos veraniegos y dos de gala.

- Vamos con tus papás nenas - De un momento a otro somos rodeados de cámaras, solo nos toman fotos como locos.

- ¡APARTEN! - Nicolás nos cubre y logramos salir del tumulto.

No preguntaron nada está vez y lo agradezco, llegamos al estacionamiento y abordamos los coches, suspiro con Mera gimoteando en mi hombro.

- ¿Se encuentran bien? - Nicolás manda a arrancar la marcha.

- Si, no sabía que la vida de superestrella fuera tan abrumadora - Intento bromear recordando la última vez que sucedió algo igual.

- Ya se encuentra a salvo Señora, las llevaremos a la empresa Bronw - Menciona para empezar a dar órdenes por el intercomunicador.

Enfono a Mera que ríe enseñandome su encía sin un diente. Le devuelvo el gesto y la arrullo un poco.

Cuando llegamos a la fachada de la empresa bajamos y hacemos la entrada triunfal porque todos nos miran, me coloco mis lentes de sol para disimular un poco mi mirada cansada por las veces que me levanté en la madrugada a atender a mi niña; luego llegamos a los ascensores.

- Vamos a visitar a la tía Carmen - Le hablo a Mera.

- Señora el jefe la espera en ... - Lo mando callar con mi mano extendida.

- Vamos primero con su tía y los chicos de Diseño - Le doy mi mirada de mamá al mando y no refuta.
Llegamos al piso 10 y todos están mirando a Mera con ternura.

- Aaaah que hemocha Dioooss - Carmen se acerca corriendo - ¿Dime cómo sucedió? Aaaah - Salta viendo a Mera riendo a carcajadas por su entusiasmo.

- Tía Carmen te presento a mi hija Merabhy, es decir, sobrina tía y tía sobrina - Menciono y se la tiendo a sus brazos.

Somos el centro de atención, los chicos están haciéndole mimos y caritas que hacen que mi hija large en carcajadas hermosas.

Después de devolver a mi niña porque se hizo del dos la llevo a la oficina de su papá.

- Toc Toc - Entramos a la oficina y Aiden nos recibe con un abrazo.
- Se han tardado un poco - Me besa con lengua.

- Pues pasamos a saludar - Le regalo una sonrisa y el olfatea el lugar - sip tu hija explotó en dos - Preparo el escritorio como centro de operaciones cambiando el pañal.

- Nunca creí que mi escritorio aparte de trabajar y follar con mi mujer sea mesa para cambiar pañales - Me toma de la cintura y me habla al oído.

- Pues la vida cambia en un dos por tres, amo cada momento con ustedes los amo con mi vida entera - Me volteo después de terminar y beso sus labios de forma lenta.

Bajo Sus Encantos ©️ [+21]Where stories live. Discover now