𝖵𝖾𝗂𝗇𝗍𝗂𝗎𝗇𝗈

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Madison había cumplido cuatro meses la semana que pasó.

Christopher y Joel nunca se habían separado de ella desde que había nacido. Joel había estado trabajando desde casa y Christopher aún seguía en la escuela siendo profesor de preescolar, asi que cada mañana se iba con Andel y Joel se quedaba con la pequeña Madison y Groot en el apartamento.

La bebé no solía llorar mucho, era bastante tranquila y habían sido muy pocas las veces en las que los había despertado llorando en la madrugada. Joel siempre pensaba que era todo lo contrario a Andel. Cuando él era recién nacido no había noche en la que no despertara a Joel y a su mamá llorando y demorando en calmarse casi una hora. Asi fueron los primeros seis meses de Andel, sin dormir mucho y jugando con él durante todo el día.

Madison amaba jugar con carritos de Andel y algunas muñequitas que le habían regalado personas de la familia. También le gustaba mucho ver caricaturas con su hermano mayor mientras Christopher y Joel preparaban la cena o alguna comida para compartir. Otra cosa que la niña amaba y todos lo habían notado era tocar la nariz de Joel y enredar los cabellos de Christopher en sus pequeños dedos, siempre soltaba pequeñas risas cuando ellos hacian caras chistosas y se le marcaba un hoyuelo en su mejilla derecha, justo como el de Christopher.

Andel siempre que llegaba de la escuela, se quejaba porque extrañaba a Christopher y sus clases divertidas y ya no quería hacer sumas y restas con su nueva "profesora aburrida" como él la llamaba. Luego de hacer tareas, siempre tomaba prestado el celular de Joel para hacerse al lado de Madison y tomarse fotos con ella, que no siempre quedaban muy bien gracias a las manos traviesas de la bebé.

-Si Madison llora, ponle el audio que Joel te envió mientras le das de su biberón. -le dijo Christopher a Emilia. -Andel tiene su merienda lista en el microondas, si se aburre puede ver una película pero no hasta muy tarde y si algo se sale de tus manos...

-Los llamaré para que vengan de inmediato.,-completó la bajita- Ya me dijiste lo mismo unas ochenta veces, Christopher, además, soy mamá de dos gemelos, puedo con tus dos hijos y más, ve tranquilo.

Resulta que como hace bastante tiempo, desde que Madison nació prácticamente, Joel y él no habían vuelto a salir o a tener tiempo a solas ya que la bebé y estar pendientes de las tareas de Andel no les dejaba mucho tiempo, asi que, luego de que el rizado insistiera mucho en querer salir a cenar a un sitio bonito, Christopher accedió.

Era la primera vez que dejarían a Madison sola con alguien que no fuera ellos y por eso estaba tan nervioso.

-Cariño, Emi sabe de esto, además Maddie puede entretenerse con los bebés de ella y con Andel. -habló Joel. -Estarán bien, no te preocupes.

-Cómo puedes estar tan tranquilo?

-Ya pase por esto con Andi cuando era bebé y confío en Emi, no tengo de que preocuparme o por qué estar nervioso.

Christopher suspiró y asintió mientras se alejaba con Joel hacia donde estaban sus hijos.

-Campeón, debes portarte bien con la tía Emi y cuidar de tu hermanita, eso hacen los niños grandes, ¿recuerdas?

-Si, papá. Soy un niño grande y juicioso y responsable y cuidante de mi hermanita.

-No se dice cuidante, bebé. -le dijo Joel riendo.

-Papá me dijo que así sonaba tierno. Cuidante de hermanita.

Los tres rieron y ambos le dieron un beso a Andel y otro a Madison que los observaba desde la cuna, antes de irse.

The Teacher And ¿Mommy? «Virgato» Adaptación Where stories live. Discover now