♦ Poción de amor

2.2K 363 65
                                    

Faith se encontraba en el jardín del palacio leyendo tranquilamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Faith se encontraba en el jardín del palacio leyendo tranquilamente. Después de haber interrogado al Vizconde Landre y obtener la información que buscaban. Ella y Jurian hablaron con el Emperador confirmándoles que todo había sido un mal entendido, claro que tuvo que omitir cierta información que la relacionaba con el Vizconde Lotteshu; ya que el Emperador no sabía que este ultimo la había chantajeado para obtener dinero.

Después de haber tenido esa charla con el Emperador, este no menciono el castigo que tendría pero que no iba a ser un castigo grave debido a que colaboro con el interrogatorio.

La joven de cabellos plateados salió de sus pensamientos dándose cuenta que había estado mirando varios minutos la misma página. Luego noto una presencia a su lado y solo un pequeño grito de susto al ver que el narcisista Príncipe Occidental estaba sentado a su lado mirándola sonriente.

—¡¿Acaso quieres darme un susto de muerte?! —exclamó Rashta mientras tenía una mano en el pecho por ese repentino susto—. ¿Por qué no me llamaste? —pregunto ahora más tranquila.

—Oh si lo hice, la llame como dos veces, mi lady —contestó Heinley aun teniendo esa sonrisa que dejaba a todo el mundo embobado—. Me dio curiosidad por saber la profundidad de sus pensamientos, que ni noto mi presencia sobre todo porque llevaba varios minutos sin cambiar de página.

«Nada que te importe, acosador». Pensó Faith fastidiada.

—Nada de importancia, solo pensamientos innecesarios —respondió Rashta con indiferencia—. Por cierto, ¿a qué se debe el honor de su presencia? —pregunto curiosidad intentando ocultar más de todas las ironías de sus palabras.

—¿Recibió mi carta?

La joven de cabellos plateados asintió, recordando que el anoche como "Reina" se entregó una carta mencionando que la salud de su hermano mayor empeoro.

—Claro, lamento que la salud de su hermano no mejore.

«Siempre se mencionó el hermano de Heinley era débil, nunca se mencionó otra cosa u enfermedad por lo que es difícil ayudarlo, pero igual no lo hubiera hecho porque mi vida vale más que ser una buena persona en estos momentos y con llevaría a muchos problemas.»

—Todavía él no está en peligro, pero siempre ha sido débil —mencionó el Príncipe del Occidente.

—¿No deberías estar con él como un apoyo? —inquirió Rashta.

—¿Qué pensaría si me fuera al Reino Occidental, mi Lady? —pregunto Heinley curioso.

«¿Qué pensaría con qué? Estaría feliz de no tenerte merodeando por los alrededores».

—Pensaría que... ¿tenga un buen viaje? —contesto ella fingiendo responder con vacilación.

El príncipe Heinley frunció el ceño.

¿𝓢𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓼𝓱𝓽𝓪? 𝓝𝓸, 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora