♦ Actualidad

5.4K 730 81
                                    

Andrea y Faith se encontraban caminando en medio de la ciudad, mientras Andrea le explicaba a Rashta como era el mundo donde ella estaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Andrea y Faith se encontraban caminando en medio de la ciudad, mientras Andrea le explicaba a Rashta como era el mundo donde ella estaba. La joven de cabellos negros encontraba divertido las reacciones de Rashta con la cara de Faith, era algo muy raro de presenciar que la persona que estaba en el cuerpo de si amiga, no fuera su amiga.

—En este lugar ya no hay realeza o por lo menos en algunas partes del mundo —explico Andrea—. Tampoco existen los esclavos, aquí nadie es dueño de nadie, al menos, claro que seas un posesivo psicópata —dijo viendo como Rashta la miraba confundido.

—¿No hay esclavos? —pregunto Rashta sorprendida.

Andrea negó.

—No, yo no soy una esclava, Faith tampoco, ni siquiera esa señora de allá —menciono ella señalando a una mujer a la lejanía.

En ese momento, ambas se detuvieron en una esquina donde había varias personas esperando para cruzar la calle al mismo tiempo que varios autos pasaban.

—¡Carruajes de metal! —exclamo Faishta con entusiasmo llamando la atención de las personas que se encontraba allí.

Andrea se encontraba roja de la vergüenza, al ver, como las personas las miraban raro.

«¡Hija de su madre! Al menos, aprendió a dejar de hablar en tercera persona»

—¡Andrea! ¿Dónde están los cabal... —Rastha no pudo terminar de formular la pregunta porque una mano la calló.

—Cállate —mascullo Andy entre dientes para luego darle una mirada amenazante. Cuando varios autos dejaron de pasar, agarro el brazo de Faith para cruzar la calle—. Camina.

Luego Andrea tuvo la idea de llevar a Rashta a conocer el centro comercial

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego Andrea tuvo la idea de llevar a Rashta a conocer el centro comercial.

Andrea veía a Rashta como miraba con inocencia y entusiasmo los locales de allí como el patio de comida que estaba repletos de personas sentadas charlando animadamente.

Hubo un momento que se arrepintió de haberla llevado cuando Rashta entro a un lugar de lencería y agarro un sostén para ponérselo en cabeza confundiéndolo con algún objeto para sostener el cabello. Las chicas que trabajaban ahí se reían mientras se burlaban de ellas.

¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora