XV

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Marinette estaba emocionada, Chat Noir pronto iba a llegar a su habitación.
Ella sabía lo que quizás podría pasar hoy.

No paraba de pensar en él.

Escuchó unos golpecitos en su trampilla. Y así que lo abrió.

El chico rubio la miró con dulzura, tenía esa sonrisa que la enamoró a los 14 años. Ella no dudó en hacerlo pasar.

Toda la habitación estaba  casi en penumbras, lo único que iluminaba era la luz de la laptop de Marinette que estaba en su cama.

Ella lo dejó entrar, él no tuvo problemas gracias a la visión nocturna.

Y... Marinette lo abrazó, él la alzó en sus brazos. Y cerró la trampilla, llevándola a su cama.

La chica azabache no tardó en reclamar sus labios cuando él se sentó en la cama con ella en brazos.

Se encontraron con mucha pasión, Marinette sintió como el chico gato acariciaba su cuerpo con cuidado de no lastimarla. Lo sintió acariciar su espalda baja, manosear su trasero.

Y ella comenzó a moverse sobre él, y su traje era tan fino que casi se sentía como si no tuvieran ropa. Ella sintió que algo se ponía firme en la entrepierna cubiera de traje de Chat. Él se separó del acalorado beso para abrazarla, mientras ella se mecía sobre él, haciéndolo gruñir en cada empuje.

Marinette gimió, lo suficientemente alto como para que sólo él la escuchara, eso sólo lo hizo ponerse más duro y ayudarla a acelerar los movimientos.

Finalmente,Chat Noir sintió tanto placer, y podía sentir cómo Marinette también se debilitaba sobre él. En un instante, todo se sintió diferente y tardó un rato en recuperar el sentido.

Marinette estaba en su regazo, respirando pesadamente. La mano del chico estaba sobre su trasero.

«Wow...» Murmuró Chat Noir, a lo que Marinette sólo soltó un suspiro complacido.

«Quiero que me toques, mi gatito. » Fué lo que le propuso ella.

«Pero, mis garras...»

«Me prometiste que si me portaba bien harías lo que dijera. Es una petición gatito. » Marinette hizo una voz algo infantil y un puchero.

Chat no podía resistirse, no podía.

«Puedes hacer conmigo lo que quieras. Úsame como desees. » dijo él con la voz ronca. Ella sonrió.

«No te arrepentirás, mi gatito. » Tomando el rostro del chico con ambas manos,en cada mejilla, ella lo besó en los labios, de manera bastante posesiva. Mordiéndole los labios y chupándolos.

Chat Noir gruñó mientras un gran placer lo inundaba.

Siempre, siempre quiso que ella quitara toda su frustración, usándolo a él para besarlo, morderlo, y como objeto sexual. Ese era un extraño fetiche que él tenía.

Pudo sentir cómo ella bajaba el cierre de su cremallera, y cerró los ojos. Ella se separó del beso y lo tumbó en la cama. Allí yacía Chat Noir acostado boca arriba, con el cabello rubio despeinado, los labios mordidos y ensalivados y la cremallera bajada.

Totalmente ultrajado. Totalmente a su merced. Él abrió los ojos, mirándola con deseo.

"Soy tuyo." Eso significaba esa mirada.

Marinette no iba a dejar pasar la oportunidad de hacerlo suyo. Por fin.


Love potionWhere stories live. Discover now