Treinta días para enamorarla | Adaptación Caché | Terminada

cap 13

Cuando terminamos de almorzar, regresamos al auto que nos esperaba en la entrada, cuando salimos afuera había algunos camarógrafos sus flashes me segaron por un momento pero la mano de Daniela tomó la mía, me guío hacía el auto cuando entramos en el, el chofer arrancó de inmediato.

- Gracias por eso. - ella rió.

- De nada, me di cuenta que necesitabas ayuda con la cara que pusiste - le di una sonrisa de agradecimiento.

- Bueno dime ¿cuántos días te quedaras? Tienes que volver rápido a Los Angeles me imagino.

- En realidad me quedaré unas semanas solo porque quiero pasar un tiempo aquí.

- No será por mí ¿no? - ella apartó la mirada.

- Te pareces a tu tía cuando actúas así.

- ¿Cómo?

- Actúas como si tus suposiciones fueran ciertas.

- Entonces estoy en un error, lamento eso.

- Ese es el problema - escucho que susurró algo más pero no le pude entender.

- ¿Tu amiga se quedará?

- Sí, siempre está conmigo cuando hago viajes ¿por qué la pregunta?

- Me gustaría seguir saliendo contigo pero sin tu amiga - ella me miro dudando - como amigas claro.

- No sé, lo pensaré - el auto se detuvo, frente del THE PLAZA, hotel donde seguro se hospedaba Calle, miré al chofer que descendió del auto y fue abrir la puerta para ella -¿termino nuestra salida?

- Eso parece - ella aún me miraba - no te preocupes por Dulceida, te la mandaré de inmediato - ella vacilo un poco, pero a antes de que bajara tome su mano, al girarse para verme me sonrió, saqué de mi bolsillo su celular y se lo entregué - ya nada te ata a mí, pero agendé mi número por si decides seguir saliendo conmigo, para matar el aburrimiento que te dará Nueva York - ella se acerco a mí, por un momento mi corazón empezó a acelerarse, algo nada común en mí, supongo que es porque no sabia que iba a hacer ella, pero cuando sentí sus suaves y mojados labios sobre mi mejilla solo cerré los ojos ante ese contacto.

- Te llamaré - cuando abrí lo ojos, la puerta del auto ya estaba cerrada y Daniela estaba de espaldas ingresando a aquel hotel.

Mire por la ventana al chofer pasando alrededor del auto, cuando al fin entró, antes de arrancar me miro por el retrovisor.

-¿Quién cambió los planes? - dije seria, mostrando algo de autoridad.

- Llamó su asistente, dijo que llevara a la señorita Calle a su hotel y que luego a usted la regresara a la empresa.

- La próxima debe avisarme de este estilo de cambio de rumbo o si no, no se moleste en regresar - el asintió rápidamente.

- No pasará más señorita Wintour - él arrancó el auto, haber usado ese carácter con él no fue lo adecuado a mi pesar, pero tenía que hacerlo sé que Anna lo hubiera tratado de esa misma manera y ya que desde antes este hombre tenia la mirada sobre mí, significaba que algo de duda sobre si soy familiar o no Wintour se le cruzaba por la cabeza, por ahí con este trato esa pregunta haya sido respondida.

Cuando llegué a la empresa, en la puerta me esperaba Alba, ella aún tenía esa Tablet en la mano junto a un par de lentes negros demasiado grandes. Baje de este auto, comenzando a acercarme a ella sin mirar a los lados.

- ¿Desde cuando usas gafas de sol? - miré más de cerca aquellas gafas, noté una escritura a un lado de esto, parecía muy bien hecha lo que significaba que era de Marca.

- No son mías - la miré frunciendo el seño - son tuyas - me las dio - póntelas.

- ¿Para qué debo ponérmelas?

- Me han dicho que debes llevar todo de marca, eso incluye estas gafas.

- Entiendo pero ¿por qué tiene que ser ahora?

- Digamos que tu foto esta merodeando algunas paginas web de noticias en este momento asi que hay periodistas que preguntan quién eres, así que Laura dijo que es mejor que estés prevenida en todo sentido y especialmente en la moda, ya que cuando sepan que eres la "sobrina" de Wintour, todos vean que en algo te pareces

- Está bien - suspiré tomado aquellas gafas , colocándomelas - ¿qué marca son? - dije mientras avanzaba para entrar el edificio, escuchando los pasos de Alba venir atrás mío.

- DOLCE AND GABBANA , estuve viendo su precio y cuesta 300.

- 300 dolares no es tanto - escuché su risa.

- 300 mil dólares Poch, así que cuida bien eso - ambas entramos al ascensor, cuando se cerró.

- Todo este tipo de lujo va más allá de mí - susurré - anteojos, una cena algo así como privaba en un restaurante de lujo, ser jefa de fotografía, lástima que esto se acabe en solo semanas.

- Ya hablamos sobre esto, si te va bien con todo no perderás nada y yo tampoco , podré quedarme contigo, así que no hay nada de que preocuparse.

- Si tu lo dices - miré los números que se encontraban arriba de la puerta del ascensor - no te parece raro que habiendo tanta gente no choquemos con nadie.

- Le pregunte a Laura sobre eso y me dijo que todos están avisados que no pueden cruzarse en tu camino.

- Ni que tuviera lepra - ella rió.

- Bueno cambiando de tema ¿cómo te fue con el almuerzo?

- Bien creo..

- ¿Anotaste su numero para llamarla no?

- Le di mi número, siento que me llamará.

- Yo digo que sí. -afirmó.

- ¿De verdad lo crees?

- Sí y más por lo que me dijo Aida - giré para verla - al parecer Daniela le dijo a ella que quería ir a almorzar a solas contigo por eso ella a último momento no fue.

- ¿Tú crees? - sonreí.

- No, esa mirada - la miré confundida - la conoces hace menos de tres días y ya te gusta?

- ¿De qué hablas? - ella rodó los ojos.

- Tú mirada te delata, intenta no enamorarte ambas saldrán lastimadas será mejor no mezclar sentimientos con trabajo.

- Nunca lo hago - las puertas se abrieron en el último piso - ¿qué haremos ahora?

- Nosotras nada, tú irás a la oficina de Wintour ella quiere hablar contigo.

- Por eso llevaron a Daniela al hotel sin consultarme ¿no?

- Sí - escuche a Laura a un lado de mí, giré para verla - te quedan bien las gafas, pero debes apurarte llevas atrasada más de veinte minutos - asentí rápidamente, caminé hasta la oficina de Wintour, ésta a diferencia de las otras veces tenía ambas puertas totalmente abiertas, así que solo di unos pasos más para que notara mi presencia.

- No me gusta cuando llegan tarde - no dije nada, alzó un poco su mirada viéndome fríamente - pasa debemos hablar...