32

5K 390 24
                                    

MUY IMPORTANTE: quedan tres capítulos para acabar la historia. No estoy segura de si incluir epílogo o no, ya veré lo que sucede. La cuestión es la siguiente, voy a subir una historia que está dividida en tres partes justo cuando Seis hermanos acabe. La historia es completamente diferente a esta por lo que no esperéis nada parecido. Está mucho más trabajada ay, la verdad, tengo grandes esperanzas en ella. No me enrollo más, disfrutad de lo que queda de historia.


Lo único en lo que podía pensar era en ese maldito número. Hoy debía hablar con Blake, debía aclararle las cosas y decirle que teníamos que poner tierra de por medio. Yo me estaba empezando a confundir y cada vez tenía más que claro que él no tenía el mismo interés por mí que yo por él. Lo cierto es que me reconcomía, por que de veras que le había empezado a tener aprecio y las noches y los problemas se hacían mucho más amenos con él, pero siendo egoísta, necesitaba expresarme, ser sincera hacia lo que estaba naciendo y que él lo fuese conmigo.

Esa noche esperé y esperé, durante mucho rato, estaba totalmente nerviosa, no sé si por el hecho de que volvía a estar sola en casa o por el factor de Blake se iba a aparecer en casa. No dejaba de merodear por todos lados, hasta que oigo como se abre la ventana. Me giro y ahí lo veo, con sus manos en los bolsillos y la nariz roja.

-Hace un frío que pela ahí afuera- me dice.

-Lo sé- me acerco y cierro la ventana.

Me vuelvo a sentar en el escritorio y omito la acción, sigo copiando apuntes y lo ignoro completamente. Noto como él se pasea y se posa detrás mío, pero sigo sin hacerle caso.

-Oye- llama mi atención -¿Porqué no vienes a la cama y dejas esa mierda?- me pregunta mientras me arrebata el bolígrafo de las manos, lo miro con mala cara y su cara de diversión cambia.

-Tengo cosas que hacer- le digo. Le quito el bolígrafo y vuelvo a mi tarea. Realmente no debería hacer esto, él no me ha hecho nada para que lo trate así, pero es la única manera que se me ocurre para que se aleje de mi.

-Pues entonces me voy- puedo atisbar malhumor en sus palabras.

-Pues vete- digo sin mirarlo, como si me diera igual.

No pienso girarme a verlo. Oigo como camina y el ruido de la ventana abrirse. Espero unos segundos a oír de nuevo como se cierra, pero no oigo nada, elevo mi cabeza para ir en su busca y los descubro a mi lado.

-¿Qué te pasa?- me pregunta. Reculo unos centímetros, está demasiado cerca.

-Nada- niego con la cabeza, nerviosa por la cercanía -¿No te ibas?- le pregunto.

-No hasta que me digas porqué estás tan rara- me dice, apoya sus dos manos en el respaldo de la silla, me tiene acorralada.

-He dicho que no me pasa nada- hablo con decisión.

-Mentirosa- farfulla él.

Está cerca, muy cerca. ¿Querrá besarme? Yo a él, definitivamente sí. Coloca su mano en mi nuca.

-¿Me dirás que te pasa o no?- susurra.

Quiero contestarle, pero de verdad que no puedo, las palabras no quieren salir de mi boca, tengo un nudo en la garganta que me está ahogando, apenas puedo respirar. Se acerca, me acerco. Me besa y yo le beso a él. Deshace el agarre en la silla y me siento morir. Morir allí mismo. Joyce no me agarraba así, no me tocaba así, no me besaba así, y definitivamente no me hacía sentirme así. Se separa unos centímetros de mi con esa sonrisa de idiota en la cara.

-No me mires así- digo girando la cara hacia otro lado, completamente roja.

-¿Cómo quieres que te mire?- murmura con diversión.

-No así- digo y me levanto mientras froto mis brazos, estoy tremendamente contenta, y supongo que la sonrisa que intento evitar que salga me delata.

-¿Me dejas quedarme ya?- oigo que dice detrás de mi y suelto una carcajada.

-No, hoy debes irte, mis hermanos vendrán pronto y...- me interrumpe cuando coloca de nuevo sus manos en mis mejillas y junta sus labios con los míos.

Dejo escapar un suspiro sobre sus labios y profundizamos en el beso. Llevo queriéndole besar mucho, mucho tiempo. Besa bien, lento y pausado, pero con mucha, mucha profundidad. Me gusta.

-Iris...- abro los ojos como platos y me separo bruscamente de Blake. Me giro y veo a mi hermano Ence con la mochila en el suelo. Mirándome en silencio, sin decir nada.

Ahora sí que siento que no puedo respirar. Joder, joder, joder.

-Ence...- me interrumpe.

-¿Qué haces con este pedazo de mierda?- miro a Blake de reojo y veo como él ni se inmuta, solo mira seriamente a mi hermano -¡Fuera de aquí, fuera!- brama mi hermano y se acerca a él peligrosamente -¿A esto te referías, eh? ¿A esto, asqueroso?- le agarra por el cuello de la chaqueta.

-Ence...- susurro acercándome a él y coloco las manos en su brazo.

-Déjame- brama con enfado cuando lo toco -No sé como has podido tener la poca vergüenza de hacer esto- dice cuando le pega un empujón a Blake. ¿De qué va todo esto?

-Ence, ya basta- digo. Ambos me miran, la mirada desafiante de Blake sobre mi hermano es casi letal.

-Tú cállate- me dice -¿Es que no te das cuenta de que te ha estado utilizando?- me pregunta. ¿Y él qué coño sabrá?

-¡No la he estado utilizando!- Blake le pega un empujón y se separan varios metros.

-¿Tu te crees que soy gilipollas? Tú mismo lo dijiste- dice mi hermano.

-¿Qué se supone que pasa aquí?- Blake me mira y yo no entiendo nada.

-Dijiste que ibas a destrozarme de la peor manera posible, por eso la asquerosa de tu novia hablaba de ella, eres repugnante- y dicho esto le pega un puñetazo en la cara que hace que retroceda un par de pasos.

-¡Ence, basta!- digo poniéndome delante de Blake.

-No, basta no Iris, este mierda de aquí se ha metido contigo porque sabía que no podía tocarte, sabía que era lo que más daño me haría sería esto- replica él.

Me giro a mirar a Blake.

-¿De qué está hablando?- le pregunto -¿Acaso os conocíais?- le pregunto sin entender.

-No, es decir sí, pero no le hagas caso, yo nunca...- le corto.

-¿Conocías a mi hermano y no me dijiste nada?- pregunto.

-Le conocía, pero no como si él fuese mi amigo o...- mi hermano interrumpe, Blake está incómodo.

-Se ha acercado a ti por mi, no por que le intereses- sentencia mi hermano. Me giro a mirarle, no me puedo creer que esto esté pasando.

-¿Es eso cierto?- pregunto al borde de la desesperación.

-No, Iris, al principio puede que sí, pero luego...- me separo de él bruscamente sin acabar de creerme lo que está pasando.

-¡Eres un mentiroso de mierda!- bramo mientras retrocedo. Me choco con el pecho de mi hermano.

-Iris...- alarga su brazo para agarrarme y evitar que siga reculando.

-No me toques- susurro.

Salgo de la habitación dando tumbos y me meto en el baño. Como cada vez que no puedo con la realidad. Como cada vez que alguien en quien confío me falla, como cada vez que alguien me rompe. Si ese era su propósito lo ha conseguido, y por partida doble.

Seis hermanosWhere stories live. Discover now