♦ Síntomas

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Rashta se encontraba paseando por los alrededores del palacio junto con Sarah mientras recordaba la reunión que había tenido el día anterior con Jurian, Sovieshu y Navier

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Rashta se encontraba paseando por los alrededores del palacio junto con Sarah mientras recordaba la reunión que había tenido el día anterior con Jurian, Sovieshu y Navier. Debía admitir que estar en una habitación con Sovieshu y Navier siendo Rashta era muy incómodo.

Esa pequeña reunión había surgido para hablar el tema de la prueba de paternidad. Primero, el Emperador tendría que pedirle una solicitud al Sumo Sacerdote y este le tendría que dar una fecha para poder llevarla a cabo. Claro, que todo eso tardaría un poco y mientras tanto, Rashta se tendría que quedar en el palacio hasta que se tuviera la prueba de paternidad. Cuando tuviera los resultados de la prueba y muestre que es hija de Jurian, podría irse a vivir con él.

«Espero, que la prueba de paternidad se pueda hacer rápido». Pensó Faith preocupada, ya que tendría un tiempo limitado para esconder su embarazo mientras no se notará la panza. Hacía días que había empezado a sentir cansada más de lo normal y un poco mareada, y no podía contar los días de su periodo porque no recordaba cuando fue la última vez que le había venido a Rashta. Si en cualquier momento comenzaba a tener nauseas, iba a tener un problema grande para esconderlo.

Por suerte, dentro de poco los próximos días iban a ser tranquilos porque tanto Sovieshu como Navier irían a la casa de campo de la familia Imperial, para celebrar con tranquilidad el cumpleaños de la Emperatriz y "hacer las paces".

En su última reunión a sola con Sovieshu, este se lo había mencionado y ella lo había alentado y deseado lo mejor. Si el Emperador esperaba alguna clase de reacción por parte de ella, estaba equivocado. Aunque notaba que su relación de alguna forma había cambiado, ya no eran amantes, tampoco se podía decir que "amigos", sino más bien como dos personas cercanas buscando apoyo.

O, por lo menos es lo que veía ella desde su punto de vista.

En fin, consideraba no entrometerse mucho en la relación con Sovieshu y Navier. Si Rashta se hacía a un lado, tal vez, la comunicación entre ellos dos mejoraría y su relación también. Por lo que, no habría que buscarle un nuevo pretendiente a la Emperatriz. Sin embargo, se esperaba que Sovieshu tuviera un heredero, para que nadie como Lari ocupe el trono.

Claro que esas cosas podrían verse más a futuro y aun había tiempo antes de adentrarse a la trama más oscura de la novela.

Solo esperaba que en esos días en la que el Emperador y la Emperatriz se fueran a la casa de campo, hubiera alguna clase de avance en su relación.

Al salir de sus pensamientos, Faith nota a la lejanía a Heinley junto con Mckenna caminar hacia la direccione donde se encontraban ella y Sarah.

Rápidamente, Rashta se da media vuelta y mira a su dama de compañía.

—Sarah, date media vuelta y caminemos hacia otro lado —indicó ella, entrelazando con disimulo su brazo con la de su dama de compañía para disimular la huida.

¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora