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Me quedé ahí parado mientras veía a Eddie caminar lejos de mí, solté un suspiro con pesadez esperando que mis lágrimas no me traicionaran, pues éstas morían por salir y mi corazón en mi cerebro solía traicionarme.

Escuché a alguien detrás de mí tirar su silla mientras se ponía de pie, di media vuelta para observar de quién se trataba y ahí estaba Taylor con una cara furiosa viniendo hacia mí.

Seguro pensó que estaba intentando recuperar a Eddie, lo cual solo podía provocar una cosa en ella, celos. Y no celos por amar a otro, porque bien sabe que mi corazón no está en ella, ni siente lo mismo que el suyo, sino celos porque la atención dejaría de estar en ella, encima recuerdo aquella llamada cuando estaba en Washington y me pidió que por favor no la dejará como una tonta frente a la prensa sí quería tener este romance secreto con Eddie.

—Cariño, te pido una disculpa, Eddie y yo... —dije mientras pasaba a mi lado, pero me detuve cuando ella siguió caminando, pues no quería hablar conmigo al parecer, su interés era hablar con Eddie.

Al llegar con Eddie, por lo lejos que estaban, no pude escuchar nada de lo que decían, pero su rostro parecía de amabilidad, incluso estaba sonriendo, pero todo fue extraño y sospechoso cuando le dio un abrazo a Eddie, pues algo más le dijo y su rostro había cambiado de expresión. Acto seguido, se separó del presidente, le dió una última sonrisa, para luego venir nuevamente hacia mí, mientras que Eddie se quedó allí parado muy confundido por lo que sucedía.

En esta ocasión si se detuvo frente a mí, acarició mi rostro con su mano, mientras me sonreía, no parecía estar molesta... pero sola entre no parecía, pues seguro que internamente se estaba mordiendo una teta.

—Pastelito —mi rostro se tornó confundido al ser un apodo que nunca había usado conmigo—, creo que es hora de empezar con nuestro juego y terminar con el de Eddie

Abrí mis ojos confundido y asustado de que alguien hubiera escuchado. Me guiñó un ojo y caminó lejos de mi, volteé a ver a Eddie y no parecía moverse, lo cual me hacía dudar demasiado de lo que le había dicho Taylor, seguramente nada bueno.

Seguí a Taylor hacía el micrófono para anunciar el inicio del juego, honestamente no sé de quién fue la idea de los juegos, pero solo me recordaba a los juegos del hambre o una especie de reality show.

Taylor tomó una copa y la golpeó levemente con un tenedor de un mango con un azul horrible.

—Hola —saludo risueña—, para hacer amena la espera a la boda haremos un par de actividades prenupciales, entre las que se encuentran las despedidas, meriendas, cenas, bailes y competiciones, iniciando hoy por el típico juego japonés de Hanetsuki.

Increíblemente a mi nadie me dijo nada, por lo que no sabía de qué trataba el juego, no conocía la dinámica, incluso el simple nombre era algo nuevo.

Taylor dio una breve explicación en la cuál resumidamente al parecer era una especia de frontón o badminton en el cual había encuentros de uno contra uno, los perdedores saldrían eliminados hasta finalmente quedar los últimos 2.

Las alineaciones eran las siguientes: Eddie contra Sue Blevins, Bobby contra Athena, lord Red contra Taylor Kelly, lord Patrick Martin contra mi madre, lady Michelle Blake contra Josh Russo, lord Owen Strand contra May Grant, lady Tommy Vega contra Carlos Reyes y Nancy Gillian contra mí.

La primer ronda fue básicamente una práctica en la cuál nos intentamos acostumbrar a la hagoita, una especie de raqueta de madera más similar a las paletas de ping pong, pero éstas poseían una forma rectangular con un brillo y capacidad reflectiva extrema por el barniz en la cuál había sido bañadas durante su fabricación.

