La vida de Stu (LVDS T1) (Brawl Stars)

Todo por una niña

No sé a donde irían Janet y Bonnie, estarían aburridas en el Star Park, no sabían que tenían permiso para ir a la ciudad, así que salí del cuarto para decirselo, y vi que estaban en la tienda de regalos. No quería volver a esa tienda, pero es lo que hay. Después de saber lo de que Belle seguía a fuera, me entró un escalofrío. No quería meterme en más problemas, no quería que me hicieran agujeros en la mano o que me la cortaran, o que jueguen con mis sentimientos.

Cuando abrí la puerta ví que Bonnie estaba abrazando un peluche de Spike, el famoso cactus mudo. Edgar estaba en la caja registradora, vigilando a las dos, de brazos cruzados.

(Bonnie)- Anda, ¿Has venido? Creía que no querías hablar...

(Edgar)- ¿Esta enana es nueva? ¿Y la mayor también?

(Janet)- Si...

(Bonnie)- ¿Puedo comprarme los peluchines, Janet?

(Janet)- Bonnie, ahora no, que no tengo dinero.

Y de repente sale Griff de su despacho.

(Griff)- ¿Alguien quiere comprar algo?

(Edgar)- Nada, esas dos son nuevas.

(Griff)- ¿Y Stu para qué viene?

(Stu)- Para decirles a estas dos algo.

(Bonnie)- ¿Ah, en serio? ¿Que es, que es?

(Stu)- Que también tenéis permiso para ir a la ciudad, pero solo hasta las 9 de la tarde.

(Janet)- Ah, ¿En serio? Creía que solo podíamos estar aqui...

(Edgar)- No... Eso sería muy raro.

Como al final Bonnie me daban pena, saqué 50 dólares de la manga y se los dí a Janet.

(Janet)- Pero, ¿por qué?

(Stu)- Para que le compres a la enana lo que quiere.

(Bonnie)- ¿¿En serio??

Y me fuí antes de que hablaran con migo o que me dieran las gracias.

(Griff)- Que amable de su parte. Bueno, ¿Que peluche vais a comprar?

(Bonnie)- Quiero el peluche del cactus, el otro peluche del perrito robot y el peluchín del esqueleto mejicano con la guitarra.

(Janet)- ¿Tanto?

(Bonnie)- Son 50 dólares, Janet, ¡Hay que aprobecharlos!

(Janet) - Pues cojelos, que ahora los pago.

Con Stu...

Haber... Las dos chiquillas son majas, el problema era sido yo, que no me apetecía hablar con ellas. Me fuí a mi habitación y me puse a seguir dibujando el plano, que era un royo, porque tampoco era tan facil, me lo tenía que currar. Luego, por la cara, Janet entró y me devolvió el dinero que le sobró, y se fué diciendo un "Gracias".