Estudiante por accidente

CAPÍTULO 3

一¿Cómo llegaste aquí, pequeña? 一le hablo a la paloma mientras la levanto con la mano一. Parece que te has roto el cuello... la próxima quizás podrías intentar no romper la ventana... quizás podrías estrellarte contra un muro, no sé 一la arrojo en la calle al lado del cordón, seguro se la llevarán los barrenderos que pasan dentro de un rato, o quizás algún gato hambriento tendrá un rico desayuno.

Veo que desde la ventana del segundo piso del edificio de enfrente, alguien me está observando. Hacemos contacto visual por un segundo, la mujer me saluda con la cabeza y da media vuelta. Me doy cuenta que me quedo parado durante varios segundos mirando fijamente ese espacio ahora vacío, porque el frío empieza a molestarme demasiado.

一¿Por qué has salido así, Danthe? 一me pregunta mi padre.

一Una estúpida paloma chocó contra mi ventana y me la hizo trizas, ¿podrías ver si tiene arreglo?

一Sí, pero cuando vuelva de trabajar, quizás puedes arreglarla con un poco de cinta si no es demasiado grande.

一¿Me hablas en serio?

一Claro hijo, la cinta se inventó para algo.

一Sabes... he visto cosas raras últimamente 一mi padre se pone pálido.

一Sí, está un poco raro el ambiente en general, no sé qué pasa, yo hace varios días siento olor a humo en el aire, como si se estuviera quemando algo.

一Eso viene de los campos, no creo que tenga nada que ver con...

一¿Cómo que no? Todo es importante, si no respiras bien, nada te funciona bien.

一Yo también siento ese olor hace días pero ¿en qué afecta esto a los pájaros?

一No sé hijo, es solo una teoría 一está nervioso y evidentemente no quiere hablar del tema一. Hoy tengo que ir más temprano a trabajar. Cuídate y habla con tu tía.

一Claro sí, justo lo que necesitaba para ponerle emoción a mi día.

Mi padre se retira y una vez más me quedo solo en casa. No amo estar en este lugar, soy consciente de que al menos tengo un techo, pero me trae recuerdos constantes que si pudiera, los retiraría de mi memoria.

No tengo algo planificado para hacer hoy, quizás debería enviar mi currículum a distintos lugares para ver si me llaman, aunque lo dudo porque no tengo nada de experiencia laboral. Este sistema quiere gente joven, recibida de alguna carrera y con diez años de experiencia, si no, no te toman en serio. A la mierda el sistema, lo decidí hace tiempo.

A raíz de esto mis días parecen iguales, tengo una sensación de vacío, como si estuviera perdido y sin ánimos como para hacer algo. Todo esto termina por desanimarme más, es un bucle sin fin: no quiero hacer cosas porque me siento mal y también me siento mal porque no quiero hacer cosas. Por suerte mi padre no me presiona, entiende que en la vida no todo es tan lineal, o eso espero.

Acostado en mi cama miro las formas irregulares que el óxido ha marcado en el techo. El sonido del celular me sobresalta, es una llamada de un número desconocido. Lo miro durante unos segundos pero no atiendo.

Al instante vuelve a sonar.

一¿Hola?

Desde el otro lado se siente la nada misma.

一¿Quién es? 一insisto.

Nada.

Esto no me gusta en absoluto.

Corto la llamada.

Siento intranquilidad en mi propia casa. Me subo la capucha de la sudadera y arriba me calzo una chaqueta. Tengo que salir de aquí, necesito aire fresco.