CAPÍTULO 11

458 79 53
                                    

Me despierto a la mañana siguiente con un dolor de cabeza severo. Pienso en la niña de ayer y se me revuelve el estómago. Tengo un imán para atraer la desgracia y las cosas negativas.

Tomo el celular y veo varios mensajes, me sorprendo porque no suelo tener conversaciones. Es Marco, leo el mensaje en voz alta:

一Querido amigo, para terminar de completar esa actitud y la renovación total de Danthe, el más simpático ser humano del planeta Tierra, te he depositado un poco de dinero en tu cuenta bancaria para que no tengas que preocuparte por nada. Tómatelo como un regalo, me hace feliz que estés feliz. Un afectuoso y cariñoso abrazo y besitos en la cola.

Me río, pero de vergüenza ajena ¿Por qué escribe así? Pienso decirle que no quiero el dinero pero me guardo el orgullo para otra ocasión. Por más que me diga que es un regalo, podré devolvérselo cuando comience a trabajar con mi tía.

Reviso la aplicación del banco desde el celular y no puedo creer lo que estoy viendo, me depositó más dinero del que podría usar en todo el viaje, o incluso del que podría ganar en todo el año. Entiendo que él gana bastante pero... ¿Tanto tiene para darme? ¿Por qué tiene que ser tan bueno?

***

Finalmente llega el día del viaje. Tengo el estómago completamente cerrado, ni siquiera puedo desayunar. No me pasa ni una gota de líquido, de hecho me dan arcadas de solo pensar en ingerir algo.

一Tranquilo 一me dice mi padre extendiendo la mano por sobre la mesa hasta llegar a la mía. Completa calma, eso siento, pero la retiro por instinto. Me mira y sonríe con afecto.

Si bien estoy convencido de hacer todo esto, no puedo negar que me da miedo. A veces siento ese miedo paralizante, que no me deja mover y me impide hacer cosas y no puedo hacer nada para quitármelo de encima, me atrapa y no me deja escapar. Tengo miedo de que se convierta en una constante.

一¿Me estás escuchando? 一Ches chasquea los dedos enfrente de mi rostro.

一Perdón, me abstraje.

一Te preguntaba si ya tienes preparado todo lo que llevarás 一responde masticando su tostada de una forma tan natural, acostumbrado a que mi mente se vaya a otro lado.

Asiento a modo de respuesta. Tengo una maleta en donde llevo todo lo necesario: mi ropa nueva, un poco de la vieja, mi libro, algunos elementos de aseo personal y no mucho más. Ni siquiera tengo fotos de recuerdo, ¿familia? ¿Qué es eso? Aunque no debería ser del todo cruel, a mi tampoco me gusta sacarme fotos. Quizás debería sacarme una con Chester antes de irme, a fin de cuentas él es mi única familia.

Es un poco triste que toda mi vida pueda ser reducida a una simple maleta. Pero al mismo tiempo pienso en las personas que necesitan llenar de cosas su vida para hacerla más feliz y me abrumo. La maleta es como la vida, al principio te da felicidad llenarla, tener muchos amigos o cosas materiales, pero llega un momento en donde la maleta sigue siendo la misma y quieren entrar demasiadas cosas: El último modelo de celular, la cartera de la campaña de otoño, el nuevo par de zapatillas, la persona que conociste en la fiesta del hermano del amigo de tu primo... entonces tiene que crecer la maleta, o debes tener menos cosas, y yo... yo no estoy preparado para hacer crecer mi maleta, así que cargo con menos.

En resúmen, que puedes amar las hamburguesas, puedes tener miles y de todas las variedades que quieras, pero llegará un momento en el que eso ya no será suficiente, sobre todo porque necesitarás verduras para que no se te tape el culo. Me río solo, si estuviera Marco también lo haría.

一Este viaje te ayudará mucho 一me dice mi padre.

一Ojalá... eso espero 一me acomodo la garganta mientras me recompongo.

Estudiante por accidenteWhere stories live. Discover now