Cap 8

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Cerré cuidadosamente la puerta del departamento, de seguro eran más de la 1 de la mañana, Alba debe estar completamente dormida y lo mejor es no despertarla. Giré sobre mis talones, todas las luces estaban apagadas llegar a nuestro cuarto va a ser tarea difícil, más con los zapatos que tenía puestos.

- AL FIN!!!– miré en dirección de donde provenía su voz, ella estaba sentada en el sofá.

- Alba que haces despierta aún? – me saqué mis zapatos para estar más cómoda y me acerqué a ella.

- Bueno estaba viendo los playlist en MTV y pasaron un video de daniela el último que ella subió – tenía una gran sonrisa.

- ¿Y que tiene? – me senté a su lado.

- Ella es super sexy!!! – gritó y se tiró arriba de mí – si llegas a salir con ella quiero conocerla.

- No creo que pase, no sé si pueda – ella se sentó de nuevo a mi lado.

- ¿Qué pasó? – ambas nos encontrábamos boca arriba mirado el viejo techo.

- Es una buena chica, no quiero herirla.

- Ella al final lo entenderá, sabrá que tenías que hacerlo para obtener un trabajo. -explicó alba.

- ¿De verdad lo crees?- pregunté.

- No lo sé pero arriésgate, deja de preocuparte por ella, no perderá nada seguirá siendo famosa, cantará, ganará mucho dinero, su mundo no cambiará, se hablara de ella unos días y te perdonará o te olvidará, luego lo superará.

- Tienes razón, además necesitamos esto – suspire pesadamente.

- Sí – se recostó en mi hombro – en algunos días tendré mi entrevista y si consigo el trabajo dejaremos de preocuparnos constantemente por falta de dinero.

Ella tenía razón, si haría esto no seria principalmente para ser parte de VOGUE sino también para cambiar nuestras vidas, ahora éramos más independientes que nunca, ya que no recibiríamos ayuda financiera de nuestros padres, era hora de madurar según ellos.

- Tengo una sorpresa – ella se alejó de mí, parecía ansiosa, saqué la tarjeta negra y el celular de daniela que había guardado en el interior de mi vestido donde nadie notaria que tenía esos objetos ahí.

- ¿Y esto? – me sacó el celular de la mano – esto no es tuyo – estaba confundida, se lo saqué de la mano.

- Es de Calle. - ella abrió sus ojos completamente sorprendida – solo seguí tu consejo, esto es lo mas preciado para ella.

- DIOS! Ella te matará, yo en su lugar lo haría – paso su mano por su rostro – yo me refería a un collar o una pulsera, no su celular.

- Bueno perdón! - dejé el celular en la mesita de noche que había a un lado del sofá – igual eso no era lo que te quería mostrar -puse al frente de ella la tarjeta, alzo su vista.

- Quemaste tu tarjeta de crédito? – la tomó y empezó a observarla de cerca, de seguro estaba leyendo lo que dice - Maria José Wintour.

- Desde ahora soy la sobrina de la gran Anna Wintour y con esta tarjeta – apunté a esta – podré comprar lo que quiera, no tiene límite.

- Hay que ir de compras!! – Alba se levantó emocionada del sofá.

- Alba – reproché – siéntate y cálmate – ella hizo lo que le pedí – si fallo con el artículo lo que gastemos en esa tarjeta lo deberemos pagar.

- Pero lo lograrás – su voz sonaba más allá de confiada.

- Puede que sí a como puede que no, además lo usaremos solo cuando sea necesario – le advertí, ya que conocía la mirada que me estaba dando.

- Está bien – el celular que había dejado en la mesita empezó a sonar – mierda atiende!– gritó, tomé el celular rápido y vi la pantalla.

" Llamada entrante de Dulceida♥"

- No sé que decirle!- afirmé asustada.

- Solo dile que encontraste su celular – el teléfono dejó de sonar y suspire aliviada

- Digamos que alguien lo tomó de su cuarto – ella estaba por darme un pequeño golpe – no fui yo – me excusé rápido.

- Está bien – deslicé el dedo sobre el celular aceptando la llamada y lo lleve a mi oído.

- LADRON O LADRONA DE MI CELULAR , NO PUEDO CREER QUE ADEMÁS ESTABAS EN MI CASA COMO INVITADO, CUANDO SEPA QUIÉN ERES, TE JURO QUE TE ARREPENTIRAS – daniela solo gritaba haciendo que me alejara un poco del celular, cuando hubo un mini silencio respiré hondo, era hora de hablar.

- No sé si devolverte el celular por ahí y me terminas matando – intenté sonar divertida.

- Esto no es nada divertido ¿por qué lo tomaste?- dijo en ella en un tono molesto.

- No lo tomé, subí al primer piso y mi asistente lo encontró tirado en el piso, como modo de ayuda me lo quedé para esperar un llamado – ella estaba en silencio – pero no esperaba que en ese llamado me gritaran así.

- ¿Eres la sobrina de Wintour? Eres tú Maria José?

- Exacto y parece que eres tu Daniela, ¿cómo supiste que era yo?

- Bueno dijiste asistente, las únicas que vinieron con asistentes fueron tú y tu tía, además tu voz suena más joven así que lo supuse.

- Está bien –dije seca no sabía que más decir.

- Perdón por gritarte, pensé que me habían robado mi celular, ¿dónde lo encontró tu asistente?

- En el pasillo del primer piso. - afirmé.

- Eso es raro – se escuchaban voces lejanas – bueno pero me alegro que lo tengas, eso significa que puedo recuperarlo ¿no?

- Con una condición – alba asintió con alegría, me estaba haciendo señas que no entendía.

- ¿Cuál?- preguntó dudosa.

- Dile que salga contigo a cenar – me susurró alba muy bajo en el oído.

- Que salgas conmigo a cenar.

- No le veo nada de malo así que sí acepto, sigues en Los Angeles?

- Estoy en New York.

- ¿ Tan rápido? Si solo hace unas horas te fuiste de aquí.

- Tomé el jet de mi tía – ella rió.

- Típico de ella, bueno en dos días estaré ahí, de seguro sabes por qué.

- Por favor infórmame.

- Ah eso es... bueno no importa.

Vi de nuevo a Alba que estaba junto a mi escuchando.

– Iré a una sesión de fotos para tu revista, tu tía me dijo que vaya, ¿es normal que no te lo haya dicho?

- No solemos hablar del trabajo al menos de que estemos en la empresa.- afirmé.

- Bueno debo ir a dormir, gracias por lo del celular , no sé que haría si no lo hubieras tenido tú.

- No te preocupes por eso, nos vemos, que tenga dulces sueños, adiós. - dije en un tono dulce.

- Adiós – tardó en cortarme.

Puse de nuevo el celular en la mesita y miré a Alba.

- No sirves para seducir – rió – deberemos practicar eso, pero será mañana ya que ahora nosotras también nos iremos a dormir.

Treinta días para enamorarla | Adaptación Caché | TerminadaWhere stories live. Discover now