Cap 16

1.2K 90 0
                                    

Ambas salimos del lugar, la noche ya invadía la ciudad, el frío golpeó mi cuerpo, ese estilo de frío solo significaba que sería una noche complicada, eso era mejor acompañarlo con una buena chocolatada caliente.

Miré a Alba ésta asintió, ella sabía lo que pensaba, este estilo de frío hacia que nos encerráramos en nuestro viejo apartamento y acurrucáramos para contrarrestar el efecto que nos provocaba este tipo de clima.

- Será mejor subir y irnos al nuevo departamento si quieres ese chocolate – me sonrió.

- Eso suena perfecto – le sonreí con satisfacción, no me vendría nada mal relajarme un rato y despejar mis pensamientos sobre Daniela.

Subimos al auto, que de inmediato nos llevo al nuevo departamento que aún no conocía, Alba me explicaba que mientras estábamos en ese Local algunos ayudantes contratados por Laura fueron por algunas cosas de nosotras, principalmente ropa, lo demás lo dejaron ya que según La secretaria, este departamento estaba "equipado con lo necesario".

El auto se detuvo, bajamos de este escuchando un "buenas noches" de parte del chofer que claro no respondí, el auto desapareció de inmediato, observé el edificio que tenía frente a mis ojos era claro que este lugar no era para cualquiera, ahora me siento una "infiltrada" .

Alba se encamino hacia la gran puerta de vidrio, pasando una tarjeta blanca sobre la tabla tecnológica que tenía la puerta, observé como la puerta se abrió, seguí sus pasos, ella parecía segura de lo que estaba haciendo, escuché detrás de mi como de a poco la puerta volvía a cerrarse.

Miré alrededor disimulando un poco mi fascinación por el lugar, me detuve y observé los detalles que tenían las paredes, igual que el techo, parecía una obra de arte plasmada en la estructura.

- Disimula un poco – susurró arruinando mi momento – voltee para verla, pero ella ya se estaba alejando de a poco de mí, tomé pasos apresurados poniendome a su lado y entrando ambas en el ascensor – ¿qué es lo que te atormenta esta vez?

- Lo arruine, ella salió corriendo.

- No pienses en eso, si ella se fue, no es porque lo arruinaste sino porque moviste su mundo.

- ¿Cómo lo sabes?

- Por como la besaste, deduje muchas cosas.

- ¿Cómo que?

- Como que te gusta esa chica, la vas a lastimar, ¿quieres mi consejo? – sentía su mirada, de alguna manera quería su consejo, horas antes hubiera dicho que no me gustaba Daniela Calle pero ese beso me dejaba en la duda ahora mismo.

-Por favor – salimos del ascensor, seguí sus pasos que nos dirigieron a una puerta, con la misma tarjeta abrió aquella, ambas al entrar miramos el lugar, era el triple de tamaño de nuestro viejo apartamento.

- Disfruta Poch, si no hubieras tenído esta oportunidad no la hubieras conocido y tampoco saborear sus labios, esto puede ser obra del destino debes elegir desacerté de todo esto y hacer como que nunca paso o seguir adelante y averiguar que es lo que en realidad te pasa con ella – el silencio se hizo presente, no sabía que responder – haré chocolate caliente tardaré un poco en encontrar la cocina – sonrió divertida - mejor conoce el nuevo departamento además de pensar en lo que dije.

- Está bien.- le sonreí.

Después de esa charla, hicimos como que nunca la tuvimos, tan solo disfrutamos aquella bebida que preparó mientras recorríamos el departamento, nos quedamos hasta tarde preguntándonos ¿cómo conseguimos este lugar tan rápido?. Luego de eso cada una fue a su habitación al príncipio me costo dormir, en un momento era por Daniela pero luego recordé que hace mucho no dormía sola ya que tan solo hace dos días dormía junto a mi mejor amiga, no me di cuenta cuando me quedé dormida.

...

Al despertarnos hicimos nuestra nueva rutina que de ahora en adelante seria de a poco normal en nuestras vidas.

Mi oficina estaba vacía, esto me hacia sentir tan solitaria, intentaba distraerme con cada fotografía que me mandaban por Email para ver y elegir cuales llevaran a Anna, además de algunas preguntas que empezaban a hacerme algunos fotógrafos que aparecían frente a mi vista, que me costaron responder, agradecí que la Laptop de mi oficina contenía mucha información que en este momento me ayudaba demasiado.

De pronto el intercomunicador se activo, dando un sonido demasiado molesto para mí, observé como una luz titilaba, mire a los lados, asi que solo segui mi intuición, presione aquel boton que titilaba, después de todo ver películas servía de algo, algunas de ella mostraban como usaban estos aparatos.

- Tiene visita señorita Wintour, ¿hago que pase?

- Sí – susurré.

*¿Quién podría ser? *

Miré hacia la puerta, esta se abrió con algo de rapidez y de esa misma forma fue cerrada, no podía emitir ningún tipo de sonido, no podía creer que ella estuviera ahora mismo frente a mí.

Ella no decía nada solo miraba a los lados, como si buscara algo.

- Buen día Daniela ¿qué se te ofrece? – ella me dio un mirada rápida, esos ojos gatunos intensos parecian apagados, sin brillo, debajo de ellos había unas ojeras demasiado notables.

- ¿Por qué lo hiciste? – empezó a caminar por toda la oficina, sabía a qué se refería.

- Me ganó el impulso – me levanté de mi asiento pasé alrededor de mi escritorio, intentando acercarme a ella.

- No te acerques, no me toques – extendió su mano, haciendo distancia entre ambas, verla así me ponía mal, ella está así porque nunca quiso el beso es mi culpa debí esperar más.

- Lo siento si quieres podemos hacer que nunca pasó – retrocedí unos pasos, chocando con mi escritorio, apoye mis manos en este y solo la observé.

- No puedo fingir que nunca pasó.

- Te olvidaras de aquello, un mal beso se olvida rápido - le di una media sonrisa.

- ¿Para ti fue un mal beso? – quedé en silencio, ella paró de caminar y me miró – dime la verdad, ¿fue malo el beso para ti? – negué.

- Me gusto, demasiado pero por ti haré que nunca pasó – ella sonrió, parece que quería oír eso.

- Me costará olvidarlo, porque a mí me encantó ese beso, fue...

- ¿Especial? – ella asintió.

- ¿Tú también lo sentiste así?

- ¿Diferente y especial – afirmé, ella sonrió, pero más tarde me dio la espalda.

- Esto está mal, a mí nunca me gusto una mujer y llegas tu siendo amable, me coqueteabas y luego me besas haciendo que me sienta tan confundida, en tan solo días – da una risa nerviosa – todo esto es muy extraño – pasó su mano por su rostro como si quisiera entenderlo todo.

Treinta días para enamorarla | Adaptación Caché | TerminadaWhere stories live. Discover now