𝖲𝗂𝖾𝗍𝖾

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Cuando tuvieron que separarse por falta de aire, fue Joel quien volvió a retomar el beso, un poco más intenso y húmedo que el anterior. Christopher mentiría si dijera que ese no era el mejor beso que había dado en muchísimo tiempo y, además, que estaba sorprendido al ver lo bien que Joel besaba.

Ya no quería dejar de probar sus labios. Nunca.

Tuvieron que separarse porque el teléfono de Joel empezó a sonar con una llamada del trabajo. Ambos se despidieron, sonrojados y agitados y Christopher le preguntó a el rizado si podía escribirle más tarde a lo que él respondió: "si claro, suena bien"demasiado nervioso y después de eso, se marchó.

Todo el fin de semana habían estado hablando por mensajes de texto, casi todo el tiempo, ambos se sentían como unos adolescentes hablando con su primer crush o algo así. Joel no recuerda haberse sentido asi en muchísimo tiempo y le asustaba un poco pero también le gustaba y ahora quería seguir en contacto con Christopher y conocerlo en todas las formas posibles.

-Bebé, ¿qué tan bien te cae tu profesor Chris? -preguntó Joel a Andel, mientras iban en camino a la escuela.

-Demasiado, mami. -respondió sonriendo.- A ti te cae bien?

-Si, bebé.

-Pero, muuuuuucho o solo un poquito?

Joel no pudo evitar reir, un poco nervioso.

-Mm, tal vez un poquito mucho, Andi.

-Mm -empezó, imitando el sonido que había hecho Joel. -Tío Erick, tía Yoce y tía Sara dijeron que te gusta mi profe.

Joel abrió los ojos sorprendido, ya no podía dejar a nadie con su hijo porque empezaban a decirle cosas. Cosas que tal vez eran ciertas pero él no quería decir y admitir tan rápido.

-¿Cuándo te dijeron eso, bebé?

-El día que hicieron el plan y yo ayudé estando en silencio.

Joel recordó cuando el viernes llegó a casa de Erick y allí estaban sus demás amigos, llenándolo de preguntas y Andel riendo sin saber muy bien por qué todos estaban tan locos.

Cinco minutos después, Joel estacionó fuera de la escuela de su hijo y ambos bajaron, tomados de las manos, caminando hacia el salón.

Estaba sintiéndose patéticamente nervioso, nunca antes había besado a el maestro de su hijo, no sabía como debía actuar y además, era el primer hombre que besaba apropiadamente después de dos años o un poco menos, ni siquiera lo recuerda. Además, Christopher es muchísimo más guapo que cualquier persona que haya besado antes.

-Hola, campeón. -la voz de Christopher lo sacó de sus pensamientos. Mierda, ni siquiera se dió cuenta que había llegado al salón de clases.

-Hola, profe favorito. -Christopher le sonrió y el niño se giró hacia Joel de nuevo. -Adiós, mami. Te amo.

-Eh... adiós bebé. -respondió, sonriendo nervioso.

-Hola, Joel.-dijo Christopher acercándose un poco.-¿Cómo estás?

-Eh, hola... estoy bien, todo bien... ¿tú como estás?

-Muy bien también.-el castaño le sonrió mostrando uno de sus hoyuelos y Joel sintió que se iba a desmayar, justo como el primer día en que lo vió sonreír.

-Oye, ¿qué harás hoy en la noche? -Joel preguntó sin rodeos. No podía ignorar que se habían besado.

-Depende, ¿por qué? -Christopher estaba hablando muy ronco y Joel estaba seguro de que estaba demasiado sonrojado en ese momento.

The Teacher And ¿Mommy? «Virgato» Adaptación Where stories live. Discover now