Según tengo entendido, de acuerdo a la antigua tradición, tras ser derrotado debes dejar que te hagan un tatuaje de henna en el rostro y quién recolecte más tatuajes es el perdedor del juego, por razones obvias de tiempo únicamente dejamos 3 tatuajes.

La primer pareja en pasar fueron Sue y Eddie en la cuál ambos demostraron tener buenos reflejos, sin embargo el vencedor fue aquel que solo tuvo un tatuaje en su rostro durante la segunda ronda; es decir, Eddie.

El par que siguió a ellos fueron lady Tommy Vega y Carlos Reyes, a.k.a. el novio de T.K., la historia de Carlos y T.K. es curiosa pues me recordaba a aquel clásico del cine protagonizado por Whitney Houston. T.K. es hijo de lord Owen Strand, duque de Sutherland, mientras que Carlos Reyes era su guardaespaldas y poco a poco se enamoraron hasta ser la linda pareja que la realeza adora... supongo es el privilegio de no ser el príncipe. En esa pareja el vencedor fue Carlos Reyes mientras que lady Tommy Vega de Gandía fue la única con tatuajes en el rostro. Creo que las habilidades de Carlos eran de esperarse al éste tener habilidad con el manejo de armas de fuego.

La pareja número 3 fuimos Nancy Gillian —la mano derecha de lady Tommy Vega— y yo. Al pasar quedó en evidencia mi pésima puntería y mis malos reflejos, muchas veces perdiendo por mi propia culpa, pero si tan solo supieran qué yo no soy culpable de mi torpeza.

Después de nosotros pasaron mi madre y lord Patrick Martin de Wellington, padre de Taylor, quienes fueron la pareja que quizás más competencia demostró al llegar un punto en el que hubo un empate de 2 a 2, pero fue mi madre quien rompió con ésto.

En resumen, pasaron las demás parejas para descubrir cuál sería la siguiente alineación, quizás la pareja más interesante fue la de Bobby y Athena, en la cuál, Bobby perdió evidentemente a propósito para satisfacer la sed de ganar de Athena.

Las alineaciones posteriores no fueron de mi importancia ni atención, realmente ni era de mi interés el maldito evento que iniciaba con las actividades prenupciales, sin embargo todo cambio cuando llegaron las 2 parejas finalistas.

La primer pareja finalista fue Athena y Taylor, después de años sin verse supongo que no había un tema que le impidiera ganar a alguna de las 2, pues no existía esa compasión. Ambas son competitivas y las conozco, por lo que fue un encuentro un tanto interesante resuelto en Taylor como ganadora.

La siguiente pareja que decidiría contra quién se enfrentaría Taylor fueron Eddie contra Carlos. Fue curioso ver el encuentro latino, hasta cierto punto ardiente y que solo despertaba tentación en mí. El vencedor obviamente tenia que ser Eddie, pero ese resultado me daba miedo teniendo a la prensa presente, la misma que amaba crear rumores acerca de mi y Eddie, la misma que descubrió mis sentimientos por él antes de que yo lo hiciera.

Dado el resultado el último combate fue entre Eddie y Taylor, en mi cabeza era un combate entre dos guerreros, yo en peligro en la torre esperando al que haya librado la batalla para casarse conmigo, sin embargo esto no es cuento de hadas y no fue más que un encuentro "amistoso" de Hanetsuki entre las 2 personas en que mi corazón estaba dividido.

Una división decía ser lo correcto, la otra decía ser lo realmente correcto.

El vencedor fue quien era lo realmente correcto, Eddie, pero tristemente aún siendo lo realmente correcto aún no recolectaba la cantidad suficiente de valor para seguir mi corazón en esa dirección y tampoco era la batalla para ver con quién me casaría.

De acuerdo a Bobby, el rey sería quien coronaria al vencedor de los juegos de las actividades prenupciales, por lo que solo significaba una cosa... contacto con Eddie, el cual llevaba mucho tiempo ansiando.

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Mr. American & The Heartbreak Prince | fanfic buddie [AU]Where stories live. Discover now